Organismos
Enviado por marco15gye • 14 de Noviembre de 2011 • 431 Palabras (2 Páginas) • 386 Visitas
El documento musical:
ensayo de tipología
JACINTO TORRES MULAS
Depto. de B. y Documentación. Universidad Complutense
El presente texto trata de establecer una tipología de los documentos musicales
(fácilmente extensible a los documentos sonoros en general) basada en criterios de
racionalidad y especificidad, basados en la propia naturaleza de lo representado por tales
documentos. Hasta el presente, su definición y su taxonomía, sobre ser sumamente precarias
y dispares, han venido obedeciendo a necesidades comunes en el proceso de manipulación
y recuperación y a pautas de analogía con otros elementos (monografías principalmente)
mucho más habituales y numerosos en las colecciones documentales.
Esencial en el concepto de colección es la definición de los elementos a colectar y, a
tales efectos, lo primero que debemos precisar es la propia naturaleza de tales elementos.
Obviamente, son las bibliotecas y los archivos los depósitos fundamentales en donde
encontraremos los documentos que nos ocupan. Pero tan pronto como tratemos de matizar
los contenidos de una colección con el adjetivo de musical, inmediata e inevitablemente
tropezaremos con el viejo asunto de la distinción entre lo libro y lo no libro.
Está claro que en la primera de tales categorías se incluyen productos tan disímiles
como las biografías de creadores o intÚrpretes, los análisis técnicos o los ensayos históricos,
amén de las obras de referencia: diccionarios, léxicos, enciclopedias, repertorios, catálogos,
bibliografías, etc. Pero también bajo el aspecto físico y el formato del libro aparecen otros
documentos que son más propia y específicamente musicales: los que globalmente llamamos
partituras, cuyo contenido es radicalmente diverso del que se puede esperar de un libro,
aunque comparte con éste la forma y el medio por el que se materializa. Pero esta similitud
con frecuencia enmascara curiosas contradicciones, de las que muchas veces se derivan
para el bibliotecario consciente problemas de muy complejo planteamiento y no siempre fácil
solución. Obsérvese, por una parte, cómo en nuestras Reglas de Catalogación (que, a fin
de cuentas, son la herramienta básica con la que cualquier profesional ha de contar para
enfrentarse a su colección) se establece la definición de libro ateniéndose estrictamente
a su apariencia y materialidad, al margen de su contenido: “... el conjunto de hojas de
cualquier materia escriptoria, manuscritas o impresas y unidas entre sí por uno de los lados”.
Sin embargo, a la hora de proveer de un número normalizado internacional a los libros
(International Standard Book Number, o ISBN) se tiene buen cuidado
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