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Por los caminos del Rock


Enviado por   •  9 de Marzo de 2016  •  Ensayo  •  3.256 Palabras (14 Páginas)  •  296 Visitas

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"El saber occidental intenta, desde hace veinticinco siglos, ver el mundo. No ha comprendido que el mundo no se mira, se oye. No se lee, se escucha. (...) hay que aprender a juzgar a una sociedad por sus ruidos, por su arte y por sus fiestas, no por sus estadísticas"

Jacques Attali

El Rock y su Identidad.

La música a través de los años ha sido una forma de expresar el sentir individual y colectivo de una sociedad. Es la expresión artística más vulnerable al acontecer cotidiano debido al estrecho vínculo que lo une a la vida.  El artista pretende plasmar en sus letras todo lo que percibe: amor, odio, sexo, alcohol, religión, descontento, etc. Elementos que son captados por el espectador y, en muchas ocasiones, tomados como algo propio.

En México uno de los más grandes sobrevivientes es el Rock. Creado en los Estados Unidos y adaptado por jóvenes “Chilangos”, el rock da pie a una identidad específica juvenil. El enorme peso simbólico que llega a tener este estilo musical lleva a la adopción de un look, un lenguaje, una manera de actuar e, incluso, una forma partículas de pensar. De este modo no se habla del roquero como un personaje solitario, sino de un grupo amplio y bien definido que conforma a la comunidad roquera.

La escena del Rock llegó a México a finales de la década de los cincuenta. La censura por parte de los medios de difusión, que trataban de evitar la introducción de la  tendencia rocanrolera estadounidense a nuestro país, fue un factor determinante en el surgimiento de bandas nacionales del género. De este modo, imitando las notas de artistas Norteamericanos y traduciendo sus letras, aunque no siempre en un sentido literal, nacieron las primeras agrupaciones de Rock en México.

Mario Nava recuerda con nostalgia como todos los días salía de su casa, con seis pesos en su bolsa, y se dirigía a un establecimiento de los denominados “cafés cantantes”[1]. Estos lugares tuvieron su auge entre 1961 y 1965. Se describen como escenarios de sana convivencia, dentro de los cuales la venta de alcohol estaba descartada y no sé podía consumir nada más que café, limonada, naranjada y Coca-cola.  

Algunos de los más representativos fueron: El Beatnik, El Punto de Fuga, A Plein Soleil, El Harlem, el Hullaballoo, el Sótano y el Pao Pao. Mario ordenaba una limonada, y de este modo su única preocupación, entre dos y tres horas,  era disfrutar de las diferentes bandas de Rock que ahí se presentan. Artistas como Los Locos del Ritmo, los Teen Tops, los Rebeldes del Rock, los Hermanos Carrión, entre otros, fueron los primeros exponentes de esta tendencia.  

Durante esos años el contexto social era muy distinto a como es ahora, la moral y las costumbres estaban más marcadas y por tanto se llegó incluso a estigmatizar este estilo musical, ligándolo a personas “drogadictas y vulgares”. No es de extrañar, pues desenvolverse dentro de la escena del rock introduce a un mundo más informal. Cada tribu urbana tiene un vocabulario propio, el roquero no es la excepción. Este vocabulario es por tanto comprensible para todos los miembros de la comunidad y se encuentra incluso dentro de las canciones, dado que este vocabulario “especial” es en muchas ocasiones introducido por las mismas bandas de rock.

Está  conformado por una serie de señas y símbolos, gesticulaciones, formas específicas de saludo y palabras particulares.  Sin este vocabulario “especial” no es posible pertenecer al grupo.  -A través de la jerga los jóvenes pueden ahorrarse explicaciones, sirve para precisar experiencias juveniles que en el vocabulario adulto no existen, pero sobre todo sirve para reforzar y mantener la identidad del grupo respecto a otros-[2].

Asimismo la estética también se hace presente en la comunidad roquera con el look o la “facha” que adopta esta comunidad. Pantalón negro de mezclilla, chamarra de piel, cabello largo o corte militar, tatuajes, collares, aretes, pulseras,  entre otros accesorios, son a grandes rasgos lo elementos que permiten al roquero expresar su identidad.

El rock hace una enorme diferenciación entre la cultura y forma de pensar y actuar adulta, por tanto el look roquero permite al sujeto declarar su independencia respecto a la sociedad adulta y las bases ideológicas. -A través de la “facha” los jóvenes se reapropian de sus propios cuerpos y manifiestan un control sobre sí mismos, informa sobre la identidad de los jóvenes que componen el grupo. A su vez, marca divisiones internas, de manera que el vestido permite no sólo identificación de lo que une, sino también de lo que separa-[3]. 

Durante todo este tiempo ha existido una estigmatización hacia la comunidad roquera, a finales de los sesenta e inicio de los setenta, el rock fue el medio perfecto para expresar el malestar social. Para el estado esto representaba un peligro inminente, pues ya no se trata de un grupo de personas que escuchan la misma  clase de música o se visten y hablan de forma similar. Se trata de un grupo particular y bien establecido que comparte una forma de pensar e incluso de actuar.

Así mismo, las producciones culturales, o contraculturales, son también algunos aspectos que distinguen al roquero.  Estas manifestaciones son diversas dentro del grupo, la pinta de paredes, a través del grafiti es un claro ejemplo. Sin embargo la comunidad roquera deja de limitarse a la mera producción musical o al vandalismo, y  se expresa a través de otros canales, llegando incluso a los medios de comunicación. Éste lo ve como una declaración de libertad, y de este modo se convierte en un atentado contra las tradiciones.  

Actores y escenarios.

La comunidad roquera crea un vínculo enorme con el espacio. Ellos definen su área de influencia para reforzar su identidad social. Al definir su territorio este se convierte en un lugar de interacción y sirve para garantizar la sobrevivencia del grupo. A principios de los años setenta el rock entro en una etapa de prohibición y negación.  Se extinguieron los “Cafés cantantes”, y la comunidad roquera se vio obligada a buscar la manera conservar su estilo de vida.

Para seguir disfrutando de su música y costumbres comenzaron a apropiarse e interiorizar algunos sitios particulares. De este modo lograron sobrevivir en la clandestinidad. Mediante esta forma de apropiación de espacios abandonados como: Cines, estacionamientos, patios de vecindad, entre otros. Nacieron los llamados “Hoyos Fonquis”. Estos establecimientos buscaban imitar la esencia de los antes mencionados “Cafes Cantantes”. Sin embargo, éstos eran lugares clandestinos, sucios, pequeños y sin seguridad aparente. La venta de alcohol y marihuana se daba al por mayor e incluso existía una tolerancia hacia la violencia. Asistir a estos establecimientos representaba un peligro, pues se corría el riesgo de que existiera una razzia o redada.

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