Pélicula Homeless To Harvard

Homeless to Harvard: The Liz Murray story

La película a la que voy a hacer referencia esta ocasión es “Homeless to Harvard: The Liz Murray story”, una cinta que nos presenta la historia de una joven bastante inteligente pero que no cuenta con el apoyo emocional de padres, pues su madre era esquizofrénica y su padre drogadicto, ni apoyo económico para poder sustentar sus estudios. Al no estudiar y vivir en malas condiciones tenía que irse a vivir en una casa hogar del gobierno.

Esta cinta trae consigo diversos mensajes para todo aquel que la vea pero yo me quiero centrar en solo uno de ellos para compararlo con la realidad, con situaciones que en nuestro país y en nuestra actualidad aun vemos y con más vitalidad que nunca. Al parecer es como una enfermedad imposible de combatir y hasta el momento no se ha encontrado la cura, la pobreza.

Liz comienza siendo una niña muy pequeña que sufre diversos tipos de violencia en su casa, física, verbal y psicológica, las cuales la llevan a tener un desorden en toda actividad que una niña tan pequeña a su edad tendría que hacer. Principalmente Liz no estudia por cuidar a su madre esquizofrénica, quien sufre ataques de ansiedad y acude a las drogas y alcohol para sentirse mejor consigo misma.

Ocasionalmente Liz acude a clases pero no se desenvuelve de manera correcta pues al no estar siempre en contacto con niños de su edad en el momento que lo hace no sabe cómo comportarse con ellos, ni con otra gente, no sabe hablarles, ni cómo dirigirse a la gente. Liz prefería estar en casa, sin bañarse, leyendo enciclopedias que una vecina había tirado a la basura.

Eran ya repetidas las veces que Lizbeth recibía advertencias de irse a vivir a una casa hogar del gobierno si continuaba viviendo en esas condiciones, tenía que bañarse y asistir a clases. Su padre, quien según se hacía cargo de ella y su hermana, también era drogadicto y jamás se encontraba en casa para atenderlas. Nadie prestaba atención a lo que hacía y no hacía Liz.

En un ataque de ansiedad de su madre fue necesario hablar a una clínica para que se la llevaran nuevamente a internar, pues anteriormente también había estado internada para su rehabilitación. Al irse su madre, Liz se queda con su padre y claramente, el insiste en no hacerse cargo de ella ni de su hermana. Es necesario que su madre, recién salida de la clínica, intervenga para irse a vivir con el abuelo de Liz.

A lo que Lizbeth, molesta, responde que no quiere irse, pues ella quiere permanecer en su hogar. Su madre se lleva solo a su hermana con ella y Liz, se queda sola, con su padre, lo cual significa que sigue estando sola. Al encontrarla sola, el gobierno decide llevarla a la casa hogar donde Lizbeth pasa gran parte de su vida haciendo labores para otros, aguantando violencia, pero viviendo bajo un techo.

Al cumplir

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