The Land of Keneor
Enviado por Mariana Quintero Vega • 20 de Febrero de 2019 • Tarea • 3.807 Palabras (16 Páginas) • 232 Visitas
The Land of Keneor
Capitulo I
Los recuerdos de la guerra aún existen en la memoria de nuestro héroe., ese momento en las costas de Aagand, donde esos Grunder llegaron.
Ziro, un fiel y buen Guerrero de Plata, Tercer Rango en las líneas del reino Exogar, tanto el como sus compañeros estaban nerviosos, sus rostros lo denotaban con total seguridad, era la primera vez que enfrentarían a la raza Grunder, pues, según las historias, ellos eran como los humanos, solamente que los diferenciaba su altura de más de dos metros, una piel gruesa y grisácea, y una masa muscular envidiable.
Los Grunder podían partir un cráneo con sus manos, sin siquiera hacer mucha fuerza. Ellos venían de Ethania, un continente alejado, y llegaron a Aagand. La ciudad ardía en llamas, el humo era tal que no dejaría ver a nadie que estuviese ahí dentro, los Grunder destruían todo a su paso, matando a toda persona, sin importar que fuesen mujeres o niños, su raza, que no comprende de magia no era necesaria, pues su fuerza era envidiable.
Arrasaron con todo a su paso, en menos de diez minutos, la duda sobre la victoria fue resuelta cuando los Guerreros de Plata divisaron un dragón sobrevolando el lugar, todos entraron en pánico, pero el Maestro de Elite los calmo con sus palabras.
-No teman, compañeros, fuimos entrenados para morir por nuestra patria, si la hora de morir ha llegado para nosotros… ¡JURO QUE ACABAREMOS CON ESA BESTIA! -
Los Guerreros de Plata respondieron con su grito característico antes de la batalla, mientras que el Maestro de Elite respondió sus deseos de combatir con un fuerte - ¡POR EXOGAR!- mientras el ejército se lanzaba contra los Grunder.
La masacre era inminente y Ziro lo sabía por dentro, los Grunders los golpeaban con mazos gigantes destruyendo sus armaduras, el dragón barre con llamas el campo de batalla, esta batalla parecía totalmente perdida, mientras corría, Ziro tropieza con un cadáver, cayendo al suelo, al levantarse lentamente logra divisar a un Grunder montando el dragón, el único de su clase que portaba cuernos, como si un demonio se tratase, su piel gris con pintura roja decorándole, sus tatuajes tribales por todo el cuerpo, era obvio quien era, su nombre salió de la boca de Ziro
-Thedas-
Thedas, el único Grunder con cuernos, algunos dicen que es híbrido de Grunder y Draconianos, pues a diferencia de su raza, su inteligencia era inmensa, dicen que sabe leer, escribir y hablar todos los idiomas, se ve un Hacha inmensa en su espalda que puede levantar con una sola mano mientras su dragón limpia el campo de batalla, en señal de una victoria clara.
¿Cómo fue victoriosa una batalla en la que no había forma de ganar? Pues los Templarios y los Valkirianos de Rosenoth se unieron por única vez y aparecieron a ayudarnos... los Templarios fueron quienes por años intentaron evitar que los magos causasen el caos, los capturaban y exorcizaban arrebatándoles su magia mientras que los Valkirianos, una raza maga por excelencia, dominaba los hechizos más poderosos y devastadores existentes, la batalla tubo un giro ante la caída de estos refuerzos, los Grunders no pudieron contra las impenetrables armaduras de Adamantina ni contra los devastadores hechizos Valkirianos, la batalla fue una victoria magistral.
El Rey Cullen de Exogar se reunió con los reyes de Rosenoth y Arcadia, los reinos donde habitaban los Valkirianos y Templarios, trato de establecer un tratado de paz y se llegó a un acuerdo no muy diplomático, mago que entra a territorio Arcadiano era exorcizado, Templario que pisa territorio Roseniano era ejecutado.
Todo lo anterior contado fue hace diez años, los Grunder no han aparecido de nuevo en el Continente de Irinia, los reinos viven en paz, pero el Rey Cullen no ha bajado la guardia, temiendo el regreso de los Grunder.
Ziro, quien ha pasado esos diez años alejado, abandonó la Legión Exogar, dedicando su vida a la cacería, aceptando cualquier contrato que reciba por una digna cantidad de oro.
La puerta de una Posada localizada en Staria, un pueblo cercano al Reino de Evewin, donde los viajeros de Ethania normalmente paran, a excepción de Grunders y Draconians se abre, Ziro entra en ella en medio de una noche lluviosa, portando una túnica de cuero negro con sus guanteletes y sus botas de hierro, una hombrera izquierda brillante, su armamento en la espada que consta de una ballesta y una espada, camina hacia el posadero.
-He traído pieles de lobo, cuatro en total- dice Ziro mientras coloca las pieles en la barra, el posadero solo sonríe confiado.
-Te ofrezco veinte Divits por ellas-
- ¿¡VEINTE!? La última vez daba Diez Divits por cada una- Contesta Ziro
- Lo siento amigo, las cosas suben de precio o se devalúan, ya sabes. -
Ziro sabía de la economía de ese pueblo, claramente el Posadero le quiere jugar sucio, muchos Druidas siempre pasan por aquí y los comerciantes les cobran lo que les plazca, aprovechaban la falta de conocimiento de parte de los viajeros.
-Bien, entonces me llevo las pieles a Zupia, ahí me daban hasta quince por piel, seguramente todo es más barato que este sitio- dice Ziro en voz alta, muchos Druidas levantan sus orejas de zorro al escuchar eso, pues pocos saben que hay más pueblos cerca de Evewin.
- ¡Silencio! - grita el posadero, después susurra –Bien…ten lo de siempre, no me espantes la clientela- dice entregándole los cuarenta Divits por las pieles, Ziro las toma con gusto, levantándose de la barra.
Ziro camina hacia una mesa, sentándose en una de las sillas mientras saca un artilugio de su bolsillo, una pequeña roca con un símbolo rojo tallado, una Runa, el único recuerdo de la Legión.
-Es una bonita Runa- dice una bella Valkiriana que trabaja en la posada
-Gracias- contesta Ziro con cortesía, observando a la bella Valkiriana con atención, su piel es blanca como la nieve, todos los Valkirianos tienen esa característica, su cabello rubio claro, casi como ceniza, a pesar de verse joven su edad debería ser mayor, puesto que su raza envejece muy lento, teniendo una esperanza de vida de hasta doscientos años.
-Bien, ¿Qué deseas comer? - pregunta ella
- No tengo hambre, muchas gracias, solo planeo quedarme toda la noche- contesta
-Bien- Contesta la Valkiriana mientras saca un libro. –Nombre completo, el pago son veinte Divits la noche-.
-Juraría que antes eran diez-
-Ya sabes cómo son las cosas, cielo- dice ella sonriendo.
-Ziro Adeven- contesta el hombre mientras le entrega el dinero. –Gracias…el mío es Kirah, si deseas cenar algo, no dudes en avisarme-.
Las horas pasan, Ziro se mantiene en la mesa observando el mapa, , planeando su próximo destino, tal vez sea hora de ir al Norte, al desierto de Oasis, el territorio tomado por los prófugos de los distintos reinos, cada reino hizo un tratado con el Rey de ese territorio, si un habitante de Oasis sale de sus tierras, la guardia de cada reino es libre de ejecutarlo... pero a cambio la guardia no tiene derechos de entrar a las tierras de Oasis... suena estúpido pero ha mantenido la paz bastante tiempo.
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