Trainspotting review - Crítica

El fracaso de T2 Trainspotting, ahora es simplemente “Kitch”

“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niños egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”

Con este monólogo se inicia Trainspotting, una película de mediados de los 90’ basada en la novela de Irvine Welsh de 1993. La cinta cuenta la historia de cuatro drogadictos liderados por Mark Renton, que a través de la heroína muestran una percepción poco común del existencialismo y la vida. A lo largo de su desarrollo, la película termina transformándose en una proyección de la consciencia de Renton.

1990 es una década conocida por marcar un hito en la tecnología, cultura y música. Una década caracterizada por el multiculturalismo, donde la caída del muro de Berlín y el derrumbamiento de la Unión Soviética abrieron una nueva etapa conocida como Post Guerra Fría.

Se habla de medios alternativos, movimientos como el grunge, las raves, el hip hop… En resumen, una época de revolución juvenil y rotura de cánones.

Nunca más alejado de un cuento de hadas, Trainspotting plantea una premisa que define a sus personajes: ¿para qué elegir un modelo de vida?. Si lo eliges estás siguiendo la corriente, estas siendo como todos los demás, predecible, aburrido, con responsabilidades a las que atender. La mentalidad de los personajes se rige por no querer seguir a una multitud impersonal. No quieren cumplir con el modelo de vida “perfecto”. No quieren estudiar, buscar un trabajo estable, casarse, comprar una casa o cobrar la jubilación. Piensan que todas esas personas que se dejan llevar por la corriente en realidad son prototipos infelices del control que ejerce el mundo. Ellos quieren sentirse liberados, no atender a responsabilidades, vivir como un niño la vida de un adulto. Cada vez que Renton, Sick boy, Tommy, Spud o Francis se administran una dosis de heroína la pantalla se ralentiza, su cuerpo entra en reposo, sus preocupaciones se desvanecen e incluso la catástrofe más desagradable parece un mero concepto al que pueden decidir no hacer caso.

Tras la segunda guerra mundial, el baby boom en Estados Unidos tubo gran influencia sobre las edades del nuevo público del cine. Se definieron los targets. Hubo un aumento del uso del automóvil en respuesta a la descentralización de las ciudades y todo esto influyó enormemente a la hora de plantear los temas, personajes y producción de las películas.

Roger Corman y Cassavetes implantaron ciertas influencias sobre el New Hollywood y el nuevo cine independiente que trascendieron hasta hoy en día. Por un lado, la máxima figura de la producción y dirección de películas de terror lowbudget demostró que los films se podían hacer con poco dinero, que la rapidez en el rodaje era algo que funcionaba y que las películas que triunfan a partir de los años setenta son aquellas dirigidas a un público joven. Por otro lado Cassavetes, amante de la improvisación en set, demostró que los actores tienen mucho que ofrecer en un film de autor, que se podía continuar haciendo películas de cierto intelecto, de crítica social, huir de los cánones y tener público.

Trainspotting, aun no ser un gran blockbuster no escapa a estas influencias y en ella se encuentran bastantes referentes de la época. Evidentemente, no hablamos de un público menor de edad como target principal pero la franja si que se podría fijar para de los 18 a los 35 años. El hecho de que los personajes no quieran crecer ni salir de su zona de confort hace referencia a un concepto muy reciente: los “ninis”. Que ya empezaban a tener cabida a mediados de los 90’, por eso la franja de edad puede ser más flexible.

El tema, las drogas. Un tema poco aclamado por el público debido a las censuras impartidas por las Majors para evitar escándalos, críticas duras y grandes experimentos que pudieran desembocar en pérdidas. Muy innovador y arriesgado, la trama de la película como era de esperar recibió críticas bastante reacias. Se la consideró obscena, trasgresora, un ataque público para la sociedad.

Películas como Missión: imposible, Independence day o 101 Dalmatas también se estrenaron en 1996. La diferencia entre este tipo de blockbusters y Trainspotting es que, a parte de una serie de temas recurrentes y restricciones a las que se tienen que acotar, ninguna de estas películas se manifestaría en contra de los cánones que regían el mundo capitalista, de sus ideales. Los blockbusters por definición son grandes películas de gran presupuesto diseñadas para rendir grandes cantidades de dinero. Fabricadas en su mayoría en Hollywood, este tipo de producciones alcanzan cifras exorbitadas ya que su promoción se retroalimenta y abarcan el mayor target de público posible. Ahora mismo, Trainspotting se recuerda como un boom de la época, una película que tanto si es de culto como si no todo el mundo ha visto alguna vez en su vida.

Edimburgo en 1993, al igual que la mayoría de grandes ciudades europeas se encuentra en un período de constante evolución. Los jóvenes llenan las calles y figuran como el futuro de la nación pero por otro lado, gracias a la presión que la sociedad ejerce sobre ellos, también son la principal fuente de protestas, manifestaciones y revoluciones. Los jóvenes se creen capaces de decidir su propio futuro y aquellos que no se sienten amados por la sociedad también son los que protestan contra ella y descarrilan de sus patrones. Renton y todos sus amigos representan a esta parte de la sociedad.

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