Tratamiento de guión de cine

Universidad Católica Andrés Bello

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Comunicación Social

Caracas 11 de enero de 2020

Cátedra: Fundamentos de Guion

Profesor: Ricardo Lorenzo

Alumno/a: Marian Jubés Rubio

C.I. 26.946.293

HUYE MIENTRAS PUEDAS

(Tratamiento)

Aparece gran parte del paisaje de la Isla de Margarita, playas, vegetación, centros comerciales, entre otros. La escena se funde con un fondo negro donde aparece el nombre de la productora y seguidamente el título de la película “Huye mientras puedas” en letras mayúsculas, y se puede ver como el fondo negro se fragmenta.

Se desvanece el fondo negro con el título, y aparece una escena de SIENA SCANNAVINO, una mujer de cabello oscuro y contextura delgada, vestida con una falda hasta la rodilla y una camisa formal; acompañada de su nuevo esposo SEBASTIÁN MENDOZA, un hombre con mucha clase y elegancia, vestido siempre de punta en blanco, alto, fuerte y seguro de sí mismo. Estos dos personajes llegan a su nuevo hogar en Margarita, una casa inmensa, con diseño minimalista y totalmente equipada para todas sus necesidades. Siena sentía que al fin había encontrado al amor de su vida, y que nada podría salir mal.

Siena empieza a recorrer toda la casa, acomodando así sus cosas y conociendo los nuevos espacios en los que ahora vive. Sebastián, sale inmediatamente a la parte exterior de la casa, que conecta con Playa El Yaque, para reencontrarse con uno de sus más preciados tesoros, su velero. El personaje invita a Siena a conocerlo, pero la misma no se ve muy emocionada por el bote, sino más bien asustada, ya que no sabía nadar.

Ambos personajes entran a la casa, Sebastián abre una botella de champagne y empiezan a celebrar su nuevo logro, se realiza una transición de tiempo y seguidamente aparece la protagonista junto a su esposo, en el mismo lugar donde celebraban, discutiendo porque Siena dejó el baño desacomodado, en el pie de la toma aparece un subtítulo que dice “Dos años después…”, para indicar el tiempo que pasó entre cada toma.

Se muestra a Siena muy cambiada, mucho más delgada, su vestimenta es más descuidada, es una mujer ojerosa, de expresiones faciales agotadas, y con varios moretones sobre su cuerpo, dando a entender que sucedía en su casa.

Siena empieza a arreglar la casa, y accidentalmente vuelca un vaso de jugo de naranja en la alfombra de la sala, Sebastián escucha el vaso caer al piso, y seguidamente sale de su oficina a ver qué había pasado. Cuando ve la mancha anaranjada en su alfombra, empieza a perder los estribos, ya que es un hombre maniático con el orden y la limpieza. Siena muy asustada empieza a disculparse y a tratar de quitar la mancha, pero solo lo empeora, acción que genera que Sebastián se moleste muchísimo, así que la toma de un brazo para levantarla y le grita “Eres una buena para nada. ¿Acaso no logras hacer nada bien?, quítate y vete”, ella silenciosamente se aparta del desastre, pero Sebastián, en un acto de furia, la toma por el pelo y la devuelve. Por primera vez en su vida, Siena decide hacer algo al respecto, así que se empezó a defender tanto verbal como físicamente, apartándolo con empujones, pero esto solo provocó más a Sebastián, tanto así que la golpeó en la cara.

Siena muy alterada toma el primer objeto que vio, una lámpara, y lo golpea en la cabeza, dejándolo noqueado el tiempo suficiente para que ella pudiera replantearse toda su vida. La protagonista sabe que tiene que salir de allí, el problema es ¿Cómo?, y es allí cuando se le ocurre su gran idea, hacerse pasar por muerta.

Los siguientes días fueron los días más terribles en la vida de Siena, tuvo que tolerar gritos, insultos y lo más difícil de todo, muchos golpes. Pero a pesar de que fueron unos días intensos, también fueron los días más provechosos desde que había llegado a Margarita, ya que mientras Sebastián salía a trabajar, Siena empezó a tomar clases de natación, habilidad que le ayudaría para su plan de escape.

Luego de una semana difícil, sebastiano le propone a Siena salir en velero, lugar que ella temía, pero ella por primera vez accede. Siena se está vistiendo, y se muestra un salto en el tiempo, de solo unas horas atrás, y vemos a Siena escondiendo sus pertenencias importantes, como su documentación, dinero, y algo de ropa, entre la arena.

Después de arreglar todo lo necesario para el velero, Sebastián la llama para poder salir a navegar. Siena se acerca hasta el muelle, y nota algo distinto, la actitud de su prometido. Empieza a tratarla tan encantador como el primer día, tan atento y detallista como el hombre del que ella se enamoró, actuación que impactó a Siena, e hizo que pusiera en duda absolutamente todo su plan.

Después de aproximadamente 2 horas navegando, Sebastián decide ir a un bajo tranquilo para anclar el velero y poder cenar, elemento que era sorpresa para Siena. Ella está sorprendida y muy feliz, convencida de que su esposo había cambiado finalmente.

La pareja empieza a cenar y a charlar acerca de todo, hablan de todo lo que han vivido y como han logrado superarlo, y Sebastián le empieza a decir que el de verdad quería estar con ella, que va a cambiar, y que le promete ser el hombre del que ella se enamoró. Siena por supuesto cree todas sus palabras manipuladoras, y cae nuevamente en el juego.

La cena termina, y se dirigen a su casa nuevamente, y al llegar Sebastián le propone caminar un rato por la arena y terminar de disfrutar toda la noche, ella accede, olvidando todas las cosas que tenía enterradas ahí. Empieza la caminata, y en seguida Sebastián tropieza con uno de los objetos escondidos, un neceser negro donde tenía oculto sus documentos, incluyendo su pasaporte.

Sebastián, muy alterado, lo abre, ya que de inmediato lo reconoció, y se encontró con la ingrata sorpresa de ver toda la documentación de su esposa, entendiendo perfectamente por qué estaban esas cosas ahí. Siena, muy asustada, le cuenta que ella si pensaba huir pero que se arrepentía profundamente, y que no iba a llevar el plan a cabo. El paseo en la playa se tornó oscuro y complicado, los gritos, insultos y por supuesto el llanto de Siena, eran los protagonistas de esta pelea, y en un acto desesperado por atraparla por un largo tiempo, Sebastián arroja sus pertenencias al océano, ya que era imposible recuperarlas.

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