Vladimir Horowitz

Enero de 1928 fue un mes memorable en la vida musical de Vladimir Horowitz. Uno de inmediato asumir que su principal importancia en torno a su sensacional debut en Nueva York bajo la batuta de Sir Thomas Beecham, quien también hizo su aparición estadounidense en primer lugar que la noche histórica. Pero sería un error b. Para Horowitz ya sabía el reconocimiento tumultuosa. Él había vencido ya al público en las grandes ciudades como Leningrado, Berlín, París y Roma. Otra cosa que le sucedió, sucedió unos días después de su llegada a la ciudad que se convertiría en su hogar, y un día antes de que fuera a conquistar con un espectáculo de fuego del Primer Concierto de Tchaikovsky Piano Horowitz se dio cuenta de lo que era para él una sueño aún mayor. Conoció a su ídolo, Sergei Rachmaninov.

Rachmaninov tenía entonces cincuenta y cinco. Desde hace algunos años que había estado escuchando de amigos rusos alrededor de un joven agitador llamado Horowitz que habían creado un furor con veintitrés recitales en Leningrado en una temporada. El último informe sobre este joven notable de veinticuatro habían venido de Fritz Kreisler, que lo había escuchado en Berlín. Se estimuló Rachmaninov invitar a Horowitz en su apartamento. Una hora después entró Horowitz eran amigos.

En esa primera reunión, Rachmaninov no presionó Horowitz para jugar con él, pero la noche siguiente asistió el debut de Horowitz, al igual que Hofmann, Lhevinne, Moiseiwitsch y cada otro pianista en la ciudad. Los críticos a tientas nuevos superlativos para describir el triunfo, pero era una carta de Rachmaninov contiene cálidos elogios y consejos sobria que significó la mayor parte de Horowitz.

Seis semanas más tarde, fue programado para jugar Tercer Concierto de Rachmaninov con Walter Damrosch, que era el padre de su estreno hace casi dos décadas antes con Rachmaninov como solista. Antes del evento, Rachmaninov se ofreció a desempeñar la parte orquestal en un segundo piano con Horowitz tocando la parte solista. Se encontraron en el sótano de la célebre salón de piano Steinway en Nueva York "Music Row". Horowitz modestia me dijo que Rachmaninov dijo muy poco, que él se limitó a hacer algunas sugerencias. Sin embargo, Rachmaninov me dijo que estaba completamente asombrado de que él escuchaba con la boca abierta, como Horowitz se abalanzó sobre la pieza diabólica con la furia y la voracidad de un tigre. "Se lo tragó entero", dijo Rachmaninov.

A través de los años, aquí y en el extranjero, Rachmaninov y Horowitz pasaba largas horas jugando juntos y uno para el otro: por un piano y dos pianos, en trabajos en solitario, la música para cuatro manos, conciertos y composiciones para dos pianos. Nunca he oído ninguna de esas sesiones, los que han juro que se mantienen como las experiencias musicales más vívidamente imborrables de sus vidas.

Propia del arte pianístico de Rachmaninov fue único. No se puede imitar. No puede ser adoptada. Y esto es igualmente cierto de Horowitz y, de paso, de cada verdadero artista. Al escuchar interpretaciones de obras que no sean su propio Rachmaninov, debemos ser especialmente conscientes de que la personalidad de cada artista es la materia prima de sus privilegios y obligaciones de interpretación en la re-creación de música. Por lo tanto, damos la bienvenida a todos los "originalidad" siempre y cuando sea fiel a las características esenciales de la música tal como la conocemos a partir de las fuentes autorizadas ya está disponible ...

Se trataba de Horowitz de que Rachmaninov comentó con ironía, "escribí esta pieza para los elefantes". Y fue Horowitz, actuaciones de la misma no menor de Rachmaninov lo que ocasionó que yo comentar en otra parte que Rachmaninov debe haberse referido a los elefantes con la movilidad de los galgos y la gracia de las gacelas. - Abram Chasins


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A continuación se muestra una cuenta adicional de Horowitz y 1928 SVR reunión en el sótano de Steinway Hall, 109 W. 57th Street en Nueva York.

En 1971, conocí a un compositor de cine en Hollywood el nombre de Emilio Fuchs. Sr. Fuchs había estudiado con Zoltan Kodaly y Maurice Ravel, y me dijo que Alexander ("Sascha") Greiner, el gerente de artista en el Steinway en Nueva York había observado parte de la interacción entre Horowitz y RVS durante su ahora famosa reunión de 1928 el sótano de Steinway. Según Emilio Fuchs, Alexander Greiner oído Rachmaninoff con firmeza digo Horowitz a tocar el primer movimiento del Concierto Tercer más rápido, y Horowitz cumplido, al menos en ese ensayo de dos pianos con el compositor. Greiner había dicho también que Rachmaninov Fuchs y Horowitz mutuamente acordado cortar una pequeña sección cerca del final de la cadencia de piano primario (no de la ossia) con el fin de maximizar la velocidad.

Por último: Para los que le gustaría cortar la cadencia principal de la Tercera a toda velocidad y poder, le sugiero los pelos de punta Zoltan Kocsis interpretación grabada con Edo de Waart llevar a cabo.

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