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Universidad Autónoma  de Nuevo  León

Facultad de Derecho & Criminología

TEORIA  GENERAL DEL ESTADO

Lic. Antonio Estrada Villarreal

Nombre: Joshelyn Tamhara Pérez Ortiz

Matricula: 1598324

Grupo: O15  Aula: 31O

24’O8’15

RESUMEN UNIDAD 1

1. La persona su situación y su circunstancia.

La circunstancialidad determina parcialmente mi vida. Yo tengo el poder de transformarla. Mi circunstancia tiene también el poder de influir sobre mí. O sea yo puedo cambiar mis circunstancias conforme al esfuerzo que  pongo, porque como quien dice si estas en el piso es porque no te quieres levantar, viéndolo desde un punto de vista malo.

1. Excelencia y miseria del ser humano.

El hombre es el único animal hipócrita. Y en su bajeza –asegura el mismo Pascal- “llega hasta el extremo de someterse a la bestia hasta adorarla”. Muy poco puede el ser humano abandonado a sus propias fuerzas, pero he aquí una estupenda paradoja masculina: “el hombre reconoce que es miserable, es miserable porque lo es, pero él es grande porque lo reconoce”.

La excelencia y la miseria de cada persona es por su propio gusto, pongamos de ejemplo a un “vagabundo  cuerdo”  el sigue estancado en la miseria por gusto, tal vez no por comodidad pero si por pereza, y en excelencia me permito poner como ejemplo a un estudiante, que trabaja, se mantiene solo y se hace trizas para pagar el estudio, es mas batallar pero al final rendirá los frutos esperados, un mejor futuro.  

1.  Un ser en el camino, hacia la plenitud.

El hombre vive en la esperanza de ser más. Un profundo anhelo de vencer el tiempo y a la muerte, preside su vida. Todo ser humano es la expresión de una esperanza o de una tragedia. O el espíritu del hombre se dilata o se contrae. Y en la contracción del ser no puede haber paz ni complacencia. La alternativa es esta: o esperanza o desesperación.
El hombre –ha dicho Eduardo Nicol- es el ser que no se completa nunca. Para él, completarse es dejar de ser: morirse. Su existencia consiste en irse completando indefinidamente.

Somos seres que nunca terminan un desarrollo con total plenitud, ya que no llegamos a tal punto de saberlo todo.

1. La dimensión política del ser humano.

La política no inventa la dimensión política del hombre, sino que la toma tal como la de la naturaleza. En el ser del hombre yace su dimensión política. Ser incierto en circunstancias concretas, en situaciones singulares, en relación constitutiva con personas y cosas. Ser insuficiente que se gana por la plenitud subsistencia en un mundo contingente.

Si el hombre es por naturaleza político, debe empeñarse libremente en la buena convivencia política.

El poder no es mera invención del hombre, sino necesidad de la naturaleza sociopolítica del ser humano.

1. La especificidad de la sociedad humana.

Bruner adopta una perspectiva específica del ser humano, es decir, si considera que éste posee rasgos que lo hacen singular en comparación con otras especies animales, con la vida en general, e incluso con mecanismos artificiales, y si dirige su trabajo hacia aquellos rasgos. Con el término “singular” se hace referencia a diferencias cualitativas y no cuantitativas, es decir, se utiliza dicha palabra para señalar características que no son manifestaciones más complejas de formas más simples, sino rasgos de otro nivel, no superiores o inferiores, sino radicalmente distintos como lo son las creencias, ideas, estimaciones, culturas, el lenguaje, los valores, las normas y las pretensiones.

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