7 habitos de la efectividad
Enviado por Julieth Torres • 20 de Septiembre de 2018 • Monografía • 3.007 Palabras (13 Páginas) • 233 Visitas
Como introducción explica que en el mundo profesional de hoy en día, y del pasado en parte, se distinguen varios tipos de trabajo (sólo mencionar la tipología de los tipos de trabajo, tienes en paréntesis descripción de cada uno por si quieres hacer uso de la misma):
Y tenemos el TRABAJO DEL CONOCIMIENTO: característico de la era moderna, donde los trabajadores tienen como herramienta concreta de trabajo su conocimiento. Y la utilizan mayoritariamente para la resolución de problemas “no rutinarios” lo cual requiere una combinación de metodologías de pensamiento convergente, divergente y creativo. Sin embargo en este tipo de trabajo la clave es la MEJORA DE LA EFECTIVIDAD y, como muchos “gurús” de la ciencia empresarial dicen, sobre este término andamos aún “en pañales”. Lanza la siguiente pregunta a los participantes para saber si todos sabemos el significado de la palabra EFECTIVIDAD y de los términos eficiencia y eficacia. Ya que éstos últimos son la base de la primera, y por ende de la mejora de la PRODUCTIVIDAD PERSONAL. ¿Quién sabe lo que significa la EFECTIVIDAD? Otorga a los participantes 2’ para que puedan pensar en la respuesta, y pídeles que elaboren una definición. Haz una ronda de sondeo empezando por el participante sentado en el extremo más a la derecha y anota las respuestas en el flip chart. Buscamos las palabras:
En este punto, pasa a la siguiente transparencia. Al/los participantes que hayan proporcionado una definición de EFECTIVIDAD compuesta de uno de los términos o de ambos, pídeles que expliquen que es para ellos el significado de ambos. Una vez que lo hayan explicado, muestra las definiciones de los tres conceptos y pon un ejemplo si es necesario:
Por ejemplo: hay que realizar la tarea de servir un vaso de agua desde una botella. La eficiencia será reflejada consiguiendo el resultado (el vaso queda servido casi hasta la mitad), sin derramar agua fuera del vaso pero tomando más tiempo de lo habitual, aunque se ha ahorrado recursos (cómo).
Siguiendo el ejemplo del vaso de agua: la eficacia queda reflejada simplemente consiguiendo el resultado en sí, servir el agua en el vaso independientemente de si se derrama la mitad del agua, el vaso se sirve a la mitad, etc. (el qué). Hasta este punto ¿todos entendemos lo mismo por estos conceptos? Pues entonces, podemos entrar a comprender el principio de la EFECTIVIDAD. ¿Quién puede ponernos un ejemplo antes de analizar la definición del concepto? Una vez que un voluntario ha expuesto un ejemplo de efectividad, enseña la definición y añade el siguiente ejemplo: EFECTIVIDAD: es hacer bien las cosas correctas. Hacer las cosas de forma eficiente y eficaz. Busca el equilibrio ideal entre eficiencia y eficacia y por lo tanto tiene que ver con QUÉ cosas se hacen y con CÓMO se hacen. Ejemplo del vaso de agua: se es efectivo llenando ¾ del vaso, sin derramar ni una gota de agua y dentro de un margen de tiempo aceptable (conseguimos el equilibrio entre el qué y el cómo). |
¿Y quién en el mundo empresarial era el mayor experto sobre la EFECTIVIDAD?: Presenta a Stephen Richards Covey: fue un licenciado, escritor, conferenciante, y profesor estadounidense conocido por ser el autor del libro superventas: Los siete hábitos de las personas altamente efectivas. Pregunta a los asistentes:
En su obra además de identificar los cimientos principales que nos ayudan a desarrollar los 7 hábitos que aumentarán nuestra productividad personal, clarifica las bases del término de efectividad. Habiendo establecido las diferencias entre los términos, comprendido dónde y cómo confluyen nuestra eficiencia y eficacia transformada en nuestra efectividad vamos a conocer en profundidad el modelo de los 7 hábitos y aprender a llevarlo a la práctica. Los 7 hábitos de la efectividad de Stephen Covey son:
Ahora pasa a explicar la transparencia relativa al primer paso del modelo de Covey: El primer hábito:
Ejemplo práctico: no ir al Facebook apenas tu mente se canse con lo que haces y te lance la opción de “¿por qué no miramos rápido cuantas solicitudes nuevas de amistad tengo en el Facebook?“ o “suena el whatsapp y voy a mirar quién me manda un mensaje”, en ese momento hay que ser proactivo y decir “no, lo primero es lo primero”. Conclusión: hace referencia a la efectividad porque somos proactivos consiguiendo enfocar nuestra atención en la actividad (cumpliendo con el cómo) que estamos realizando para llevarla a término (conseguimos el qué) sin interrupciones externas. Para comprender el segundo hábito debemos: Entender que las cosas son creadas dos veces. Por ejemplo:
Por lo tanto este hábito:
Ejemplo: si queremos bajar 1 kilo este próximo mes, cuando tengamos opciones de comida, si tenemos presente el objetivo final nos facilitará -si somos proactivos- el evitar comernos otro croissant. Conclusión: definir los objetivos (el qué) a corto, mediano y largo plazo ayuda a navegar con un rumbo en mente, en vez de estar a la deriva esperando que llegue lo que se desea (por azar, o porque “es el destino”). El tercer hábito nos habla de:
Ejemplo: cuando nos despertemos definamos una o dos cosas muy importantes o urgentes por hacer -y las hacemos-. Esto te permitirá avanzar con paso firme. Otro ejemplo práctico: divide las tareas en urgentes, importantes, y no tan importantes (y asumimos que las no tan importantes nunca se harán). Conclusión: teniendo claro a dónde queremos llegar (el qué), debemos priorizar lo que debe hacerse por orden de importancia (el cómo). El cuarto hábito nos habla de:
También explica que comprende el análisis y estudio de varios paradigmas: • Ganar-ganar, • Ganar-perder, • Perder-ganar, • Perder-perder, • Ganar-ganar o no hay trato. Todos los anteriores representan un modelo de relaciones humanas que conlleva determinados objetivos y logros. Sin embargo comenta que es el primer modelo de los nombrados el único viable en un sistema organizativo o sistema humano. Ejemplo: seguimos con el ejemplo del segundo hábito. Bajar 1 kilo en el próximo mes es nuestro objetivo en mente. Cumpliremos el cuarto hábito si cuando tengamos opciones de comer degustar un primer croissant gano satisfaciéndome pero vuelvo a ganar si rechazo un segundo (aunque esté relleno de chocolate). El hábito obviamente se cumple si somos proactivos y si hay oportunidad de sustituir el croissant por algo más sano y bajo en calorías desde el inicio. Conclusión: es mejor decir “no” a una oportunidad donde no está claro el beneficio (el qué) de ambas partes que embarcarse en algo que a medio o largo plazo será perjudicial para alguien -y por ende, antes o después, para todos-. Hay que visualizar cual es la ganancia de las oportunidades así como definir el coste. Esto se puede aplicar a las relaciones, negocios, formación, etc. El quinto hábito nos habla directamente de nuestra habilidad de comunicación en todos sus aspectos:
Para apoyar la exposición de la definición de este hábito, pregunta a los participantes sobre su nivel de empatía ¿En qué consiste la escucha empática? ¿Es fácil ser empático con nuestros colaboradores? Explica que la empatía es un ejercicio que conlleva una alta carga emocional, y que no siempre conseguimos captar la esencia de la emoción de nuestro interlocutor. Sin embargo, esta habilidad no es nueva llegado a este punto del programa puesto que hace referencia directa a lo estudiado en el módulo I respecto a la IE (inteligencia emocional). Ahora proyecta el siguiente vídeo sobre las NEURONAS ESPEJO sin comentar el nombre técnico a los participantes aún. Antes haz las siguientes preguntas a los participantes para que reflexionen:
Una vez proyectado el vídeo, pide voluntarios para dar una explicación de porqué se dieron las situaciones del vídeo. La razón que buscamos son las neuronas espejo o algún argumento que se asemeje a este concepto técnico. Anota las respuestas en el flip chart. Explotación:
Covey invita a escuchar para comprender y no para responder.
Conclusión: los hábitos 4 (ganar/ganar o no hay trato) y 5 (procure primero comprender y después ser comprendido) están estrechamente relacionados. Una comunicación efectiva es esencial para llegar a acuerdos del tipo ganar/ganar (el qué). Las vías (el cómo) sólo se encuentran buscando juntos la solución, si los oponentes se comunican efectivamente. El sexto hábito del modelo nos refiere a:
Ejemplo: si no se nos dan tan bien los números y tardamos horas en hacer la declaración de impuestos, seguro que contratamos a alguien para que nos resuelva la situación. Ese es un buen ejemplo de potenciar lo que hacemos, usando nuestro tiempo en aquello que somos buenos y dejando que otro que es bueno en números se encargue de la contabilidad. Conclusión: el todo es más que la suma de las partes. Este hábito refiere directamente a la cooperación. Si adosamos dos trozos de madera, podrán sostener un peso mucho mayor que la suma de los pesos que sostienen ambos trozos separadamente. El todo es más que la suma de sus partes. Uno más uno es igual a tres o más. Alcanzamos alta efectividad consiguiendo el qué y el cómo en términos de tiempo, recursos y calidad de los resultados obtenidos; y además cumplimos con los hábitos previos. El séptimo hábito nos invita a:
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