ADAPTACIÓN DE LA METODOLOGÍA ÁGIL EN LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS EN EL BANCO DE OCCIDENTE CON EL FIN DE MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DEL RECURSO HUMANO

MAESTRIA EN ADMINISTRACIÓN

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN

PROFESOR: Luis Aurelio Ordoñez.

ELABORADO POR: CARLOS RODRIGO GUTIÉRREZ TOVAR
Abril, 2018

ADAPTACIÓN DE LA METODOLOGÍA ÁGIL EN LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS EN EL BANCO DE OCCIDENTE CON EL FIN DE MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DEL RECURSO HUMANO

1. ANTECEDENTES DEL TEMA

En el entorno actual, las organizaciones y los negocios están inmersos en un contexto de continuos cambios tecnológicos, de competencia y de mercado. Este contexto genera incertidumbre, que pone en peligro la supervivencia de modelos de negocio obsoletos.

Dentro de esta economía global, la competitividad y la flexibilidad de las empresas son necesarias para poder trabajar en un mercado de cambio incesante.  Con un mercado contraído en la mayoría de los países, muchas empresas enfocan su actividad en la mejora de su competitividad, la innovación y  la exportación hacia nuevos mercados. Aquellas empresas que no son capaces de adaptarse a estos cambios corren el riesgo de perder participación de negocio, llegando incluso a desaparecer.

La adaptación a este contexto se hace mediante proyectos, que actúan como palanca de cambio en la organización. En este sentido, las empresas y los proyectos cada vez están más relacionados. Las empresas tienen que innovar, por lo que desarrollarán proyectos de innovación, crear nuevos servicios y productos mediante proyectos de desarrollo, o adaptarse y reorganizarse para sobrevivir mediante proyectos de mejora.

Por lo tanto el tema de esta investigación estará basado en la gestión de proyectos, que no es más que una disciplina del planeamiento, la organización, la motivación, y el control de los recursos con el propósito de alcanzar uno o varios objetivos. Alcanzando propósitos únicos​ y que dan lugar a un cambio positivo o lo cual llamamos generación de valor.

La productividad está ligada principalmente a la manera en cómo desarrollamos nuestras las tareas. Término que poco a poco va haciéndose un hueco en el mundo empresarial es: el agilísimo.

Acuñado en el ámbito informático, pero actualmente extendiéndose casi como una filosofía empresarial en pro de la productividad, el agilísimo es un término que surge a partir de la crítica de los modelos de desarrollo de software basados en procesos, y que propone “metodologías ágiles” como alternativas a las anteriores metodologías formales consideradas más rígidas y dependientes de las planificaciones detalladas.

En febrero de 2001 reconocidos críticos de aquellos modelos de desarrollo se reunieron en Snowbird, Utah (Estados Unidos) y redactaron los cuatro postulados que se convertirían en la principal referencia del agilísimo: el manifiesto ágil. En él dejaban asentada su búsqueda de mejores métodos para desarrollar software y reconocían que:

“Con este trabajo hemos llegado a valorar: a los individuos y su interacción, por encima de los procesos y las herramientas; el software que funciona, por encima de la documentación exhaustiva; la colaboración con el cliente, por encima de la negociación contractual; La respuesta al cambio, por encima del seguimiento de un plan. Aunque hay valor en los elementos de la derecha, valoramos más los de la izquierda”.

La mejora continua es sólo uno de los beneficios que nos aporta el agilísimo, independientemente del sector en el que lo apliquemos. Pero seguir el Manifiesto Ágil nos trae muchas otras ventajas: desde un mayor foco en la satisfacción de los clientes hasta una búsqueda constante de la excelencia técnica, pasando por un mejor ajuste de los costes evitando construir características innecesarias. Aunque podríamos decir que el beneficio más importante consiste en que permite orientar los esfuerzos de toda la organización para que los equipos tengan un ritmo sostenible.

1. APROXIMACIÓN DEL PROBLEMA

De manera general, se puede decir que el problema radica en que en el Banco de Occidente existe una sola metodología por la cual se definen o se decide afrontar los proyectos estratégicos, y es a través de la metodología burocrática o de cascada, cuya finalidad es entregar productos que apunten al mejoramiento de procesos, en pro de un mejor manejo de recursos ayudando a obtener mayor rentabilidad en el mercado. Este producto debe cumplir las siguientes características:

Funcionalidad, es decir que sea útil para lo que el cliente externo o interno solicito en el desarrollo.

Confiabilidad, minimizar riesgos de errores o identificarlos de una manera apropiada.

Usabilidad, su uso debe ser sencillo, limpio y claro de cara al usuario final.

Eficiente, utilizar los recursos de la compañía sin malgastarlos.

El aspecto principal que diferencia la consecución de un proyecto de metodología ágil, de uno burocrático o tradicional de cascada es principalmente, la entrega de valor continuo en el desarrollo del proyecto, adicionalmente permite un empoderamiento de los integrantes del proyecto sobre el problema que se quiere trabajar, lleva al equipo a un cuestionamiento constante de mejora continua en los procesos y productos realizados y permite la adaptación de acuerdo a lo solicitado en los proyectos, de una forma de fácil aprendizaje y permite aprontar con sencillez los problemas.

Por ende esto permitirá a los integrantes ser más efectivos en la consecución de logros y permitirá desarrollar habilidades y talentos en un proceso de liderazgo, logrando equipos altamente motivados y multidisciplinarios.

En la actualidad las atenciones a los proyectos estratégicos dentro del Banco de Occidente en su gran mayoría tienen una inadecuada priorización y por lo tanto apuntan a unas necesidades inequívocas del negocio y no apuntan al crecimiento rentable exigido en la organización.

Cuando los proyectos son asignados, se caracterizan por tener una alta incertidumbre en cuanto al tiempo de desarrollo y el costo total del proyecto, sumado a lo impredecible del resultado, es decir cuando la solución del proyecto no cumple con su función. Adicionalmente en otras ocasiones aparecen los atrasos y por consiguiente los sobrecostos, llevando a inconformidades por parte de los stakeholders, y transmite desconfianza por parte de los patrocinadores del proyecto.

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