ADMINISTRACION DE PROYECTOS

ESTRATEGIAS APLICADAS AL FINANCIAMIENTO

Cuando hay entusiasmo, convicción, orden, organización, recursos y compromiso, se tiene la fuerza del ímpetu. Así es posible asignar a las personas por sus capacidades, habilidades y encomendarles deberes y responsabilidades adecuadas. Y así se podrá mostrar al cliente los beneficios que puede brindar nuestro producto. Enfocando esfuerzos en esta área al darnos a conocer a la mayor población posible, tanto de manera local, como buscar la expansión del mismo.

El orden y el desorden son una cuestión de organización y Con astucia se puede anticipar y lograr que los clientes se convenzan a sí mismos cómo proceder y moverse. Hacer que los clientes consuman nuestro producto es como hacer rodar rocas. Las rocas permanecen inmóviles cuando están en un lugar plano, pero ruedan en un plano inclinado; se quedan fijas cuando son cuadradas, pero giran si son redondas. Por lo tanto, cuando se conduce a los clientes a la batalla con astucia, el impulso es como rocas redondas que se precipitan montaña abajo: ésta es la fuerza que produce la victoria.

Esto es inducir al cliente a efectuar una formación. Una vez visto y probado el producto, Así, si conocen el lugar y los beneficios de este acudirán a el aunque estén a mil kilómetros de distancia. Dar a conocer nuestro producto y hacer que la gente empiece a confiar en él, informando a la población sobre esta bebida natural, dando un precio accesible, tomando en cuenta que tendremos que recuperar nuestra inversión en un corto plazo mejorando los márgenes y así aprovechar al máximo el financiamiento.

Incluso si los enemigos son numerosos, puede hacerse que no entren en combate. Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.

Los que ganan todas las batallas no son realmente profesionales; los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores. Nunca se debe atacar por cólera y con prisas. Es aconsejable tomarse tiempo en la planificación y coordinación del plan. Por lo tanto, un producto verdaderamente bueno vence a otros productos enemigos sin batalla, conquista otras ciudades sin asediarlas y destruye a la competencia sin emplear mucho tiempo.

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