ASIGNACION 7 TIPO DE CAMBIO FLEXIBLE PARA COSTA RICA

UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA

CENTRO DE POSTGRADOS

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS

CÁTEDRA: FINANZAS INTERNACIONALES

ASIGNACION 7

TIPO DE CAMBIO FLEXIBLE PARA COSTA RICA

ESTUDIANTES:

SYLVIA CARVAJAL MARÍN

MARIANELA RETANA GAMBOA

MARIA PEREZ RUIZ

PROFESOR:

LUIS CORDERO

2015

Tipo de cambio flexible para Costa Rica

Antes de hablar sobre la conveniencia o no de adoptar un tipo de cambio flexible para Costa Rica, es necesario saber que opinan al respecto los más importantes economistas, además de conocer la situación presentada en el país.

La flotación administrada es un esquema en el cual el precio del dólar los fijan las fuerzas de la oferta y la demanda, sin que existan límites para su cotización, sin embargo el BCCR puede fijar reglas para su intervención en el mercado. Según lo indicado por el BCCR: “La flotación administrada permitiría que la intervención, para controlar el tipo de cambio por parte del Banco Central, ocurra solo en los casos de variaciones extremas del precio de la divisa estadounidense.”

Para Atish Ghost del FMI, los países que toman la decisión de adoptar la flexibilidad cambiaria, pueden ajustar sus desequilibrios en la cuenta corriente y si tienen déficit fiscales altos les permite que las monedas no se deprecien y que el precio de los ajustes en el tipo de cambio no caiga sobre las alzas en los precios de los bienes y servicios.

Por su parte, el economista Jorge Guardia, menciona que los países con tipos de cambio flotantes pueden enfrentar con mayor éxito sus problemas de balanza de pagos y por lo tanto, recobrar o mantener su competitividad internacional. Indica además que una política de tipo de cambio flexible es lo que se recomienda para evitar una crisis en la balanza de pagos y mantener la competitividad y lograr más crecimiento económico.

En Costa Rica vemos como a partir del segundo semestre de 2013 disminuyó el excedente neto en dólares en el mercado cambiario, esto debido a ciertos fenómenos internacionales, junto con la baja de las tasa de interés en colones, todo esto presionó al alza del tipo de cambio y agravó las expectativas de depreciación cambiaria.

De todo lo anterior se pueden señalar ventajas y desventajas que traería consigo la puesta en marcha de la flotación administrada para cotizar el tipo de cambio:

La ventaja radica en que el tipo de cambio obedecería a la oferta y demanda y por lo tanto el BCCR no tendría la responsabilidad de intervenir en él. Solo lo haría en el caso de alguna alta volatilidad.

Una desventaja es que la volatilidad puede afectar las decisiones de los agentes económicos por mayor incertidumbre.

Ahora la pregunta es, ¿Qué sistema ha tenido Costa Rica para cotizar su tipo de cambio?, la respuesta es, Flotación Administrada, esto debido a que a pesar de manejarse en el sistema de bandas cambiarias, la flotación siempre se dio entre ellas y el BCCR intervenía para que la flotación del tipo de cambio no fuera muy volátil, el cual es el objetivo del sistema de flotación administrada.

Ya desde 1994, se hablaba de una cotización del precio del dólar por medio de regímenes cambiarios más flexibles y la entrada de las bandas cambiarias en 2006, fue la antesala de la flotación administrada, es decir, un régimen de transición.

En octubre de 2014, cuando el BCCR notificó la necesidad de un régimen más flexible, aunque no tenían una fecha definida, sin embargo varios economistas concuerdan en que ya la misma existía “de facto”, por lo que hacerla oficial no traería más beneficios de los que ya se han percibido.

Según el presidente del BCCR, para que la flotación no afecte al sector empresarial, haría falta las coberturas cambiarias. En esto están de acuerdo representantes de las Cámaras de Comercio e Industria.

Según Enrique Egloff, presidente de la Cámara de Industrias, con la flotación, el país se vería beneficiado de un tipo de cambio que se movería en su tendencia de largo plazo.

Según el análisis anterior, la adaptación del nuevo sistema de flotación administrada es simplemente, darle el nombre correcto al mecanismo que el país ha venido manejando desde hace más de un año. Las bandas cambiarias dejaron de tener efecto desde hace mucho tiempo y el nuevo gobierno ha tenido la prioridad de darle estabilidad al tipo de cambio y eso no va a cambiar.

Como se comentó anteriormente, las bandas se implementaron desde el 2006 con el objetivo de darle mayor flexibilidad al tipo de cambio y así de paso evitar el traspaso que tenía la variación del dólar en los precios de productos internos.

Sobre el tema, el BCCR confirmó que seguirá aplicando el mismo modelo de intervención para mantener estable el dólar y que está preparado para responder a presiones especulativas, esto con las reservas que mantiene actualmente, además se acaba de aprobar un programa para absorber $800 millones más en los próximos 23 meses. Aunado a todo lo anterior, propondrá un encaje sobre los préstamos que hagan los bancos en el exterior, con lo quiere desincentivar el ingreso de más divisas.

En pocas palabras, el BCCR seguirá haciendo lo necesario para que el dólar no tenga cambios abruptos, aunque eso no significa que se eliminaría la variación en el precio.

Situación que en otros momentos se ha hecho, refiriéndonos a hacer lo necesario para mantener la “estabilidad” macroeconómica costarricense. Como lo dice el Sr. Eduardo Lizano, el país ha logrado sortear las situaciones que se han presentado al cabo del tiempo con el tema del tipo de cambio, en su artículo Reformas financieras y Política monetaria y cambiaria (2007), comenta que la evolución de la economía costarricense, durante veinte años (1984 a 2004), no ha pasado crisis económicas, ni financieras; pero también menciona que el desarrollo económico del país no ha sido satisfactorio. Esto viene a generar controversia en todo lo que se nos ha implantado en la mente, la estabilidad no garantiza el desarrollo, ¿Cuál será el régimen cambiario en el futuro?, el más adecuado para lograr un crecimiento, el que a pesar de la crisis “silenciosa”, mencionada también por Lizano, refiriéndose a la situación de las finanzas públicas, donde, el Estado Costarricense no puede cumplir sus funciones básicas, propiciando un precario crecimiento económico y afectando directamente la estabilidad macroeconómica. Un régimen cambiario que logre favorecer a todos los sectores del país, tanto a los niveles altos, como los grupos sociales de bajos ingresos. Comenta literalmente Jorge Guardia Quiros, en su ensayo Liberalización Cambiaria en Costa Rica: Un verdadero vía crucis, me gustaría pensar que los planteamientos técnicos, incluyendo los más recientes del FMI en sus consultas anuales y trabajos de investigación, han pesado en todas las decisiones de política económica. Pero no es así. Creo, desafortunadamente, que muchas de ellas han pasado –y pasan aun- por un tamiz complaciente con los grupos de interés.

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