Auditoria vs revisoria fiscal
Enviado por sandralopez088 • 16 de Febrero de 2016 • Ensayo • 53.868 Palabras (216 Páginas) • 313 Visitas
AUDITORÍA VS REVISORÍA FISCAL
INTRODUCCIÓN
La profesión contable se encuentra hoy en una encrucijada determinada por los procesos de globalización que desde luego incorporan a los servicios profesionales y deben ser objeto de profundos análisis y trascendentales decisiones. En el caso Colombiano el asunto se sintetiza en la pretensión de tramitar un Proyecto de Ley de Intervención Económica que entre otras cosas pretende sustituir la Revisoría Fiscal por la Auditoría Financiera como práctica del control organizacional, como mecanismo para insertar la economía colombiana y el ejercicio profesional en el marco de la economía y el comercio mundial.
La estrategia de negociación es engañosa porque se agencia en un doble plano. Dentro de las discusiones del tratado donde no se hacen mayores reparos a las normas disconformes, es decir las normas jurídicas colombianas que dificultan el “ejercicio libre de la profesión contable” por corresponder a prácticas locales diferenciadas de las globales que restan estandarización al servicio, necesaria en mercados ampliados por constituir preludio de la concentración de los mercados. Pero en las negociaciones no se establecen cláusulas de salvaguardia, que excluyan o protejan los mercados de servicios profesionales para los nacionales en su apertura. La estrategia de negociación se estructura en una especie de filosofía del no, lo que no está expresamente excluido en el tratado, está incluido y en esta circunstancia es evidente la inclusión de servicios profesionales.
Lo anterior genera la apariencia de una paradoja, al mismo tiempo se quiere y no se quiere liberar el mercado de los servicios profesionales; se quiere porque no existen ni se han planteado cláusulas de salvaguardia que excluyan o limiten la libertad de mercado de actividades contables y de control y no se quiere porque no se exige la eliminación de cláusulas disconformes para el libre comercio.
Pero la aparente contradicción no existe, la verdad es que la negociación incorpora una especie de agenda interna, mediante la cual el Estado Colombiano “autónomamente” adecua las condiciones internas a los requerimientos de la globalización, sin pasar por el tamiz de las negociaciones, se construyen las condiciones necesarias a nivel interno y se ofrecen al mercado internacional sin condición, sin contraprestación, mostrando el asunto como una condición interna de desarrollo.
Es en este escenario que debe entenderse el llamado “Borrador de Proyecto de Ley de Intervención Económica, Una estrategia gubernamental distractora y engañosa que coloca las discusiones de la globalización en un doble escenario de discusiones, aparentemente excluyentes, realmente complementario donde unas cosas se pierden en las mesas de negociación y otras se otorgan en desarrollo de la “soberanía del Estado”, siempre con el mismo objetivo: la liberalización de nuestros mercados a las grandes multinacionales de los servicios profesionales.
Este trabajo no profundiza en aspectos jurídicos de la negociación, no aborda sus efectos políticos, la ausencia de principios como la reciprocidad como base de una negociación equitativa, solo se orienta a establecer desde el punto de vista conceptual, histórico y teórico la diferencia entre las formas de control organizacional hoy aplicadas en América Latina y las que se pretenden instaurar como conveniencia del mercado y no como necesidad de la sociedad, ni aún del empresariado colombiano que también será victima del despropósito.
En América Latina hemos sido históricos practicantes de una contabilidad forense, orientada a la construcción de pruebas sobre la veracidad y legalidad de las transacciones que otorgan fidedignidad a la información contable y ello determina concebirla como sistema integrado por unos procesos documentados y documentales. Las recientes crisis de la confianza en el mundo mostraron la crisis del paradigma de utilidad, de corte anglosajón, solo preocupado por la información contenida en los estados financieros, sin ningún interés por el proceso contable y sus funciones de control. La sustitución de la contabilidad por la información, contenido de los Estados Financieros y no de la Contabilidad, eliminaría de plano los mayores y mas efectivos instrumentos tecnológicos de supervisión, fiscalización y control organizacional y este es un discurso de necesario desarrollo que tampoco es objeto del presente trabajo.
La delimitación impuesta por la temática restringe a abordar tan solo algunos elementos críticos del control para tener bases iniciales de análisis de los efectos de la sustitución de la fiscalización por la auditoría, del control por la evaluación.
Muchos empresarios ven el asunto con simpatía, creen que el cambio de modelo los liberará de controles indeseables, porque los consideran intervencionismo de estado, obstáculo a la mano invisible característica del liberalismo económico, pero olvidan algunos elementos básicos: el neoliberalismo no es mercado libre, es imperio de los oligopolios y oligopsonios, no es construcción de ciudadanía universal, es fortalecimiento del estado nación para evitar la libre migración y debilitamiento del mismo para promover la libre circulación de mercancías y capitales a través de sus fronteras.
La adopción del modelo de auditoría financiera tampoco trae beneficios a los empresarios, estos entienden que el modelo es inútil, ineficiente como lo ha demostrado la historia y por ello deberá complementarse con fuertes prácticas de control interno, auditoría interna y en fin servicios de seguridad razonable que en numero que supera los ochenta y cinco (85) constituyen la desagregación del control integral en un portafolio diversificado y mucho más costoso para el usuario que de todas maneras los requiere.
Los otros ilusos hemos sido los propios profesionales que hemos escuchado los cantos de sirena creadores de la ilusión de un campo de trabajo delimitado por las fronteras de lo físico y no de la nación, desconociendo que el modelo evita la libre migración y que la producción de servicios globales solo nos condena a competir con las menores remuneraciones mundiales para prestar servicios transfronterizos, incluidos los requeridos en nuestra propia nación y que la única forma de convertirnos en cerebros fugados para comprometernos con la “sabiduría estandarizada” será siéndolo en otros conocimientos, en otras marcas pero en la misma tierra y con la misma ración.
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