Biografía Galdós
Enviado por albita1996 • 20 de Noviembre de 2011 • Biografía • 1.064 Palabras (5 Páginas) • 368 Visitas
holaBiografía
Galdós era hijo de un militar, Sebastián Pérez, y de Dolores Galdós, una dama de fuerte carácter e hija de un antiguo secretario de la Inquisición. Su padre inculcó en el hijo el gusto por la narraciones históricas contándole asiduamente historias de la Guerra de la Independencia en que había intervenido. Estudió en el colegio de San Agustín, que aplicaba una pedagogía activa y bastante avanzada para la época, durante los años en que empezaban a divulgarse por España las polémicas teorías darwinistas, de lo cual hay ecos en obras suyas como, por ejemplo, Doña Perfecta.
Obtuvo Galdós el título de bachiller en Artes en 1862, en el Instituto de La Laguna, y empezó a colaborar en la prensa local con poesías satíricas, ensayos y algunos cuentos. En septiembre de ese año marcha a Madrid para estudiar Derecho y conoce al fundador de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos, que le alentó a escribir y le hizo sentir curiosidad por una filosofía, el Krausismo, que marcará fuertemente su primera novelística; pero de momento se limita a frecuentar los teatros y crear con otros escritores paisanos suyos la "Tertulia Canaria" en Madrid, mientras acude a leer al Ateneo a los principales narradores europeos en inglés y francés; de mala gana procura seguir con sus estudios de Derecho, que deja al fin colgados.
En 1865 asiste a los hechos de la Noche de San Daniel, que le impresionan vivamente, y ese mismo año empieza a escribir como redactor meritorio en los periódicos La Nación y El Debate, así como en la Revista del Movimiento Intelectual de Europa. Al año siguiente, y en calidad de periodista, asiste al pronunciamiento de los sargentos del Cuartel de San Gil. Lleva una vida cómoda albergado primero por dos de sus hermanas y luego en casa de sobrino, José Hurtado de Mendoza. Según nos lo pinta Ramón Pérez de Ayala, lo que las fotografías confirman, era un descuidado en el vestir, se conformaba siempre con ir de tonos sombríos para pasar desapercibido y en invierno llevaba enrollada al cuello siempre una bufanda de lana blanca, con un cabo colgando del pecho y otro a la espalda, un puro a medio fumar en la mano y, cuando estaba sentado, a los pies su perro alsaciano. Se cortaba el pelo al rape y padecía horribles migrañas.
Era proverbial su timidez, que le hacía ser más que parco en palabras y de una modestia inverosímil, hasta el punto de no poder sufrir hablar en público. Entre sus dotes estaba el poseer una memoria visual portentosa y una retentiva increíble que le permitía recordar capítulos enteros del Quijote y detalles minúsculos de paisajes vistos solamente una vez veinticinco años antes. De ello nacía también su gran facilidad para el dibujo. Todas estas cualidades desarrollaron en él una de las facultades más importantes en un novelista, el poder de observación.
En 1867 viaja en calidad de corresponsal a París para dar cuenta de la Exposición Universal y en 1870 publica su primera novela, La Fontana de Oro, en que bosqueja la situación ideológica de España durante el Trienio Constitucional (1820-1823). Lee a Balzac y a Dickens, y traduce
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