Breve referencia histórica del Derecho Mercantil.

1.1 Breve referencia histórica del Derecho Mercantil.

1.1.1 La Edad Media.

La caída del imperio romano de Occidente vino a agravar las condiciones de inseguridad social creada por los bárbaros, inseguridad social que, a su vez, produjo la más completa decadencia de las actividades comerciales. El comercio resurgió a consecuencia de las Cruzadas, que no sólo abrieron vías de comunicación con el Cercano Oriente, sino que provocaron un intercambio de los productos de los distintos países europeos. Dicho florecimiento ocurrió en condiciones jurídicas y políticas muy diferentes de las que prevalecían en Roma, aquí subsistían varios derechos como el romano, germánico, formalista y primitivo En el aspecto político, faltaba un poder suficientemente fuerte e ilustrado que pudiese dar leyes con validez general y que resolvieran de modo adecuado los problemas creados por el auge mercantil. Así fue creándose un derecho de origen inspirado en la satisfacción de las peculiares necesidades del comercio. Las resoluciones de los tribunales comerciales fueron recopiladas, conservando su forma original, redactadas en términos generales y ordenadas sistemáticamente, formando estatutos u ordenanzas que, atenta la manera en que se originaron, diferían de una a otra ciudad.

1.1.2 La Edad Moderna.

Al fortalecer el poder real, principalmente por haberse unido las coronas de Castilla y de Aragón, las agrupaciones profesionales de comerciantes, llamadas Universidades de Mercaderes, hubieron de obtener la sanción regia para que sus ordenanzas conservaran el valor jurídico que hasta entonces habían tenido, y para que siguieran siendo válidas las decisiones de sus tribunales, que recibían el nombre de Consulados.

1.1.3 La Nueva España.

En la Nueva España se imitaron las instituciones jurídico mercantiles de la metrópoli, y así, hacia el año de 1581, los mercaderes de la ciudad de México constituyeron su Universidad, que fue autorizada por real cédula de Felipe Il, fechada en 1592, y confirmada por otra real cédula del propio monarca, dada en 1594, confirmación que fue necesaria debido a la oposición que la primera suscitó por parte de los escribanos de cámara.

1.1.4 Atribuciones del Consulado.

Muy variadas eran las funciones del Consulado. Si en un principio lo habían regido las Ordenanzas de Burgos y las de Sevilla, muy pronto el rey le confirió facultades legislativas, al encomendarle la formación de sus propias ordenanzas, mandando que, entre tanto se redactaban, se aplicaran las de Sevilla. Las Ordenanzas del Consulado de la Universidad de Mercaderes de la Nueva España fueron aprobadas por Felipe III en el año de 1604; tenían, en derecho, el carácter de supletorias de ellas, las de Burgos y las de Sevilla, no obstante lo cual en la práctica se aplicaron siempre

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