COACHING

Elaborado por:

Carlos Guaina

V-15706577

Diciembre, 2020

        Las exigencias del mercado, producto de la feroz competencia y los intentos de poseer la ventaja competitiva en un mundo cada vez más cambiante, lleva a las organizaciones a la adaptación obligada; con la finalidad de mantener la sustentabilidad de sus operaciones, pero; el ritmo y las estrategias solidas e innovadoras con el que las organizaciones consiguen ajustarse a los cambios, apoyadas en sus proceso, su capital humano y los cambios no pronosticados que suceden en su contexto de actuación, se revela como el foco esencial para la supervivencia y el éxito de éstas.

        Indiscutiblemente,  lo más valioso de una organización son sus empleados, que en definitiva son los que han de adaptarse a nuevas situaciones organizacionales: adaptarse en su forma de trabajar, de relacionarse y comunicarse los unos con los otros y en este contexto el aprendizaje organizacional, es decir, la adquisición de conocimientos por parte ya no de un individuo, sino de un conjunto de ellos, que poseen características, formación y aspiraciones comunes juegan un papel fundamental en la adaptación y crecimiento personal y profesional dentro del ámbito laboral y para la organización donde hacen vida.

        “A las empresas serias las hacen las personas serias”, decía siempre un supervisor que conocí en mi primer trabajo, -frase que entendí con el tiempo y que se mantiene vigente aun- y que trata de explicar de manera muy simple; que el comportamiento de los miembros de una organización repercute en la imagen de la misma y esta es el reflejo de lo aprendido, en tal sentido;  se sostiene que el aprendizaje organizacional es un proceso necesario dentro de las empresas porque; este que permite mejorar las acciones de la organización a través del desarrollo de nuevos conocimientos y capacidades, entonces; fomentar el aprendizaje organizacional proporciona a las empresas una ventaja competitiva respecto a la competencia al ganar flexibilidad y agilidad a la hora de generar innovaciones que permitan la adaptación del cambio; tan necesaria para subsistir.

        En el contexto antes referido, tomando en consideración la idea propuesta por Echeverria^[1] quien define “Por aprendizaje entendemos la capacidad de auto- transformación de una determinada entidad, sea ésta un individuo o una organización, de manera de asegurar su viabilidad y expandir sus posibilidades de éxito”.

        En ese orden se puede establecer que dentro de amplia gama que posibilidades de formas que se han planteado desde siempre el área de gestión organizacional; aparece el Coaching, el cual; se presenta como una herramienta de la administración de empresas moderna; relacionada con el autoaprendizaje; que utiliza y traslada elementos del área deportiva al área empresarial; como una búsqueda de alternativas que contribuyan a mejorar las actividades organizacionales; mediante la aplicación de técnicas para que las organizaciones puedan integrarse adecuadamente a los desafíos del mercado, impulsándolas a expandir la capacidad de desempeño de los trabajadores y conferirles mayores espacios de autonomía para que logren comportamientos en los que demuestren sus mejores capacidades, así como, facilitar el proceso de adaptación de los trabajadores a los cambios internos y externos de manera eficiente, movilizar los valores centrales y los compromisos del ser humano guiados de tal forma que logren alcanzar los objetivos propuestos con un nivel superior al esperado.

        El coahing ha demostrado ser una técnica eficaz para alcanzar los objetivos organizacionales, partiendo del hecho de potenciar a las personas objetivos de las técnicas de su aplicación, los llamados “coachee” para que estos sean capaces por sus propios medios, pero bajo la guía de un “Coach”, de explotar sus potencialidades, descubrir los límites de sus capacidades e incluso nuevas competencias para el logro de los objetivos personales, que se traducen en logros organizacionales.

        El coaching, es aplicado en el medio organizacional cuando es requerido; el desarrollo de una relación de sinergia entre los integrantes de la organización, facilitar un entrenamiento de las capacidades personal y su desarrollo como competencias complementarias de las capacidades y aptitudes de los miembros de los equipos de la organización, igualmente cuando surge la necesidad de resolver un problemas o conflicto dentro de la organización, o cuando se requiere ajustar o mantener el nivel de desempeño de los empleados.

        El coaching aunque no es una ciencia, ni una disciplina ha demostrado características,  que cubren los aspectos objetivos y descriptivos del desempeño de las personas dentro de la organización de una manera interactiva; mediante el intercambio de información que facilita el coach para alimentar una relación de conocimiento y reflexión con el coachee sobre su panorama y actuación actual y futura frente a las exigencias organizacionales y el establecimiento de responsabilidades de cara al mejoramiento continuo para alcanzar  los objetivos propios y comunes.

...