Cafebreria
Enviado por Analyne • 11 de Abril de 2015 • 518 Palabras (3 Páginas) • 193 Visitas
Intimidad y confort es lo que busca transmitir la cafebrería El Péndulo; estas dos cualidades envuelven al negocio de barrio que, al integrar la cultura con la experiencia de consumo, se ha mantenido como un ‘oasis’ en tiempos de crisis.
Su público está constituido por lectores muy diversos que encuentran en él más que una cafetería y más que solo una librería; la conjunción de ambas se ha constituido en el motor que lo ha mantenido durante 17 años.
“Quizá la librería por sí sola o el restaurante por sí solo no se habrían mantenido durante tanto tiempo, es la mezcla de ambos lo que nos ha mantenido y a su vez los nuevos productos a los que les hemos apostado como la línea de diseño”, asegura Eduardo Aizenman, director de proyectos la cafebrería.
El socio de la empresa afirma que incluso en épocas de crisis les ha ido bien porque El Péndulo representa un “oasis en el que puedes olvidarte del estrés y relajarte”.
En este aspecto el diseño ha tenido todo que ver pues una de las misiones era crear un destino que proyectara y promoviera un estilo de vida, en el que los lectores se sintieran a gusto a través de espacios llenos de luz, soportados en pisos de madera y grandes estantes pintados de los colores de los lomos de los libros que adornan cada rincón.
Y a pesar de ser un país de pocos lectores, la cafebrería ha sabido atrapar a un reducido sector que además, es parte de un nivel socioeconómico que no tiene conflicto en pagar libros importados, una línea que El Péndulo ha sabido explotar.
“Nos regimos por la política del precio único, sin embargo, tenemos una línea de importación muy importante que varía con la fluctuación del euro, con costos aduanales pero en realidad estos libros no se consiguen en otro lado”, agrega Aizenman.
Sobre la competencia, el también arquitecto comenta que en el caso de grandes librerías como Gandhi (la cual ayudó en un principio prestando sus proveedores), la diferencia radica en el concepto, “mientras vas a Gandhi a comprar un libro, aquí buscamos ser un destino en el que te quedes y además fomentamos otro tipo de cultura impartiendo cursos y organizando conciertos en nuestro foro”.
Se ven a sí mismos como un centro cultural de barrio que, aunque se ha expandido a seis sucursales, se sigue manejando de manera familiar y aunque para Eduardo la cultura es buen negocio, no es su propósito principal pues de ser así habrían sido más voraces y habrían introducido otro tipo de contenidos en sus tiendas.
“En Estados Unidos puedes ver en aprietos a grandes libreras, mientras que las pequeñas, las de barrio, se mantienen, porque ofrecen una experiencia más íntima y eso es lo que la gente está buscando”.
Brindar esa experiencia a la gente le ha ganado
...