Caribe, amigos e ideas emprendedoras. ¿Qué podría salir mal?

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2016. Caribe, amigos e ideas emprendedoras. ¿Qué podría salir mal?

        Estamos en noviembre, casi a final de año, y vemos por medio de una entrevista publicada por la cuenta Web Summit en Twitter, una divertida charla entre los nuevos amigos Billy McFarland y Ja Rule. Billy es el entrepreneur de la década; con la creación de su empresa Magnises en 2013, se había colocado como un prometedor empresario y en el millennial más exitoso de New York City. Por el otro lado tenemos a Ja Rule, quien desde 1994 ha ganado fama por ser un prominente rapero, cantautor y actor en los Estados Unidos.

        Durante esta entrevista podemos notar que un cierto nivel de complicidad ha nacido de esta nueva amistad entre estos dos personajes. Nos cuentan la historia de como se conocieron y como gracias a eso nace la idea de crear FYRE, una nueva aplicación la cual promete dar acceso a nuestros artistas favoritos y poner a nuestro alcance la posibilidad de contratarlos para un show privado sin la presencia de la mafia de la industria. “De los escenarios a su casa”. Tentador, ¿no?

        Y es así como surge la idea FYRE. Pero hay un importante detalle. ¿Cómo hacer que el publico se interese en nuestra propuesta? Se topan con el reto de hacer que esta app tan prometedora consiga su cometido. Obviamente los interesados en el proyecto no tardaron en unirse y generar ideas para el gran salto al éxito. Entre la lluvia de ideas surge un alocado comentario, “hagamos un festival de música”. Por muy extravagante y alocado que esto suene, para McFarland no lo era en lo absoluto. ¿Qué mejor manera de presentarle al mundo la idea de tener a tus ídolos a tu alcance, que un festival de música?

        Luego de tal ves unas cuantas semanas, Billy invita a su amigo Ja Rule a un pequeño viaje a una isla en las Bahamas. Al llegar le dice “aquí haremos nuestro festival”. El declara haber comprado la isla (que según se decía había pertenecido a Pablo Escobar) y que contaba con los medios necesarios para hacer realidad el proyecto.

        Lo que pasa después es conocido por todo el mundo, a excepción que vivas en una burbuja sin acceso a internet ni redes sociales en el punto más apartado de Siberia, pero a menos que ese sea el caso, ya lo sabes. Obviamente el proyecto fue un fracaso total. Pero ¿por qué? (Sad Face).

        Me gustaría enfocarme en tres cosas: la administración, la contabilidad y la publicidad. Como a cualquier otra empresa, el manejo de estas áreas puede o llevarte al éxito o a la ruina. En el caso de FYRE, la ruina total.

Cuando es iniciado un proyecto, el pilar de este se basa en nuestra administración, y dentro de esta la primera fase (y la mas importante) es la previsión, sin ella no podemos saber hacia donde nos dirigimos y cuales son nuestras posibilidades. Debemos de visualizar la idea y los medios por los cuales podemos alcanzarla. Una vez con esto se procede a la planeación; cómo y cuándo lo vamos a hacer, con qué lo vamos a hacer, quiénes van a participar, cuáles son nuestros objetivos y metas, y todo lo que sea necesario para formular un plan estratégico.

Sin estos pasos básicos, será imposible llegar a una ejecución efectiva. Es como subirte a un coche, pisar el acelerador y darte cuenta de que no tienes un volante y una palanca de velocidades. Y te estrellas.

        En el caso de FYRE, dieron inicio a un proyecto de magnitudes enormes, sin siquiera sentarse a visualizar el panorama y ver lo que sí era viable, y lo que no. El error aquí, obviamente encabezado por Billy, fue poner toda la confianza en el instinto del joven prodigio de NYC. Esto ocasionó que hubiera un sinfín de carencias, como el de análisis del mercado. Ellos no sabían a que clase de negocios estaban entrando, y no conocían el manejo de la industria de la música y el entretenimiento.

        Las demás carencias son de suma importancia en el manejo interno de la empresa, sin embargo, no se ve que en algún momento se sentaran a dialogar sobre la misión y la visión, objetivos y metas, búsqueda de rutas, y ni hablar de la filosofía organizacional y el análisis del entorno. En fin, una casa construida con madera de la mas fina, pero sin ningún tornillo o clavo que la mantenga unida.

        El siguiente fundamento de todo proyecto es la contabilidad, la cual nos provee de las herramientas necesarias para el manejo del capital, el cual nos da una perspectiva de a que podemos aspirar y cuanto contamos para alcanzarlo. En FYRE, se ve el gigantesco error de realizar inversiones y compras prácticamente “a ciegas”. Comenzaron a construir, a realizar contratos, a contratar personal, realizar la mercadotecnia y cientos de otros gastos, sin siquiera haber analizado el presupuesto con el que contaban.

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