Caso empresa La Polar

CASO LA POLAR

INTRODUCCIÓN

Empresa La Polar, partió en 1920 como una sastrería del barrio Estación Central, creciendo y ganando prestigio. En los 50s, Leon Paz Tchimino la adquirió para darle un giro en sus negocios comenzando la conversión de esta al tipo de comercio multitienda, que es como hoy la conocemos.

En la década de los 90s, comenzó una fuerte expansión debido a la incorporación de profesionales gerenciales que aceleraron su crecimiento.

La crisis del 98 pegó fuertemente en las ventas de esta empresa, teniendo que a inicios del 99 tomar otra empresa el control de La Polar, esta sería el grupo Southern Cross Group, adquiriéndola por completo realizando sucesivos aumentos de capital para regularizar su situación patrimonial.

Luego, a inicios de este milenio, aproximadamente hasta el 2004, La Polar experimentó un sostenido crecimiento, abriendo nuevas sucursales, duplicando su participación en el mercado.

Es en este escenario que se decidió abrir la compañía a la bolsa, permitiendo entregar una clara señal de estabilidad y confianza colocando un bono securitizado de cuentas por cobrar de MM$16.500.

En el siguiente periodo, continúa en alza sus ventas llegando a posicionarla como la cuarta multitienda con mejor participación en el mercado nacional.

A fines del 2006, la junta de accionistas aprobó un aumento de capital de 33 mil millones de pesos para financiar un ambicioso plan de expansión y programa de compensaciones. Ese mismo año cambia su imagen corporativa reflejando una concordancia con su actual posición dentro del mercado.

Hacia el 2008, realiza multiples alianzas con supermercados y otras compañías, además de campañas exitosas que lo hacían acercarse aún mas con su mercado objetivo.

Esta avalancha de éxitos y apertura al mercado, no solo traería consigo buenos réditos a La Polar, y esto será el asunto en cuestión a analizar.

DESARROLLO

El segmento al cual se enfocaban las ventas de La Polar era el medio – bajo, el cual resultaba poco atractivo para sus 3 mayores competidores. La estrategia consistió en ofrecerles productos altamente tecnológicos y de una mediana a buena calidad; estos podían llegar a sus manos fácilmente adquiriéndolos con su tarjeta de crédito La Polar. Este segmento de mercado posee claramente un potencial mayor de no pago crediticio, dándonos luces que el foco de su negocio no consistía en el flujo de ventas, sino en el crédito entregado a sus clientes.

El posicionamiento de La Polar en la bolsa y sus buenos resultados económicos, implicaron que muchos grupos estuviesen interesados en participar de esta compañía adquiriendo acciones en la bolsa, pero ninguno de estos accionistas llegó a tener una participación importante del porcentaje de esta, ninguno de estos grupos alcanzó a tener siquiera el 10%, dejando

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