¿Como Se Llama La Cancion, En Donde El Video Sale Una Mujer Morena Y Se Le Enfocan Los Labios En El Video?
Enviado por xasda • 9 de Diciembre de 2013 • 518 Palabras (3 Páginas) • 911 Visitas
1. En el capítulo 1 Cassirer trata el problema del conocimiento del hombre y expone algunas teorías filosóficas sobre este problema. Estas exposiciones son sumamente interesantes pero breves. Por eso, recomendamos que, a medida que se avanza en la lectura de este capítulo, el docente ofrezca a los alumnos la posibilidad de leer fragmentos de estos filósofos.
Por ejemplo, teniendo en cuenta la exposición de Cassirer y las afirmaciones de Pascal que siguen, responder las siguientes preguntas:
¿Por qué la razón no puede conocer ciertas verdades? ¿Cuáles son esas verdades? ¿De qué otro modo pueden ser conocidas? ¿Qué diferencias pueden establecerse entre la razón, la experiencia y el “corazón”?
Conocemos la verdad no solamente por la razón sino también por el corazón.
La contradicción es una mala señal de verdad. Muchas cosas ciertas son controvertidas. Muchas falsas pasan sin contradicción. Ni la contradicción es señal de falsedad ni la no contradicción es señal de verdad.
El último paso de la razón consiste en reconocer que hay una infinidad de cosas que la sobrepasan.
Todo lo que es incomprensible no deja por ello de ser.
El corazón tiene razones que la razón no conoce.
Blaise Pascal, Pensamientos.
2. A partir de la lectura del capítulo 2, responder las siguientes preguntas:
¿Qué diferencias establece Cassirer entre los seres humanos y los demás animales? ¿Cuáles son los componentes del universo simbólico? ¿Por qué la definición de “hombre” como “animal racional” es una definición inadecuada?
3. Umberto Eco comienza uno de sus libros (Signo) narrando la situación de un italiano que se encuentra en París y que desea comunicarse con un médico porque siente un dolor en el vientre. Eco concluye su narración con estas reflexiones:
Por el momento, lo que nos interesaba subrayar era que un individuo normal, ante un problema tan espontáneo y natural como un vulgar “dolor de vientre”, se ve obligado a entrar inmediatamente en un retículo de sistemas de signos; algunos de ellos, vinculados a la posibilidad de realizar operaciones prácticas; otros, implicados más directamente en actitudes que podríamos definir como “ideológicas”. Pero, en cualquier caso, todos ellos son fundamentales para los fines de la interacción social, hasta el punto de que podemos preguntarnos si son los signos los que permiten a Sigma vivir en sociedad, o si la sociedad en la que Sigma vive y se constituye como ser humano no es otra cosa que un complejo sistema de sistemas de signos. En una palabra, ¿Sigma hubiera podido tener conciencia racional de su propio dolor, posibilidad de pensarlo y de clasificarlo, si la sociedad y la cultura no lo hubieran humanizado como animal capaz de elaborar y de comunicar signos? (Umberto Eco, Signo, Barcelona, Labor, 1980, p. 10).
¿Cómo respondería Cassirer
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