Como sobrevivir a una corporación,

Política e integridad/ética normalmente son vistos como términos mutuamente excluyentes, sin embargo el término política por si solo carece de valor moral, es totalmente neutro, lo que permite que estos dos términos puedan ir de la mano; hay formas de manejar una actitud política con integridad y altos valores morales. Justamente el libro habla de cómo lograrlo y al mismo tiempo de cómo detectar comportamientos poco éticos dentro de una corporación, así como evitar caer uno mismo en esa tentación, sin perder las virtudes de la política.

Sin embargo antes de manejar un equilibrio entre ambos lados de la balanza, es importante definir algunas situaciones importantes dentro de la empresa que pueden afectar el ambiente político en la misma, desde la inestabilidad y cambios constantes hasta el carácter propio de las personas que se vuelven depredadores corporativos.

Es importante identificar todos los casos que puedan afectar la estabilidad política de la empresa, existen ciertas circunstancias que sirven como guía para darnos cuenta si una persona si estamos subestimando el grado de política en la empresa: “Subestiman mi trabajo, falta de crecimiento, soy víctima de la reestructura, no valoran mi trabajo, no se vender mis ideas, me sabotearon”, todo este tipo de comentarios nos pueden ayudar a detectar los puntos ciegos dentro de la empresa.

El último, el sabotaje es un aspecto desagradable de revisar sine embargo si tenemos algún indicio de que exista, es importante darle un segundo vistazo y analizar mas a profundidad el tema ya que puede convertir el ambiente de la empresa en un ambiente totalmente toxico. El sabotaje puede ser discreto a través de la generación de rumores o chismes,  ocultando información importante para el desempeño de alguna actividad o proyecto, limitando recursos, ignorando las ideas o bien más abierto por medio del sarcasmo o insultos, provocando, o exhibiendo cierta circunstancias.

Estar consciente de estas situaciones, no es para volverse paranoico y sospechar de todo el mundo y de lo que hace, sin embargo si para estar preparado para cualquier situación que pueda presentarse.

Considero importante el poder distinguir precisamente de cuando se trata de una intensión real de sabotaje o bien es la personalidad de la gente, o incluso si talvez esta “contraatacando”, para poder eliminar el problema de raíz o  bien prevenirlo tanto a nivel personal como corporativo.

Otro aspecto muy importante a considerar, es por un lado conocer es el espectro político, las características de cada extremo, identificar el estilo propio y el de los demás dentro de la corporación.

Los lados de la balanza giran en torno a las personas orientadas al Poder de las Ideas (PI) y las personas orientadas al Poder de las Personas (PP)

En el caso de las PI,  el poder emana del trabajo bien hecho, de las buenas ideas,, de la creatividad y de la contribución que se haga a la empresa, están abiertos a la retro alimentación y la toma como una oportunidad de crecimiento personal y profesional, siempre consideran el hacer las cosas correctas, además de siempre compartir sus ideas y proyectos con todo el mundo y sobre todo que los buenos resultados hablan por sí  mismos.

Todo esto puede sonar muy bonito, e incluso hacernos pensar que este es el tipo de personas que queremos, sin embargo no todo es blanco ni todo negro, y como dicen todo en exceso hace daño; este tipo de personas en el extremo tienden a ser subestimadas, ya que siempre andan por la vida sin alzar la voz esperando a que su trabajo hable por ellos y pueden pasar años esperando a que los volteen a ver; por lo mismo pierden al oportunidad de realizar networking, no les importa como son percibidos por los demás, o lo que es peor, no se dan cuenta y no pueden detener y evitar se es genere una mala reputación, hablan demás sobre proyectos o ideas sin distinguir si son las personas adecuadas o no y sobre todo se vuelven jueces de cualquier situación ya que se consideran las personas más rectas y con derecho a juzgar cualquier situación.

Por otro lado las PP son personas que identifican quienes son las personas claves dentro de una organización, tanto a nivel formal como informal y sacan provecho  de ello, los leen y conocen cada detalle, ideas, preferencias; cuidan mucho su imagen y lo que piensen los demás de ellos. Están muy enfocados en hacer lo que funciona, lo que es bueno ya que pueden llegar a impulsar grandes ideas y proyectos; sin embargo son personas con agendas mas privadas, no comparte todos sus planes y mucho menos sus intensiones además de que consideran que la forma de lograr objetivos es a través de las relaciones con las personas correctas y por supuesto no dudan en hacerse brillar en informar a todos sus logros (o no).

El problema con este tipo de personas es que se pueden volver obsesivas con el poder y con el control sobre las personas hasta el punto de llegar a la intimidación, así mismo se vuelven personas de desconfianza, ya que buscan su propio interés sobre el interés de la empresa, su agenda es todavía más privada ya que va orientada a sus propios intereses y bolsillo. Por supuesto el exceso de confianza y egocentrismo, nos les permite ver cómo es que son percibidos por los demás, como sus actitudes generan desconfianza y por supuesto solo buscan personas dentro de su equipo que piensen y actúan igual que ellos independientemente de sus capacidades, recibir retroalimentación es algo que no está en su  diccionario, lo que les impide tener un crecimiento profesional y personal. Algo importante a resaltar de este extremo es que tarde o temprano todo se sabe, muchos escándalos corporativos se ha presentado a lo largo donde se han visto involucradas personas con de este lado del espectro.

Considero importante comentar que el ser humano es un ser dinámico y en diferentes momento de la vida podemos estar de un lado o del otro, pasar completamente de un extremo al otro dependiendo de las circunstancias, los importante como se comente es precisamente encontrar el equilibrio, sacar el lado positivo de ambos estilos y ser conscientes de nuestros actos y pensamientos para poder reorientarlos y corregirlos pero sobre todo nunca perder nuestra esencia y valores.

En ese sentido el libro habla de diferentes tácticas personales para surfear en el camino del apolítica corporativa: Primeramente generando un mapa de estilos políticos, identificando paralelamente los tipos de poder existentes en la organización; oficial extra oficial, lideres emergentes, uno mismo, prácticamente toda la organización. Realizar este mapeo, es complejo, ya que es una actividad sumamente subjetiva, depende de nuestra propia percepción y podemos caer en el error, además de que se deben considerar factores como el hecho de que el estilo no está vinculado con la posición jerárquica de la persona y sobre todo como se comentaba anteriormente, que depende mucho de la etapa de la vida en la que se encuentren las personas puede ser su  lugar en el  mapa. Asimismo puede haber incongruencia entre como es en casa a como es en el trabajo debido a las circunstancias que rodea a las personas.

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