Compromiso y satisfaccion laboral

La inserción en el mercado laboral de los egresados de la carrera de gestión empresarial del Instituto Tecnológico Mario Molina Campus Zapopan

Razón García Carol Elizabeth^[1]

Resumen

La siguiente investigación tiene como objetivo analizar el nivel de empleabilidad de los Ingenieros en Gestión Empresarial egresados del Instituto Tecnológico Mario Molina Campus Zapopan en función de sus competencias profesionales, esto partiendo desde la hipótesis; si las competencias de los egresados de la carrera de IGE (Ingeniería en Gestión Empresarial) son las adecuadas entonces se garantiza su empleabilidad dentro del mercado laboral. Para realizar esta investigación se elaboraron 16 encuestas correspondientes a nuestras variables independientes, en este caso competencias laborales, e independientes, la empleabilidad.

Palabras Clave

Mercado laboral, empleabilidad, egresados, competencias profesionales.

Introducción

En los procesos de transición e incorporación al mercado laboral de los alumnos que concluyen sus estudios superiores se puede observar una evidente falta de correspondencia entre la formación que se imparte, las demandas del mundo empresarial y las exigencias del puesto de trabajo, lo que obliga inevitablemente a una revisión de los planes de estudio para ajustarlos a las verdaderas necesidades que impone la demanda del sector empresarial. (Michavilla y Calvo, 1998)

 Por ello es importante conocer la situación que presenta el mercado de trabajo en relación a la carrera, las posibilidades de acceso, las tareas a desempeñar, las perspectivas del futuro, etc. Con el fin de que se produzca una racionalización del proceso de elección académico profesional de los estudiantes.

La inserción socio profesional del universitario como indicador de calidad universitaria

La flexibilización del mercado de trabajo, los avances tecnológicos, económicos y demográficos junto a la democratización de la universidad y el aumento de otras posibilidades formativas, ha originado que la preocupación por la búsqueda de un empleo adecuado a una cualificación determinada sea una constante en las personas que obtienen una titulación. El creciente problema del paro y del empleo precario afecta a grandes masas de población, incluidos los universitarios, con el consiguiente debate de las funciones del sistema educativo en general y el papel que la universidad ha de jugar en la sociedad. Cuestionándose así tanto el objetivo profesional de la universidad, como la forma de conseguirlo (Martínez, 2002).

El análisis de los fines de la universidad deja patente que una de sus principales funciones es la capacitación profesional de los titulados. Así, si el grado de excelencia de una institución de enseñanza superior depende, entre otros elementos, del cumplimiento de sus metas y de que éstas se adecuen a las necesidades sociales de un determinado contexto y en un momento dado, la inserción de los titulados en el mercado de trabajo será uno de los criterios de calidad de las universidades (Jiménez Vivas, A, 2007).  

La creciente demanda por un profesional altamente calificado, con competencias genéricas, como la flexibilidad, la capacidad de innovación y de aprendizaje, entre otras, para desempeñarse en un mundo cambiante y amplio, por la globalización de la sociedad y del mercado, impacta en el patrón tradicional de diseño y organización de los sistemas de formación, dejando ver una importante brecha. Los  procesos  de  planificación  estratégica,  movidos,  entre  otros,  por  la  búsqueda  de  calidad,  de  rendición  de  cuentas  y  de  pertinencia  de  los  procesos  formativos  en  relación  a  los  requerimientos  del  ámbito  laboral,  han  impulsado a las instituciones de educación superior a desarrollar estudios que les permitan contar con información sobre el quehacer formativo, diseño e implementación del currículo, los procesos de enseñanza-aprendizaje y los resultados de este, expresado, entre otros, en los perfiles de sus egresados.

Los estudios de seguimiento de egresados aparecen como un mecanismo que permite diagnosticar la realidad profesional y laboral de aquellos que se formaron en una determinada institución y proveerla con información sobre la inserción de ellos al mercado laboral. Los estudios pueden informar sobre los requerimientos específicos de determinados campos profesionales, de las distancias entre los perfiles de egreso y los perfiles para el desempeño profesional, y en esto, evaluar la satisfacción de los egresados con la formación recibida, el lugar en la escala profesional a la que están accediendo los egresados, los requerimientos de capacitación y educación continua, entre otros. En una sola expresión, los egresados pueden mostrar el grado de cumplimiento de los propósitos institucionales y de las carreras en su proceso formativo. La calidad de una universidad, no puede considerarse, desde un enfoque global, sin contemplar la adecuación del producto que sale de sus aulas a las demandas sociales y productivas del mercado de trabajo donde se insertan dichos productos. La propia evaluación de la calidad puede fomentar la capacidad de autorreflexión de los centros de enseñanza superior y su capacidad para reorganizar los resultados, de modo que pueda satisfacer mejor esas necesidades de su entorno económico social y cultural. (Molero, 2000) El análisis de la inserción servirá para realizar una evaluación y mejora de la calidad de la enseñanza universitaria y será útil en la acometida de procesos de acreditación de calidad. Asimismo, será una herramienta que proporcione información a la comunidad universitaria y a los distintos colectivos relacionados con ella.

La relación universidad-empresa

Existe cierto debate acerca de la intensidad y linealidad de la relación universidad - empresa. El problema surge porque vivimos en un entorno cambiante y volátil, donde las transformaciones que se producen en el mercado de trabajo imposibilitan la adecuación total de las enseñanzas universitarias a estas demandas, por sufrir una velocidad de cambio mayor que la adaptación de planes de estudio, métodos docentes y estructura universitaria entre otros. En este mundo complejo y global no es fácil conocer las necesidades de titulados, máxime teniendo en cuenta que una universidad no puede incrementar su ritmo de producción como si de una empresa de bienes o servicios se tratara (Teichler y Khem, 1995) Para el gobierno es de vital importancia que la enseñanza superior se oriente a las necesidades del mercado de trabajo de modo que pueda contribuir más eficazmente a un mayor rendimiento de la economía, es cierto que el sistema educativo en general y también en el caso de las instituciones de educación superior, no ha de formar partiendo únicamente de las demandas productivas, sino que debe ir más allá buscando la formación integral de la persona. La educación ha de servir para mucho más que para que el alumno acceda a un puesto de trabajo, ha de ir encaminada a potenciar el despliegue de todas sus capacidades a lo largo de toda la vida. (Martínez, 2002).

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