Conductas positivas en un proceso de motivación de equipo

Conductas positivas en un proceso de motivación de equipo

De todos los recursos necesarios en un proyecto, el equipo de trabajo es el más difícil de administrar. Si está motivado, el equipo puede hacer frente a una tarea titánica y sin queja alguna. Pero, cuando tenemos problemas con la motivación, debemos de ajustar el rumbo oportunamente antes de que se nos “hunda el barco”.

Dentro de las conductas positivas tenemos:

• Para motivar a otros, primeramente uno debe estar motivado y hacerlo notar en todo momento. Si se logra mostrar energía y seguridad, el equipo tendrá confianza y te seguirá convencido.
• Debemos compartir toda la información que se tenga acerca del proyecto, el equipo debe hacer suyo al proyecto y conocer los “pro y los contra”, con esto el equipo puede tomar iniciativas propias para mejorar el proyecto.
• Escuchar a los colaboradores; deles espacio de tiempo en tiempo, y esmérate en escucharlos. Esto debería ser un ritual para obtener sus perspectivas. Se pueden obtener ideas frescas que ayuden a mejorar las políticas y beneficiar al proyecto.
• Es bueno compartir los problemas con el equipo. Entre todos pueden buscar ideas y modos alternativos para salir de esta mala situación. Una vez que sienten que el líder también es parte del equipo es más fácil llevarlos a resolver los retos y dificultades del proyecto. A raíz de esto, brindar un incondicional apoyo al equipo, entregándose confianza mutua. Es imperativo que confíen en que los apoyarás en caso de que estén en problemas.
• Hay que tener disciplina, pero a la vez debemos hacer todo lo posible por mantener un ambiente amigable. Las personas usualmente trabajan mejor si no “sienten a su jefe encima”. Las fechas y compromisos deben ser un reto, de tal forma que el equipo se sienta orgulloso de alcanzarlas, en lugar que sean una obligación impuesta que ocasione discusiones si no se cumplen. Debemos tener en cuenta que los proyectos se dividen en fases, y una buena motivación sería la “celebración” cuando las etapas se vayan cumpliendo, preparando algo especial y en el mismo lugar de trabajo, así el equipo completo podrá disfrutarlas en lugar de preocuparse de otros compromisos.
• Tener estimación hacia los miembros de su equipo, aprender a dar las gracias si lo amerita, al comunicarse ser humilde, eligiendo cuidadosamente las palabras a pronunciar, con esto, las personas pueden esforzarse más al buscar ese reconocimiento. Cuando algo vaya bien se deben brindar elogios, un correo electrónico que reconozca una buena idea, por ejemplo, es una excelente manera de mostrarles aprecio.
• Cuando se discuta un proyecto dar una retroalimentación positiva; mencionando que es lo que se ha realizado correctamente, las deficiencias y como el equipo lo puede hacer mejor. Cuando un miembro del equipo le exponga un problema hay que ser positivo en el análisis, tratando de encontrar una solución definitiva para que la persona regrese a trabajar en ella.
• Debemos dividir de buena forma el trabajo y con esto buscar a las personas idóneas para el trabajo correcto, incluso aunque un miembro esté poco convencido de enfrentar una tarea nueva, posteriormente podría ganar mucha confianza al completar exitosamente el objetivo. El impacto a la moral es enorme en caso de falla.

Conductas negativas en un proceso de motivación de equipo

• Falta de metas: Establecerse metas dentro del trabajo es una conducta saludable que no sólo ayudará a superar épocas de crisis sino que, además, serán muy bien vistas por nuestro empleador pues entenderá que hay compromiso con la empresa y sus objetivos. No aceptar la mediocridad: no hay que conformarse con lo suficiente sino buscar la excelencia. No aceptar la inferioridad del equipo al que se pertenece sino alentarle a alcanzar las metas marcadas.
• Descuidar los detalles: Es común ver cómo algunos empleados dejan al azar algunos detalles que no por tales son insignificantes, como el caso de la vestimenta, la puntualidad o el trato interpersonal dentro del trabajo. Cuando el trabajo nos importa, es necesario ser consecuente en todos los aspectos y ello debe traducirse en una buena imagen y actitud, no sólo en un buen trabajo.
• No sentirse merecedor: La insatisfacción o el sentimiento de que “el éxito no es para tí” pueden ser grandes saboteadores de excelentes empleados que, teniendo todas las capacidades no logran destacarse o alcanzar sus objetivos.
• No perder el entusiasmo y la energía: en tiempos inciertos, muchas personas dejan de lado la ilusión de los proyectos y consideran las nuevas iniciativas como una carga demasiado abrumadora. Los líderes deben de absorber toda la fuerza de un reto para poder transmitirla a los subordinados.
•  Pecar de incoherente: La comunicación es fundamental para saber qué es lo que piensan los empleados y no recibir sus críticas. Tener un mal juicio sobre alguna cuestión puede desestabilizar y desmotivar al equipo.
• No colaborar: creer que los compañeros son competidores y no coordinarse con ellos es un fallo usual. No ayudar a las personas que conforman un grupo de trabajo hará que éste navegue a la deriva. Hay que aportar los conocimientos necesarios, porque si triunfa el equipo, triunfa el líder.
• Saltarse las normas establecidas: si el líder viola las normas, no puede pretender que los empleados las respeten. Transgredir las órdenes impuestas es percibido como falta de integridad.
•  No aceptar las nuevas ideas: no hay que cerrar las puertas a las propuestas de los empleados, siempre pueden ser enriquecedoras y positivas para un proyecto. Si las buenas ideas no se aplican, el plan puede quedarse estancado.
• No aprender de los errores: hay que aplicar la inteligencia emocional. Las exaltaciones deben controlarse y aplicar las capacidades de interacción que se posean. Los errores del grupo son puntos de aprendizaje y no de discrepancias.

Conducta de motivación de Equipo de más automotivación

...