Creacion de una startup

Creación de una Start-Up

“Abrir una startup requiere de muchísima dedicación, disciplina y esfuerzo, es una decisión muy relevante para la que tienes que estar 100% preparado”

-Rodrigo Ocejo

Fundador y director general de Kuspit, la primera casa de bolsa 100% en línea

La búsqueda de la innovación en un ambiente empresarial es una actividad priorizada en el comercio. La frase ‘reinventarse o morir’ es sin lugar a duda la mejor descripción del objetivo de las start-up’s, esto hace referencia a una empresa que comienza con un modelo de negocio basado en la gran escala, a diferencia de las Pymes que se enfocan en algo de menor tamaño. Esta diferencia promete que la empresa pueda escalarse con el uso de las tecnologías digitales como lo son las redes sociales. Lo anterior puede desatar una serie de cuestiones que se enfocan a cómo es que se crea una Start-Up, pero lo más importante aquí no es el inicio, sino el mantenerse competitivo y creciendo. Pero, ¿Cómo se logra?

En el siguiente texto se dará a conocer el proceso para crear una Start-Up desde cero, y las pautas para que ésta se pueda mantener en la economía, aportando aspectos positivos a la sociedad mediante productos o servicios que valen la pena.

Lo primero que se tiene que hacer es definir una idea, la cual debe ser precisa y enfocada a un solo nicho para evitar desviarse del objetivo, que es mejorar algún producto o servicio en especial. Para esto se elige un problema que será el que dé la pauta para adaptar el modelo de negocio a los usuarios y al mismo tiempo, se debe tener claro qué es lo que queremos ofrecer. Es necesario preguntarnos qué es lo que vamos a vender específicamente, las funciones que realiza, la diferencia con otros productos existentes, nuestro público objetivo, el por qué nos comprarían a nosotros y no a la competencia, por cuál medio es mejor publicitarnos y quién será nuestra competencia. Al final, se debe crear una descripción concisa para exponerla a posibles clientes o inversionistas (Golan, 2014).

La evaluación del mercado se realiza seguido de la elección de nuestro proyecto. Esto se hace con el objetivo de ver qué piensa la gente de nuestro producto y de esta forma, es posible hacer cambios y mejoras (Gomez, s/f).

Una vez que se tenga una idea del negocio que queremos emprender, es importante reconocer lo qué vamos a necesitar, lo cual implica armar un equipo de trabajo de personas que se complementen, una página web, herramientas, proveedores, espacio de oficinas, entre otras cosas.  No es necesario contar con todo al momento de definir esto, simplemente es tener una idea para cálculos de margen de ganancia posteriores (Medina, s/f).

Después de estar conformes con lo que vamos a necesitar, lo que definirá la verdadera viabilidad del negocio es la construcción de un prototipo que, en caso de ser un servicio, implica un diagrama del proceso para atraer clientes. En caso de ser un producto, se realiza uno o más ensayos físicos que sean funcionales y fáciles de producir. Si no es posible llevarlo a la vida real, un diseño a computadora será suficiente, siempre y cuando se defina la producción (Toren, s/f).

Más adelante es importante escribir un plan de acción que contenga tiempo de actividad y costo. Si queremos ser más específicos y tenemos personal que se pueda encargar de algunos procesos, necesitamos prepararnos en la administración y gestión de proyectos mediante cursos en línea o presenciales, de preferencia basados en las estrategias del PMI (Project Management Institute). En general, el plan debe contener un manejo de recursos (personal, tiempo y dinero), así como una gestión de riesgos para saber resolver los problemas que podamos tener en el futuro. Cabe recordar que nada ocurre como se planea, es por esto que nuestra estrategia debe ser flexible y dinámica (Retos en Supply Chain, 2017).

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