Cápitulo 2 Longevidad: La Prueba de Tiempo de una Estrategia Exitosa

Cápitulo 2

Longevidad: La Prueba de Tiempo de una Estrategia Exitosa

 “Hay algo más importante que la lógica: la imaginación”. Entre más a largo plazo sea una estrategia mayor es para la compañía. La prueba del tiempo de una estrategia exitosa es su longevidad. Las empresas deben enfocarse en cumplir su estrategia y no estar cambiando de estrategia a cada minuto.

Un estudio determinó que el tiempo de vida de las corporaciones modernas es de entre 15 y 25 años, y que estos números cambiarán a entre 10 y 15 años en la próxima década.

Existen empresas “mayores” (con más de 100 años) que se caracterizan por haber llevado a cabo bien sus estrategias como Coca- Cola, J.P Morgan, General Electric y otras. Caterpillar, Disney, Morgan Stanley y otras, son empresas “adultas” (que tienen más de 50 años). Microsoft, Wal-Mart, Intel y otras son empresas “adolescentes” (tienen más de 30 años).

Las empresas que tienen CEO’s y ejecutivos que pueden planear una estrategia adecuada con su negocio tienen más oportunidad para ser exitosa, en cambio las empresas que se desvían de sus estrategias tienen menos oportunidad de lograr sus metas. “Las guerras se ganan en la sala de planeación, no en el campo de batalla”.

Uno de los elementos para ser una empresa exitosa es tener una estrategia clara, coherente que llevan a cabo con propósito singular; se dedican por completo a esa estrategia y no permiten ser desviados de ella. La supremacía es el único objetivo de la estrategia a largo plazo. Una de las amenazas a la supremacía a largo plazo proviene de una fuente completamente diferente, inesperada: la llegada de un competidor que ni siquiera aparece en la pantalla de su radar.

Cambiar el juego, competidores sigilosos, supremacía competitiva. Las compañías que ponen en práctica estos conceptos de pensamiento estratégico consecuentemente se convierten en líderes de sus industrias logrando, en muchos casos, supremacía estratégica a largo plazo. No es coincidencia, se logra por un proceso deliberado a través del cual evalúa su paisaje y crea estrategias corporativas que toman por sorpresa continuamente a la competencia y ofrece a los clientes algo que no puede obtener en ningún otro lado. Ese proceso deliberado se llama Proceso de Pensamiento Estratégico, y puede llevarse a cabo todos los días por los equipos de administración de cualquier tipo de compañía, en cualquier industria, incluyendo la suya.

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