Decisiones No Monetarias
Enviado por omarjosejimenez • 28 de Junio de 2011 • 1.541 Palabras (7 Páginas) • 1.846 Visitas
RIESGO E INCERTIDUMBRE
La toma de decisiones día a día es una realidad de la vida diaria para todos. Todas las personas, de todos los ámbitos enfrentan numerosos hechos y circunstancias que influyen en el proceso de la toma de decisiones.
No existe un método único para tomar decisiones que se pueda emplear en todas las situaciones. La persona que toma una decisión debe definir con exactitud el problema en cuestión, después debe generar soluciones alternativas y evaluarlas y, por último, tomar la decisión. Sin embargo, hacer todo lo anterior no resulta tan sencillo en la realidad.
Las condiciones que inciden en la toma de decisiones, se pueden tomar bajo el riesgo y la incertidumbre. Si la información disminuye y se torna ambigua, la condición de riesgo entra en el proceso de la toma de decisiones.
El riesgo supone un hecho externo al sujeto, que puede acontecer o no en algún momento determinado. Por lo que el riesgo puede ser contemplado como elemento de incertidumbre que puede afectar a la actividad, pudiendo ser motivado por causas externas o internas, según; Quesada, Francisco. (1991). Pag. 18-21. (1999)..
En la condición de incertidumbre, las personas que toman una decisión cuentan con poca información o ninguna acerca de las circunstancias y los criterios que deben fundamentarla.
Existe un ambiente de incertidumbre cuando falta el conocimiento seguro y claro respecto del desenlace o consecuencias futuras de alguna acción, situación o elemento patrimonial, lo que puede derivar en riesgo cuando se aprecia la perspectiva de una contingencia con posibilidad de generar pérdidas o la proximidad de un daño. La incertidumbre según Carmona, Pedro. (1995). Pág. 581. supone cuantificar hechos mediante estimaciones para reducir riesgos futuros, y aunque su estimación sea difícil no justificará su falta de información.
La distinción entre riesgo e incertidumbre fue establecida por F. Knight en 1921, quien se refería a la primera como aquella situación en la que no existe certeza sobre el resultado de la decisión, aunque se conoce al menos la probabilidad de los distintos resultados alternativos.
Este sería el caso, por ejemplo, de la elección entre cara o cruz de una moneda: desconocemos de antemano el resultado conocemos la probabilidad objetiva de las dos alternativas. Las situaciones de incertidumbre se caracterizarían, en cambio, por el hecho de que no sólo desconocemos el resultado final, sino que no podemos predecirlo tampoco en términos de probabilidades objetivas.
Así pues, uno de los problemas centrales a los que se ha enfrentado la teoría de la decisión ha consistido en establecer algún criterio que permita optar por una acción u otra en situaciones de riesgo e incertidumbre.
Gerd Gigerenzer, autor del libro Decisiones instintivas y director del Centro para la Conducta Adaptativa y la Cognición del Instituto Max Plank, Gigerenzer ha analizado la intuición y ha descubierto que se toman mejores decisiones si se tiene en cuenta una buena razón que si se tiene en cuenta diez
Las decisiones intuitivas son las elecciones que se efectúan sin saber si son óptimas o no. Algunas de estas decisiones son adoptadas tan a la ligera que parece como si hubieran sido tomadas a ciegas. Estas decisiones se toman en todos los niveles y su importancia se determina por el hecho de que una abrumadora mayoría de las decisiones entran en esta categoría. La explicación de la forma intuitiva de tomar decisiones gira en torno a muchos factores. Algunos de estos son
1. Se destina un tiempo insuficiente a obtener decisiones óptimas.
2. No se definen claramente los objetivos o no se estructuran bien las condiciones del problema a resolver.
3. La complejidad del problema impide una solución óptima; es decir, que no se puede deducir una decisión óptima.
4. Falta de información.
5. En algunos casos se plantea que el costo de obtener una solución óptima es mayor que el costo del error vinculado a una decisión intuitiva.
Para la toma de decisiones, queda determinado que se decide en forma espontánea y creativa, por lo tanto, el encargado de tomar las decisiones es capaz de estimar la credibilidad de las alternativas o los resultados. Esta capacidad de asignar probabilidades podría ser el resultado de la experiencia personal o de información secundaria.
El enfoque optimista, en este método se evalúa cada alternativa de decisión en términos del mejor resultado que puede ocurrir. La alternativa de decisión que se recomienda es la que ofrece la mejor consecuencia posible. Si las consecuencias son variables deseables que queremos maximizar el criterio es maximizar los resultados máximos de cada alternativa, en cuyo caso a este método se le conoce como Máximax. Si por el contrario las consecuencias son variables no deseables que queremos minimizar el criterio es minimizar los resultados mínimos de cada alternativa y de así que se le conozca como criterio MiniMin.
El
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