Derecho

Capitulo seis

Grace.

El lobo había tardado seis años en permitirlo tocarlo. Abrazarlo. Y luego me había protegido.

Necesitaba desesperadamente contárselo a alguien, pero sabía que mi padre no compartiría mi entusiasmo con los lobos. Mantuve la boca cerrada.

Contuve el aliento y me concentré en la noche. Al cabo de un rato, me di cuenta de unos ruidos que venían del garaje de atrás. Había jurado que se trataba de uñas que repiqueteaban en el porche. ¿Habría un lobo en el porche? Tal vez fue un mapache. Pero después vi algo que se revolvía y gruñía, y desde luego no era un mapache.

Salí de la cama y caminé de pintitas. Por un momento pensé que había soñado aquellos ruidos, pero entonces volvieron a sonar aquellos ruidos. Los troncos de los primeros arboles formaban una barrera que me separaba de la espesura. De repente se materializó una cara. Era la loba blanca: me miraba desde el otro lado del cristal. Estaba tan cerca que distinguí su pelaje. Clavó sus ojos azules en los míos, un gruño hizo temblar el cristal, y me pareció entender lo que ella quería que supiera “No creas que él va a protegerte” fue lo que pensé.

En este capítulo yo entendí que ellos siempre se estaban esperando. Uno al otro.  Y un día llegó la ocasión y se vieron, pero hay una licántropo que pienso que está celosa, que es la loba, la hembra del lobo alfa. La cual la ha estado vigilando y por eso quería darle una advertencia de que no lo viera o no lo buscara.

Reporte de Lectura

Bachillerato Internacional Jefferson

Guerrero R Gabriela.

Sebastián Zerpa González.

                                                                                        Morelia, Michoacán.

                                                                              4 de Septiembre del 2015.

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