Desafíos Actuales De Las Empresas En Colombia

Desafíos actuales de las empresas en Colombia

En este texto se plantean los diferentes elementos que de una u otra forma afectan la creación y la productividad de las empresas en el país y por ende la economía nacional; Si bien estos elementos han causado dificultades, no es precisamente por la naturaleza de los mismos, sino, porque nuestro país no está preparado para aprovechar y/o neutralizar si es el caso, los efectos de cada elemento.

Entre los elementos más importantes se encuentran el desarrollo tecnológico, que a pesar de que el país no está en el top mundial, se puede evidenciar que Colombia ha logrado avances muy importantes en este campo y la Globalización, siendo este, el factor que a mi modo de ver nos ha perjudicado fuertemente.

Este fenómeno (Globalización) que se ha hecho cada vez más fuerte es una herramienta, que de ser bien utilizada podría garantizar el veloz desarrollo de una empresa y hasta de un país, en nuestro caso esto es una realidad por varias razones: La educación, que con su política “Educación de calidad, el camino para la prosperidad” ha dejado de lado un aspecto muy importante y es nada menos que desarrollar el espíritu investigativo en los estudiantes, por otro lado está el apoyo del gobierno, que no es suficiente para garantizar buenas condiciones en pro de crear empresa, por ultimo y casi como consecuencia de estas dos razones, la tan famosa recursividad del colombiano se ha visto amilanada.

Teniendo en cuenta lo anterior, pienso que es importante que todos los colombianos cambiemos la mentalidad y comencemos a creer en nuestro potencial (que es bastante) y en nuestros productos, que con un poco de esfuerzo pueden entrar a competir con las grandes marcas. Si logramos que cada una de nuestras familias apoye la industria Colombiana, estaremos cada vez más cerca del tan anhelado desarrollo de nuestro país.

Para concluir, hago mención de una frase de José Carol:

“El éxito es directamente proporcional a la capacidad de riesgo que uno tiene”.

Entonces, ¿porque no arriesgarnos a cambiar el curso de nuestro país?

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