Diagnóstico Económico

Diagnóstico Económico

La economía ecuatoriana continúa creciendo durante el primer trimestre del presente año, a un ritmo superior al del trimestre anterior. El crecimiento económico ha venido impulsado por un repunte en la construcción y la acuicultura, según el informe que publica el BCE. Por su parte, el sector petrolero muestra una tendencia favorable. Sin embargo, la balanza comercial, aunque mejora, continúa manteniéndose en situación de déficit. Finalmente, cabe destacar que Ecuador registra la tasa de desempleo más baja de su historia, como consecuencia del dinamismo económico, principalmente en el sector pesquero, y el bono de desarrollo humano, mientras que la inflación continúa su tendencia alcista.

La situación de déficit público se mantiene, debido al elevado gasto público, lo que ha llevado al presidente R. Correa a mantener un pulso con la banca privada en lo concerniente a la financiación del bono de desarrollo humano. Por este motivo, y dada la reducción observada en la inversión extranjera directa, ha sido necesario recurrir a la deuda externa. La necesidad de financiación ha obligado al endeudamiento con China, comprometiendo las futuras exportaciones de petróleo.

Perspectivas de Evolución

Se reducen las previsiones de crecimiento. La crisis europea podría tener una repercusión en los precios del petróleo, y por tanto afectar al crecimiento económico. Las exportaciones mantienen una evolución lenta, por lo que el déficit en la balanza comercial, unida a la reducción en las remesas como consecuencia de la situación económica en

España y el resto de Europa, dificulta la recuperación de la balanza comercial. No obstante, el crecimiento económico ha sido impulsado principalmente por el consumo privado, aunque la debilidad de la demanda externa y la reducción del precio de los bienes de exportación, principalmente del petróleo, tienden a contener dicho crecimiento.

Se prevé un aumento en la inflación, como consecuencia del incremento en el gasto público y en el precio de las importaciones, debido principalmente a la imposición de medidas arancelarias. Por su parte, el continuo incremento en el gasto público y la disminución de la recaudación debido a la caída en los precios del petróleo va a contribuir al déficit público y a la dependencia de la deuda externa.

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