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Diccionario de Términos Económicos


Enviado por   •  4 de Julio de 2012  •  Tutorial  •  7.127 Palabras (29 Páginas)  •  446 Visitas

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Abstinencia. Término acuñado por Nassau Sénior para describir la eliminación de posibles consumos presentes con el objeto de permitir la acumulación de capital. La abstinencia, en tal sentido, es la actitud que conduce al ahorro, adquiriendo gran significación en el nacimiento de una sociedad capitalista: si bien la misma lleva a la reducción del consumo inmediato, ella hace posible, a través de la acumulación y ampliación de los bienes de capital, que aumente la oferta de bienes y servicios a mediano plazo.

Para que la abstinencia produzca un flujo continuo de bienes de capital es necesario que la misma tenga alguna recompensa: de otro modo la abstención del consumo presente se convertiría en una desutilidad absoluta, incompatible con una elección económica racional. Dicha utilidad o recompensa fue equiparada -por Senior y otros economistas del siglo XIX- al valor de la tasa de interés, constituyéndose así en una de las tempranas explicaciones dadas a los beneficios del capital.

Abundancia. Situación en la cual pueden satisfacerse plenamente las necesidades humanas de bienes y servicios. La abundancia, como opuesta a la escasez, requiere de una oferta ilimitada de las mercancías que son deseadas por los consumidores pero, como los deseos de estos son de hecho también ilimitados, no puede producirse en condiciones de la vida real; sólo existe verdadera abundancia, en la práctica, de aquellos bienes que son llamados libres, o no económicos, como el aire u otros semejantes. Como se ve, el sentido económico del término es diferente conceptualmente al sentido vulgar: en este último caso se habla de abundancia cuando existe una gran disponibilidad de bienes, es decir, cuando existe una oferta considerable que supera a la demanda. En tal caso los bienes tienden a bajar de precio pero, sólo en el límite, podrían llegar a considerarse realmente abundantes.

Activo. Todo aquello que una persona o empresa posee o le deben; los activos, por lo tanto, forman parte del patrimonio. Los activos incluyen activos reales y tangibles, como terrenos, edificaciones, plantas, máquinas, mobiliario y otros bienes, y activos financieros: dinero, valores, créditos y cuentas por cobrar, etc. Otra clasificación usual distingue entre el activo circulante de una empresa, constituido por la porción líquida de sus activos totales, es decir, que puede ser convertida rápidamente en efectivo, como los saldos de caja, cuentas bancarias y deudas a corto plazo, y los activos fijos que son aquellos que se refieren a deudas a mediano y largo plazo y, especialmente, a los bienes de capital, muebles e inmuebles, que sufren depreciación a lo largo del tiempo.

Activos financieros. Son aquellos productos, pagarés, letras, bonos, acciones que el emisor utiliza para financiarse. Por tanto, es el inversor quien adquiere estos activos financieros.

Acumulación. Entre los economistas marxistas se usa este término para hacer referencia al crecimiento o aumento de capital que se va produciendo históricamente en una empresa, rama de actividad o nación. Marx distinguió entre la acumulación corriente que se produce como resultado de la plusvalía que obtienen los capitalistas en su actividad productiva y la acumulación primitiva u originaria, aquella que es resultado del despojo colonial o político, y que está en el origen de la moderna clase capitalista.

Agente económico. Es el sujeto que interviene en la actividad económica. Dependiendo de su actividad se pueden dividir en agentes de producción y agentes de consumo. Por otra parte, y dependiendo del nivel de análisis en el que intervienen se pueden agrupar en individuales o microeconómicos, intermedios y macroeconómicos.

Ahorro. Aquella parte de la renta que no es gastada en los bienes y servicios que forman parte del consumo corriente. Ahorran las personas o unidades familiares cuando reservan parte de su ingreso neto para realizar inversiones o mantenerlo como fondo ante eventualidades diversas. Se habla también, a veces, del ahorro de las empresas, para hacer referencia a la parte de los beneficios que no es pagada en impuestos ni distribuida como dividendos entre los accionistas.

El dinero ahorrado generalmente se deposita en cuentas bancarias que ganan cierto interés; la banca utiliza tales depósitos para otorgar préstamos, con lo que las cantidades ahorradas quedan así disponibles para la inversión. Existe, por lo tanto, una relación clara entre la proporción del ingreso nacional que se destina al ahorro y la magnitud de la inversión y de la formación de capital.

Amortización. La palabra tiene dos acepciones, próximas aunque no idénticas. Por una parte se refiere a la redención parcial que se va haciendo de una deuda, con pagos sucesivos mediante los cuales se va devolviendo el capital. Por otra parte, amortizar es el proceso a través del cual se van apartando fondos para cancelar un activo ya adquirido en un numero determinado de años, generalmente el tiempo de su vida activa esperada. En este caso se van separando cantidades regulares, generalmente anuales, para acumular la suma que resultará necesaria, al final del período de amortización, para adquirir el activo que se va depreciando. Para el cálculo de dicha suma es preciso tener en cuenta la tasa de interés, los efectos de la inflación y los aumentos de precios que pueden provenir del mejoramiento técnico de los bienes que se usarán para la reposición de los que se van amortizando. Existen diversos métodos contables para realizar este cálculo.

Aranceles. Impuestos que pagan los bienes que son importados a un país. Los aranceles son derechos de aduana que pueden ser específicos o ad valorem: los primeros obligan al pago de una cantidad determinada por cada unidad del bien importado, por cada unidad de peso o por cada unidad de volumen; los segundos se calculan como un porcentaje del valor de los bienes y son los que más se utilizan en la actualidad. Los aranceles aumentan el precio de los bienes importados.

Los aranceles se emplean para obtener un ingreso gubernamental o para proteger a la industria nacional de la competencia de las importaciones. El primero de esos usos ha tendido a decaer en las economías modernas, prefiriéndose otras fuentes de ingreso. Los aranceles que se establecen para proteger industrias incipientes o para "defender el empleo" constituyen la base de las políticas proteccionistas que estuvieron tan difundidas en América Latina hasta la década de los ochenta. Pero la teoría económica ha mostrado insostenible esta práctica, pues encarece indebidamente los bienes en el mercado local y -de hecho- hace más difícil que la industria local se actualice tecnológicamente. Solo en el caso de dumping por parte de competidores externos se justifica tal protección.

Área de librecambio. Acuerdo entre dos

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