EL EL TALENTO HUMANO Y LA GESTIÓN DE LA INNOVACIÓN

EL TALENTO HUMANO Y LA GESTIÓN DE LA INNOVACIÓN

La innovación es un proceso de personas y los procedimientos y manuales no pueden sustituir la creatividad y la libertad personal. Esta es una de las razones por las cuales los recursos humanos constituyen el elemento más importante para alcanzar la competitividad en cualquier tipo de organización. En 1993 Drucker afirmaba que ningún país ha alcanzado el desarrollo, sin una inversión significativa en capital humano y en conocimientos, acentuando este planteamiento posteriormente, cuando dijo que: “el recurso más escaso en toda organización es el personal de buen desempeño”.

Con el cambio tecnológico acelerado que caracteriza a nuestras sociedades, se hace más evidente la necesidad de contar con recursos humanos adecuadamente formados y con capacidad para adaptarse y generar cambios en su entorno. Esto implica no sólo incrementar la inversión en la educación tradicional, sino, además, en la formación que se lleva a cabo en el seno de las empresas (en el caso de la formación universitaria, iniciativas como las de “Universidad Corporativa1” y “Formación Dual”, están dando buenos resultados en varios países).

Pero esto no basta. Si entendemos la creatividad como un proceso intuitivo que llega a la solución de un problema sin pasar por un procedimiento estructurado y utiliza un conjunto de conocimientos que el individuo posee (muchas veces de forma subconsciente), cabría entonces preguntarnos si esta es una cualidad innata o se puede adquirir, si se puede aumentar y cómo hacerlo. Según diversos estudios, todo individuo tiene un potencial creativo que es muy poco utilizado por la empresa, por falta de mecanismos y estímulos adecuados y de una verdadera cultura innovadora en la organización, lo que conduce a que, muchas veces estas personas den salida a su potencial creador fuera de la misma. Por tanto, la empresa debe desarrollar formas para canalizar adecuadamente esta energía creativa, insumo fundamental para la innovación. Es un hecho que las personas creativas solo pueden desarrollar su potencial dentro de organizaciones creativas. Una organización burocrática, rutinaria, autoritaria e indiferente a las nuevas ideas, inhibirá estas aptitudes y actitudes en el individuo.

Por ello, la Gestión de los Recursos Humanos en el seno de las empresas debe tener una clara orientación hacia el fomento de la creatividad y la innovación, al desarrollar todos los procesos que le son inherentes, desde la propia selección del recurso humano. Elegir (debido a un proceso de selección mal estructurado) a individuos acostumbrados a hacer todo acorde a una rutina, con temor o indiferencia a expresar libremente sus opiniones, tendientes a concordar siempre con el grupo para evitar conflictos y temerosos de las nuevas formas que exijan aprendizaje, es un mal punto de partida si, como dijimos, lo que se quiere es fomentar la creatividad y la

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