ENSAYO ORIENTACION SOCIOLABORAL

¿Qué sentido tiene la orientación sociolaboral en una sociedad fundada en el trabajo pero donde no hay empleo para todos?

Durante muchos años se ha considerado que la Orientación Sociolaboral era una actividad programada para el momento de la vida en el que tienes que elegir una profesión.

Por suerte esta concepción ha ido quedando atrás. En la actualidad, se considera que la orientación sociolaboral es un proceso permanente que se debe ofrecer al niño, al adolescente, al joven y también al adulto. En consecuencia, esto impone un reto a los sistemas educativos ya que su objetivo es que el joven vaya preparándose para la elección de una carrera y que ello constituya un verdadero acto de autonomía e independencia.

Partimos del posicionamiento de que la orientación sociolaboral es necesaria, ya sea en épocas de creación de empleo como en otras en las que estos puestos de trabajo se destruyen, como está ocurriendo en la actualidad en nuestro país y en otros países de Europa y América.

[pic 1][pic 2]

En la anterior tabla podemos ver la evolución de la tasa de desempleo en España desde el año 1990 hasta el 2015. Como podemos observar, en los años 2012 y 2013 se alcanzó el mayor número de parados, disminuyendo después en los años 2014 y 2015. En la actualidad, la tasa de desempleo en nuestro país es la siguiente:

[pic 3][pic 4]

En esta tabla podemos ver el porcentaje de desempleo actual en España. Asimismo, es cierto que en el último año ha disminuido la tasa de paro con respecto al año anterior en un 2%.  El mercado laboral arroja un nivel de paro por debajo de la barrera de los cinco millones -con una bajada de casi 300.000 desempleados, queda en 4.850.800- y una población ocupada que supera, después de años, los 18 millones de trabajadores, datos recogidos en la encuesta de población activa.

En la actualidad, la falta de empleo es uno de los problemas más urgente y que afecta a numerosas personas y familias, siendo considerado como el principal elemento de integración en la sociedad ya que es el medio para conseguir recursos económicos. Esta grave situación se intensifica en aquellos colectivos con mayores problemas para la inserción laboral o para su reincorporación al mundo laboral después de haber sido excluidos de éste por distintos motivos. Con esto me refiero a jóvenes con fracaso escolar, mujeres mayores de 40 años con bajo nivel formativo y que no han trabajado nunca o lo han hecho desde la economía sumergida, o mayores de 50 años (en su mayoría parados/as de larga duración) que expulsados del mercado laboral, sufren la paradoja de ser todavía demasiado jóvenes para tener derecho a la jubilación y demasiado mayores para ser admitidos en un nuevo puesto de trabajo.

Las soluciones que se han propuesto para intentar suprimir este problema de desempleo han sido numerosas pero no han dado efecto, puesto que aún no hemos encontrado la fórmula para conseguir reducirlo. Estamos asistiendo a reformas laborales cuyo objetivo es reducir las elevadas tasas de desempleo, pero en la realidad lo que están ocasionando es un empobrecimiento real de personas y familias y un empeoramiento de la calidad de vida, potenciando actuaciones tales como la contratación a jornada parcial, lo cual trae consigo una reducción del nivel salarial, además de una gran cantidad de despidos de trabajadores en las empresas.

El director del Instituto Americano para Terapia Cognitiva en Estados Unidos, Robert L. Leahy, sostiene que “estar desempleado es una de las experiencias más difíciles y más devastadoras que las personas atraviesan”. Asimismo, las consecuencias generadas por el hecho de estar desempleado son diversas: depresión, estrés, ansiedad, hipertensión, diabetes, letargo hasta generar situaciones de violencia e incitar al consumo abusivo del alcohol, inestabilidad emocional, desarrollo de pensamientos negativos y un malestar psicológico en general.

Por lo tanto, en una situación como la actual, donde el mercado laboral está por los suelos, es todavía más conveniente la orientación sociolaboral, entendida no sólo como una intervención puntual, sino como un proceso continuado de intervención a lo largo de la vida, donde se ofrece un servicio de guía, asesoramiento, información sobre recursos actuales en materia formativa y sobre el mercado laboral. Además, también pretende mejorar la autoestima, las expectativas de éxito, la motivación de búsqueda, la autoeficacia, el locus de control, y en general la confianza y seguridad de la persona para afrontar procesos de selección.

Siguiendo la misma línea, según Hervás Avilés (2006), el empowerment (fortalecimiento personal) es un término que se ha incorporado con fuerza a diferentes disciplinas, tales como la educación y el trabajo social, y que recientemente se relaciona con los principios de prevención, desarrollo e intervención social. McWhriter (1998) afirma que el empowerment es un proceso en el que las personas, las organizaciones o los grupos que no tienen fortaleza, que no se sienten competentes o que se encuentran marginados, llegan a conocer las dinámicas de poder que actúan en su contexto vital, desarrollan las habilidades y capacidades para tomar el control de sus propias vidas sin interferir en los derechos de otras personas, y apoyan y refuerzan el fortalecimiento personal de los demás componentes de su grupo o comunidad.

...