“EXPORTACIÓN DE LIMÓN PERSA A JAPÓN”
Enviado por garedD • 21 de Febrero de 2016 • Trabajo • 5.358 Palabras (22 Páginas) • 1.090 Visitas
“EXPORTACIÓN DE LIMÓN PERSA A JAPÓN”
Introducción
En esta investigación, hablaremos sobre la factibilidad que tendría el exportar limón persa o limón sin semilla del estado de Colima a la ciudad de Yokohama situada en el país de Japón; siendo México el principal proveedor de limón persa para el país japonés.
El estado de Colima, no es el mayor productor, pero es el estado que obtiene de las mayores ganancias, basándonos en la producción entre el valor con el que se vende el limón persa.
Nuestro mercado meta es Japón, enviaremos nuestro producto para allá, ya que es uno de los principales consumidores, ya que allá no se produce, nuestro limón será enviado e introducido al mercado por la ciudad de Yokohama.
Tenemos establecidos nuestros objetivos, los cuales serán nuestras principales metas a cumplir, y así poco a poco queremos introducir nuestro producto en el mercado japonés, y así convertirnos en una marca competitiva y posesionada en el mercado internacional.
Objetivo General
Posicionar el producto en el mercado internacional.
Objetivos específicos
* Diseñar un empaque que resulte atractivo y llamativo para el cliente.
* Conocer la producción nacional e internacional y la demanda nacional e internacional del producto.
* Contar con un gran departamento de marketing.
* Realizar encuestas.
Antecedentes
El limón persa conocido técnicamente como Citrus latifolia es un cítrico originario de Asia. Dentro de los cítricos ocupa el segundo lugar en importancia, tanto para su consumo en fresco como por su uso agroindustrial.
El cultivo del limón persa se introdujo en Estados Unidos entre 1850 y 1801, desarrollándose lentamente, primero en California, donde es conocido como Bearss lime, y luego en Florida, en el Condado de Dade, cerca de Miami, donde encontró mejores condiciones climáticas para su desarrollo.
Se sembró también “limón mexicano” en la Isla de Key y en las islas cercanas a Fort Meyers, siendo este el producto que prosperó, hasta que en 1926 un huracán destruyó las plantaciones.
Comenzó entonces el auge del limón persa de Florida como producto para consumo en fresco y, desde finales de la década de los 40, también en forma industrializada, con la aparición de la industria de jugos concentrados. A finales de la década de los 70, comenzó a introducirse en los Estados Unidos, en forma esporádica, el limón persa proveniente de Veracruz, por la ruta del valle de Texas (McAllen, Hidalgo, Laredo, Edimburg), iniciándose exportaciones en gran escala a mediados de los ochenta, cuando Estados Unidos cerró la frontera al “limón mexicano” de Colima y Michoacán, por problemas fitosanitarios.
Debido a la gran helada que sufrieron florida y el norte de México en 1989, el huracán Andrew que devastó las plantaciones de Florida en 1992 y las recientes heladas nuevamente en el sudeste de Estados Unidos y el norte de México en 1995, la producción de limón persa norteamericana quedó severamente dañada y el producto mexicano dominó completamente el mercado de consumo de los Estados Unidos. La zona de McAllen, se convirtió en el centro de comercialización de limón persa más importante a nivel mundial.
Consumidores y usuarios
El mito de la homogeneidad (igualdad) de la población japonesa, se podría aplicar en cierto modo, en el perfil de los consumidores. Se podría llegar a generalizar que la mayoría de decisiones en relación a las compras son efectuadas por las amas de casa, excepto en los casos de artículos de más valor. De hecho, disfrutan de más tiempo libre que sus maridos, por lo que disponen de más tiempo de ocio (tiempo libre) que utilizan para sus estudios, hobbies, deportes y otras adquisiciones culturales (Herbig, 1995), hecho que resulta de la disposición de más tiempo para escoger y comprar artículos, que no el típico "salaryman" (término por el cual los japoneses designan a los ejecutivos de bajo rango en una empresa) ocupado en el despacho de la empresa donde trabaja, realizando horas extras.
En relación a las preferencias de los consumidores japoneses, en primer lugar y con gran diferencia, encontramos la gran importancia que dan a la calidad de los productos. No quedan satisfechos solo con su correcta funcionalidad, sino que la calidad debe ser excelente en todos los aspectos que conforman el producto. La calidad del producto y la confianza del cliente son dos elementos muy arraigados a las empresas japonesas donde buscan y consiguen los cero defectos. Eso sí, artículo de calidad, pero si es posible a un precio razonable. Si el cliente queda satisfecho con la calidad del producto, lo asociará a la marca y muy probablemente será fiel a la misma. Es importante la estrategia desde la compañía de la marca, en especial en relación a los puntos de venta donde quiere estar presente, más que la publicidad que pueda ofrecer. La publicidad en Japón tiene un sentido más estético y no tan directo a las ventajas del producto, por lo que la estrategia a tomar es ofrecer el producto en el lugar más adecuado. Si un consumidor japonés compra un articulo ofrecido en una tienda prestigiosa y posteriormente se encuentra el mismo producto en una tienda de descuento, el producto perderá credibilidad y probablemente al consumidor japonés. Éste avalúa con detalle la presentación del producto. Comprar es en parte una distracción y dedicará más tiempo a contemplar los productos de varias marcas, antes de escoger. La apariencia y el "packaging" serán fundamentales para la salida del producto y relacionándolo con la calidad, ésta deberá ser excelente, sin presentar ningún rasguño, ni parte dañada.
Existe una debilidad por los artículos de lujo, de clase y de precio elevado; pues simbolizan el estatus de clase social de sus compradores. No obstante, esta tendencia se está perdiendo entre las nuevas generaciones.
Productos y precios
El limón persa es un fruto blongo a ovoide, con una papila terminal ancha no muy pronunciada, de 3.8 a 6.6 cm. de largo e incluso mayor, de color amarillo brillante al madurar.
Se cultiva tanto en semilla así como injertos y su desarrollo comprende período improductivo mínimo de 4 años, siendo necesarios 4 años más para alcanzar su producción plena; el período productivo es de aproximadamente 20 años a partir de los cuales comienza a declinar su rendimiento. Se cosecha todo el año con mínimos en temporada invernal (de noviembre a marzo) y máximos de mayo a septiembre.
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