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Economia De Brasil


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2013  •  4.483 Palabras (18 Páginas)  •  261 Visitas

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EL BRASIL

En 2011 la economía brasileña se desaceleró, al anotar una tasa de crecimiento cercana a un 2,9%, frente al 7,5% registrado en 2010. El menor crecimiento obedeció al agotamiento de la capacidad ociosa de la industria y al impacto de las políticas para contener la fuerte expansión de la demanda interna y las consecuentes presiones inflacionarias. En el tercer trimestre del año, frente al deterioro del escenario internacional y la pérdida de dinamismo de la actividad económica, la política macroeconómica se orientó a mantener el crecimiento, en especial con la reducción de la tasa de interés y con el anuncio en los primeros días de diciembre de medidas de reducción de impuestos sobre algunos bienes de consumo y medidas de control del crédito menos estrictas, que se espera contribuyan a acelerar el ritmo de la economía en 2012, a una tasa cercana al 3,5%.

En 2011 la política fiscal consolidó un ajuste para incrementar el superávit primario. De enero a octubre de

2011 se acumuló un superávit primario del 3,5% del PIB, frente al 2,9% registrado en el mismo período de 2010. El ajuste se debió al mayor crecimiento de los ingresos del gobierno federal (un 13,7% en términos reales en los primeros diez meses de 2011 frente a igual periodo del año anterior, excluido el impacto de cesión de derechos con Petrobras en 2010) y mayor control de los gastos, con una variación real de un 4,3% en el mismo período.

En la variación de los dos principales tributos correspondiente a los primeros diez meses de 2011, se destacan la fuerte expansión de los impuestos sobre las utilidades de las empresas, que alcanzó un 17,6% en términos reales, y de las contribuciones para la previsión social, que ascendió a un 9,4%. Además se observaron incrementos reales superiores al 8% en los diez principales tributos federales. Esa evolución se atribuye sobre todo a la expansión real de la masa salarial y de las ventas de bienes de servicios. Por sector, se registró el doble de la recaudación real de los impuestos pagados por la minería, con un 117,6%, y una sustantiva ampliación de los impuestos federales pagados por el sector financiero, del 22,8%, y por la industria automotriz, del 15,1%.

En cuanto al gasto, se observó un mayor control sobre los gastos no obligatorios. La inversión registró una caída real de un 8,7% del monto acumulado entre enero y octubre de 2011, comparado con el mismo período de 2010. El menor egreso responde a la revisión de proyectos y a los procesos de monitoreo y control de gastos de capital. En los demás gastos de capital, el monto acumulado creció en términos reales un 4,9%, un ritmo sustancialmente menor que en 2010, cuando registró una expansión real de un 16,6%. Las dos principales partidas de gastos, como gastos de personal y gastos en beneficios de la previsión social, volvieron a registrar aumentos reales de un 3,7% y un 4,7%, respectivamente.

A inicios de diciembre de 2011, el gobierno anunció un conjunto de medidas fiscales y crediticias para estimular la producción interna frente a la incertidumbre derivada de la crisis internacional. Se redujo o eliminó el impuesto sobre los productos de línea blanca, como refrigeradores y cocinas, y sobre productos alimenticios como pastas. Asimismo, se anunció la eliminación del impuesto sobre operaciones de ingreso de capital extranjero para la compra de acciones y capital de riesgo y la disminución del impuesto sobre operaciones de crédito a personas, de un 3% a un 2,5% al año.

La política monetaria estuvo signada por el cambio de dirección de la tasa de interés. En el primer semestre, el banco central elevó la tasa de interés del Sistema Especial de Liquidación y Custodia (SELIC) de un

10,75% en enero a un 12,5% en julio, con el objeto de controlar presiones inflacionarias. En agosto, esa política se modificó cuando el banco central reconoció que había empeorado el escenario externo. Desde julio hasta noviembre, las autoridades redujeron la tasa de interés a un 11%, con perspectivas de futuras bajas en 2012. El crédito continuó expandiéndose a un ritmo de un 12,6% en los primeros diez meses, un poco menor al 16,9% registrado en 2010. Sin embargo, la evolución del crédito se vio condicionada por medidas macro prudenciales que exigieron una mayor capitalización de las instituciones financieras para operaciones de mayor plazo.

Hasta agosto, antes del deterioro del escenario externo, la política económica brasileña tuvo por principal preocupación el continuo ingreso de capitales, por lo que se ampliaron las medidas de regulación de esos flujos financieros. Aumentó el impuesto sobre las operaciones financieras para operaciones en préstamos y compra deacciones hasta un 6% según su plazo y se anunció elcobro de un impuesto sobre las operaciones de derivados. Con la volatilidad observada a partir de septiembre, el gobierno postergó la aplicación de algunas de esas medidas y recientemente eliminó el cobro de algunos de esos impuestos para los inversionistas extranjeros.

De todas maneras, la variación del escenario externo redundó en una volatilidad del mercado cambiario. Hasta julio de 2011, el real seguía valorizándose y acusaba una apreciación nominal de un 6,7% con relación a diciembre de 2010, cuando llegó a una tasa cercana a los 1,50 reales por dólar. Con el deterioro de la crisis en Europa, el real sufrió una fuerte volatilidad, al producirse rápidas y reducidas devaluaciones. Entre septiembre y noviembre, el tipo de cambio nominal superó los 1,90 reales por dólar y en noviembre alcanzó cerca de los 1,81 reales.

La menor expansión de la actividad económica en los primeros trimestres de 2011, de un 3,2% en relación con el mismo período de 2010, obedeció a la caída de los ritmos de crecimiento de varios sectores productivos. El sector agropecuario registró un crecimiento inferior (2,8%), debido al menor dinamismo de la actividad pecuaria, aunque algunos de sus principales productos deberán registrar cosechas récord. La minería se desaceleró notablemente, al alcanzar una expansión de solo un 3%, debido a la caída de la producción de petróleo (un -2% del acumulado de enero a septiembre de 2011 en relación con el mismo período de 2010) y la menor expansión de otros minerales como el hierro (un 5,5% con relación a 2010, después de anotar un alza de un 29,5% en ese año, de acuerdo a la principal empresa minera del país).

En los primeros tres trimestres de 2011, la industria manufacturera anotó un alza del 1% con relación a igual período de 2010. El menor crecimiento se debió al bajo dinamismo de la producción de bienes de consumo (0,4%) y de bienes intermedios (0,6%). A su vez, la

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