Economia Internacional
Enviado por empresariales • 1 de Abril de 2013 • 2.593 Palabras (11 Páginas) • 423 Visitas
1.- El marco institucional: BCE, SEBC y Eurosistema.
El Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), que se establece en el Tratado de la Unión Europea (TUE), está compuesto por el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales de todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE), independientemente de que hayan adoptado el euro o no.
El BCE fue creado el 1 de junio de 1998, y es uno de los bancos centrales más jóvenes del mundo, lo cual no obsta para que haya heredado la credibilidad y experiencia de todos los bancos centrales nacionales de la zona del euro que, conjuntamente con el BCE, instrumentan la política monetaria de la zona del euro. El BCE es un organismo supranacional, con personalidad jurídica propia de acuerdo con el derecho público internacional, que constituye el núcleo del Eurosistema y del SEBC.
El fundamento jurídico del BCE y del SEBC es el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. De acuerdo con este Tratado, el SEBC comprende el BCE y los BCN de todos los Estados miembros de la UE (veintisiete desde el 1 de enero de 2007). Los Estatutos del SEBC y del BCE están recogidos en un Protocolo anexo al Tratado.
El Tratado establece que «el objetivo principal del SEBC será mantener la estabilidad de precios» y «sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas económicas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2». Entre dichos objetivos figuran «un alto nivel de empleo […], un crecimiento sostenible y no inflacionista, un alto grado de competitividad y de convergencia de los resultados económicos». Por lo tanto, el Tratado dispone claramente unos objetivos prioritarios, atribuyendo una importancia primordial a la estabilidad de precios. Al centrar la política monetaria del BCE en este objetivo, el Tratado establece sin lugar a dudas que el mantenimiento de la estabilidad de precios es la contribución más importante que la política monetaria puede aportar para lograr un entorno económico favorable y un elevado nivel de empleo.
El Eurosistema está integrado por los BCN de la zona del euro y por el BCE. Este término fue adoptado por el Consejo de Gobierno para designar el mecanismo por el que el SEBC desempeña sus funciones en la zona del euro. Mientras sigan existiendo Estados miembros de la UE que no hayan adoptado el euro será necesario mantener la distinción entre Eurosistema y SEBC. Los BCN de los Estados miembros de la UE que aún no han adoptado el euro no intervienen en la adopción de decisiones relativas a la política monetaria única de la zona del euro y siguen conservando la competencia para la ejecución de sus respectivas políticas monetarias.
Las funciones básicas del Eurosistema son:
• Definir y ejecutar la política monetaria de la zona del euro.
• Realizar operaciones de cambio de divisas y mantener y gestionar las reservas oficiales de los países de la zona del euro.
• Promover el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Otras funciones son:
• Autorizar la emisión de billetes en la zona del euro.
• Elaborar dictámenes acerca de cualquier proyecto de disposición legal comunitaria o nacional.
• Recopilar la información estadística necesaria, bien de las autoridades nacionales competentes, bien directamente de los agentes económicos, por ejemplo, de las instituciones financieras.
2.- La política monetaria única.
Como ya se ha mencionado, el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea asigna al BCE el objetivo prioritario de mantener la estabilidad de precios en la zona del euro. En concreto, establece que «el objetivo principal del SEBC ser á mantener la estabilidad de precios». El reto al que se enfrenta el BCE puede enunciarse de la siguiente manera: a fin de garantizar el mantenimiento de la estabilidad de precios a medio plazo, el Consejo de Gobierno del BCE ha de influir en las condiciones del mercado monetario y, con ello, en el nivel de los tipos de interés a corto plazo. A continuación se explican algunos de los principios fundamentales de una política monetaria sólida.
En primer lugar, la política monetaria es considerablemente más eficaz si constituye un firme anclaje para las expectativas de inflación. A estos efectos, los bancos centrales deberían especificar sus objetivos, desarrollarlos y ceñirse a un método coherente y sistemático para el ejercicio de la política monetaria; además, han de comunicar dichos objetivos con claridad. Estos son los elementos principales para adquirir un elevado nivel de credibilidad, que es una condición necesaria para influenciar las expectativas de los agentes económicos.
En segundo lugar, debido a los desfases temporales del mecanismo de transmisión, las modificaciones que se introduzcan hoy en la política monetaria no incidirán sobre el nivel de precios hasta transcurridos varios trimestres o incluso varios años. Esto significa que el banco central ha de determinar la orientación de la política monetaria requerida para poder mantener la estabilidad de precios en el futuro, una vez que la transmisión se haya producido. En este sentido, la política monetaria ha de mirar al futuro.
Puesto que los desfases de transmisión imposibilitan a la política monetaria contrarrestar las perturbaciones imprevistas del nivel de precios (por ejemplo, las causadas por alteraciones de los precios internacionales de las materias primas o por los impuestos indirectos) a corto plazo, cierto grado de volatilidad resulta inevitable. Además, debido a la complejidad del proceso de transmisión de la política monetaria, los efectos de las perturbaciones económicas y de la política monetaria están siempre sometidos a un elevado grado de incertidumbre. Por estas razones, la política monetaria ha de adoptar una orientación a medio plazo, a fin de impedir un exceso de activismo y la introducción de una volatilidad innecesaria en la economía real.
Por último, al igual que los demás bancos centrales, el BCE ha de tener en cuenta, entre otros factores, la considerable incertidumbre inherente a la fiabilidad de los indicadores económicos, la estructura de la economía de la zona del euro y el mecanismo de transmisión de la política monetaria. Por lo tanto, una política monetaria con resultados satisfactorios ha de basarse en un conjunto amplio de indicadores —en los que se tenga en cuenta toda la información relevante a fin de entender los factores que determinan la evolución de la economía— y no puede fundamentarse ni en un conjunto reducido de indicadores ni tampoco en un único modelo económico.
El Consejo de Gobierno del BCE ha adoptado y anunciado una estrategia de
...