Economista al instante

En toda relación comercial en el ámbito internacional, resulta fundamental conocer, entender y respetar la cultura de la sociedad donde  se quiera posicionar un determinado proyecto, ya que las decisiones comerciales de todo país se encuentran fuertemente condicionadas a los atributos y características propias de este.

En el caso de marruecos  en relación a las empresas españolas observamos que  los principales elementos que se destacan y predominan en las relaciones comerciales son las relaciones personales entre los directivos. El trato directo entre ellos, es decir, la comunicación cara a cara genera un adecuado nivel de confianza para iniciar el proceso de las negociaciones, ya que en marruecos la utilización de los medios electrónicos es relativamente escasa, por lo que resulta imprescindible forjar las relaciones personales.

Debido a lo antes mencionado, existe otro elemento trascendental para entablar  una buena relación comercial entre estos países, el manejo del francés, pues es considerado “la lengua de los negocios”, ya que la mayoría de los contratos son realizados en dicho idioma. Además un adecuado manejo técnico y práctico del francés permitirá un mejor manejo de las operaciones económicas.

Las empresas españolas tienden a comportase en el ámbito de los negocios de una forma largo plazista mientras que los comerciantes o empresarios marroquís poseen una mentalidad cortoplacista, es decir, los empresarios españoles se preocupan más de su negocio, ya que le entregan valor a su producto, mientras que los empresarios marroquíes compiten en términos de precios , reduciéndolos mucho más que los extranjero, en muchos casos produciendo en mayor cantidad que produciendo con una mejor calidad.

Con respecto a las características internas de la empresa y como se conforma estructuralmente esta, podemos identificar que la mano de obra en este país tiene una baja productividad ya que  no está bien calificada, la  falta  de capacitación dificulta el proceso de asignar puestos administrativos dentro del país.

 Con respecto a las leyes y el poder judicial  que regulan la actividad  comercial, en este país podemos decir que es un organismo muy deficiente, calificado como el peor en términos de funcionamiento, según el texto, ya que se presentan altos niveles de corrupción, elemento que disminuye el incentivo de las  empresas españolas de invertir en el país, por temor a que salgan perjudicados, a pesar de las oportunidades comerciales de Marruecos.

Por todos los elementos anteriormente expuestos, es necesario definir correctamente un proyecto de internacionalización adecuado, acorde a la cultura, los patrones de consumo y  modos de producción del país además de identificar y tener pleno conocimientos de las leyes que este estado tiene.

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