Educacion
Enviado por adrian.badillo • 19 de Febrero de 2014 • 657 Palabras (3 Páginas) • 237 Visitas
El pasado 23 de Noviembre la Fundación Mexicanos Primero presentó su investigación sobre la situación actual de la educación en México: “Metas. Estado de la Educación 2011”. Dicho evento contó con la presencia de analistas, representantes de Secretarios de Estado, de la Comisión de Educación del Senado de la República, del patronato de Mexicanos Primero, Asociaciones civiles y fundaciones, empresarios, universidades y medios de comunicación, donde compartieron el trabajo realizado por David Calderón, los investigadores Fernando Ruiz e Iván Barrera de Mexicanos Primero, junto con Antonio de Haro y su equipo.
Así mismo, el pasado 29 de noviembre se realizó una mesa de análisis del reporte “Metas: Estado de la Educación 2011″ con lo que se favoreció el debate con la participación de: Lucrecia Santibáñez,economista en RAND, Denise Dresser, comentarista y académica del ITAM, Carlos Elizondo,investigador y académico en el CIDE.
En todas las participaciones se destacó la deficiencia que existe en la educación de nuestro país, del atraso en el que los niños y jóvenes mexicanos viven en comparación al avance de otras naciones, y la falta de estrategias para seguir adelante en el tema de quienes tienen en sus manos la educación de México. Como lo expresó la fundación, “Metas es la continuación de los argumentos de otras dos obras de Mexicanos Primero, los reportes anuales de 2010 y 2009 “Contra la Pared” y “Brechas”. En cada uno se ha buscado ofrecer una perspectiva rigurosa para mantener y continuar un espacio académico de calidad que “motive a la acción y nos convoque a la acción”. Una vigilancia adecuada en el cumplimiento de las mejoras en la calidad de la educación de nuestros mexicanos es urgente, y nuestros líderes deben ser apartidistas en éste ámbito para poder ayudar realmente al desarrollo educativo de nuestro país.
David Calderón en el Blog de Mexicanos Primero y en otros medios ha expresado:
“Todavía estamos lejos. Para empezar, las escuelas públicas no tienen identidad jurídica, y es dramático e indignante que se identifiquen con “CCTs”: Claves de Centro de Trabajo, lo que las hace equivalentes a bodegas y oficinas, que sólo debieran existir en función de ellas. Ya es bastante humillante que no se les reconozca primero como comunidades; dentro y fuera del servicio educativo, la escuela se identifica con su edificio, con su domicilio. Peor: ni siquiera eso está garantizado. A pesar de que está vigente una Ley de Infraestructura Educativa, se les llama escuelas a espacios que no tienen electricidad o acceso a agua corriente; pueden no tener aulas con techo, un patio o siquiera barda perimetral. La propiedad del suelo de más de un tercio de las escuelas mexicanas es incierto o se encuentra en disputa: las hay en zonas federales, pero ya son escuelas estatales; en terrenos municipales, ejidales, expropiados, intestados, invadidos…
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