El Arte De La Guerra
Enviado por edjo192000 • 14 de Febrero de 2014 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 215 Visitas
El arte de la guerra es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos.
Inspiro a Napoleon, Maquiavelo, Mao Tse Tung.
Apesar de su antigüedad sus maximas no son anticuadas
Mas que un libro militar es un tratado que enseña de aplicar con sabiduria el conocimiento de la naturaleza humana en confrontacion
Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño. El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.
13 capitulos
Capitulo 1
Sobre la evaluacion
La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien.
Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales:
doctrina;
tiempo;
el terreno;
el mando;
la disciplina
Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado.
El arte de la guerra se basa en el engaño.
Poner cebos para atraer al enemigo.
Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede.
C A P I T U L O II
Sobre la iniciación de las acciones
Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo.
un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo
lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia
Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo.
C A P I T U L O III
Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota
Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo
Los guerreros superiores atacan mientras los enemigos están proyectando sus planes. Luego deshacen sus alianzas.
La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia.
si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo.
son iguales en número, lucha si te es posible. Si tus fuerzas son inferiores, manténte continuamente en guardia, pues el más pequeño fallo te acarrearía las peores consecuencias.
Existen tres maneras en las que un Príncipe lleva al ejército al desastre
ordena avanzar a sus ejércitos o retirarse cuando no deben hacerlo
ignora los asuntos militares, pero comparte en pie de igualdad el mando del ejército, los soldados acaban confusos
ignora cómo llevar a cabo las maniobras militares, pero comparte por igual su dirección, los soldados están vacilantes
Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.
C A P I T U L O IV
Sobre la medida en la disposición de los medios
Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo; aguardar para descubrir la vulnerabili-dad del adversario significa conocer a los demás.
Así pues, los buenos guerreros toman posición en un terreno en el que no pueden perder, y no pasan por alto las condiciones que hacen a su adversario proclive a la derrota.
Esta es la diferencia entre los que tienen estrategia y los que no tienen planes premeditados.
C A P I T U L O V
Sobre la firmeza
obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza.
Cuando induces a los adversarios a atacarte en tu territorio, su fuerza siempre está vacía (en desventaja); mientras que no compitas en lo que son los mejores, tu fuerza siempre estará llena.
Los buenos guerreros buscan la efectividad en la batalla a partir de la fuerza del ímpetu (percepción) y no dependen sólo de la fuerza de sus soldados.
Por lo tanto, cuando se conduce a los hombres a la batalla con astucia, el impulso es como rocas redondas que se precipitan montaña abajo: ésta es la fuerza que produce la victoria.
C A P I T U L O VI
Sobre lo lleno y lo vacío
Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.
Cuando los adversarios están en posición favorable, debes cansarlos. Cuando están bien alimentados, cortar los suministros. Cuando están descansando, hacer que se pongan en movimiento.
Ataca inesperadamente
Para tomar infaliblemente lo que atacas, ataca donde no haya defensa.
cuando los adversarios llegan para atacarte, no luchas con ellos, sino que estableces un cambio estratégico para confundirlos y llenarlos de incertidumbre.
Cuantas más defensas induces a adoptar a tu enemigo, más debilitado quedará.
la victoria en la guerra no es repetitiva, sino que adapta su forma continuamente.
Las formaciones son como el agua: la naturaleza del agua es evitar lo alto e ir hacia abajo; la naturaleza de los ejércitos es evitar lo lleno y atacar lo vacío
C A P I T U L O VII
Sobre el enfrentamiento directo e indirecto
La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas.
Mientras que das la apariencia de estar muy lejos, empiezas tu camino y llegas antes que el enemigo.
la lucha armada puede ser provechosa y puede ser peligrosa.
Para el experto es provechosa, para el inexperto peligrosa
un ejército perece si no está equipado, si no tiene provisiones o si no tiene dinero.
Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear.
Para ocupar un lugar, divide a tus tropas. Para expandir tu territorio, divide los beneficios.
si los adversarios están en un terreno elevado,
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