El Empresario Como Agente De Cambio

Para la conferencia del día 3 de noviembre, tuvimos un tema central que fue el cambio, de qué manera el cambio está presente en nuestro entorno y si nosotros somos o no agentes de cambio. Tuvimos diversos análisis, gracias a las diferentes experiencias que han tenido los conferencistas, pudimos observar de qué manera de alguna forma encuentran la forma de transformar el entorno desde su realidad y desde las percepciones de organización que tienen. Cambio ha sido lo que hemos estudiado a lo largo del semestre, es de total naturaleza comprender que las personas requieren un cambio a través de la evolución de las épocas, gracias a todo lo que hemos estudiado, la especialización del trabajo con Taylor, la división de tareas con Fayol y la burocracia con Weber, además de las múltiples revoluciones industriales, vemos que los cambios surgen cuando se cree que se puede mejorar algo de manera radical, los pequeños cambios, hacen diferencia aunque muy corta, pero cabe resaltar que simplemente una de las partes del motor de la historia sin lugar a dudas ha sido el cambio.

Si bien, todos somos agentes de cambios como se anunció, todos tenemos ideas que demostrar, tal vez tomando un poco más la teoría, reflejaremos entonces que los padres de nuestra administración de alguna manera asimilaron el cambio, y vieron necesaria la nueva visión de ver la forma de gestionar organizaciones; el cambio desde la revolución industrial no es diferente, tal vez lo son sus acciones, pero sus objetivos han sido siempre los mismos: mejorar las condiciones de las personas. Curiosamente ha habido un gran impacto en la forma de cambio de Weber, gracias a su impersonalidad con los trabajadores, vemos que un cambio que va a favor de las empresas y no a favor del trabajador, no ha de prosperar mucho, se nos insistió mucho con las experiencias personales de los conferencistas que hay que trabajar con y para las personas no por el capital que pueda producir la organización; la limitante ha de ser cómo más seremos capaces de explotar las competencias de las personas, el talento humano que ha de ser constante y vital para la formación de nuevas ideas, ideas complementarias e innovadoras para nuestra actualidad.

Gracias a lo que observamos también con Taylor, podríamos mencionar que el cambio no está dado por mandar, esto no es más que una tarea inútil y obsoleta, el verdadero cambio está en que si quiero productividad, debo tener en cuenta el mismo argumento que con Weber, la personalidad de la persona y su integridad en el trabajo que desempeña; quizá de igual forma relacionaremos a Fayol, desde su punto de vista jerárquico, quizá el cambio para el no tendría gran importancia ya que su organización se dividía en seis funciones y completamente internas, probablemente si el señor Fayol hubiese aceptado el cambio, entendería que estamos en el mundo de las organizaciones abiertas, complejas, que admiten el ambiente

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