El Perfeccionamiento Empresarial, la calidad y la innovación
Enviado por borggiano • 20 de Noviembre de 2019 • Trabajo • 1.856 Palabras (8 Páginas) • 62 Visitas
El Perfeccionamiento Empresarial, la calidad y la innovación.
El Perfeccionamiento Empresarial, la calidad y la innovación.
Perfeccionar, mejorar permanentemente, de forma continua. No se trata de alcanzar resultados para el “próximo siglo”, sino desde ahora, aunque se aborden algunos de los retos del mañana. Los retos están ya dados, no hay que esperar; la acción y las respuestas hay que discernirlas sobre la marcha. Está claro que la situación económica actual es complicada y ahí es donde se decide el éxito de nuestro proyecto socialista.
Mejora con calidad, calidad para la mejora. Calidad Total para los clientes externos e internos sin contar con escenarios de competencia, porque la competencia es contra nosotros mismos y esto es más complejo ya que el objetivo es lograr una empresa competitiva, alcanzar el liderazgo para nosotros, para el pueblo, para el país.
La conciencia de que en el mundo todo está cambiando no es nueva. Cualquier sistema vive en un entorno cambiante, y tiene que adaptarse; y esa adaptación, de hecho, significa cambio. Pero la clave del éxito radica en la velocidad de éste. No sabemos aún si estamos en una época de cambio o en un cambio de época. Yo apostaría por lo segundo
En el caso de las empresas, que son nuestro objeto de reflexión, se puede decir que siempre han vivido en entornos cambiantes. Sucede que, unas décadas atrás, las transformaciones eran mucho más lentas, y en ocasiones, el tiempo en que se producían era mayor que la vida de la entidad misma, por tanto, eran imperceptibles para ella.
La velocidad de los cambios que se producen hoy en el entorno de las empresas es "supersónico", y por tanto es imposible desconocerlos. Ello no sólo tiene que ver con las tecnologías directamente vinculadas a la empresa, ya que muchos otros avances tecnológicos pueden también influir en una organización. Por ejemplo, en cuestión de meses se duplica la velocidad de los microprocesadores que salen al mercado, lo cual no puede ser ignorado por ningún empresario que dependa para su trabajo de las tecnologías de la información (a esa dependencia, a la corta o a la larga, estaremos todos sometidos), porque sus sistemas envejecen rápidamente y ello puede influir en la competitividad de sus productos.
La pregunta es, ¿estamos realmente preparados para esta época que ya toco a nuestras puertas y sin pedirnos permiso entró?, ¿contamos de verdad con los conocimientos tácitos y una organización flexible que nos permita ágilmente actuar de forma reactiva?
Hace 18 años desde que el estado cubano indujo a las empresas cubanas a la aplicación de un Sistema de Dirección Empresarial de alto desempeño y que la implantación del mismo representaría todo un diseño de un proyecto de innovación organizacional. Lo cual debió darles otra connotación a los estilos de dirección de nuestros cuadros.
En la actualidad apenas algunas empresas están caracterizadas de eficaces y eficientes y en el tránsito hacia empresas innovadoras este número se va reduciendo considerablemente con las empresas catalogas de que gestionan bajo procesos de calidad total pero que llevan en si la eficiencia y eficacia de las anteriores y le siguen después las empresas flexibles que acumulan las características anteriores más la organización de los conocimientos siempre actualizados para enfrentar cualquier cambio del entorno convirtiéndose en empresas proactivas y finalmente aparecen las empresas innovadoras con todos los atributos antes mencionados, pero es la empresa que constantemente aprende y crea, en qué el valor fundamental está en el conocimiento, en el conocimiento tácito de la personas convertido en Know How, en donde las personas aprendieron a transformarse para transformar y todo esto es al unísono conlleva al perfeccionamiento continuo y la excelencia.
El conocimiento que la empresa tiene y adquiere del entorno, y la capacidad para hacer un uso adecuado de él constituyen un elemento de particular importancia y siempre es perecedero. Por lo tanto, siempre hay que estar alertas para mantener actualizada nuestra planificación estratégica.
Alguien puede objetar, que esas preguntas serían válidas solamente para empresas cuyo producto está destinado a la exportación o a mercados internos competitivos. Sin embargo, si se reflexiona un poco, se comprenderá que aquellas, cuyos productos o servicios están destinados al consumo social, también tienen que saber cómo actúan las organizaciones lideres para lograr un producto a menor costo, de mejor calidad y que satisfaga cada vez más las necesidades de nuestra población.
La gestión del conocimiento, desde que surgió se ha convertido en un tema de actualidad en los círculos de dirección, por ser considerado como un enfoque gerencial del futuro.
A los cubanos de estos tiempos, el asunto nos llama mucho la atención por dos razones principales:
Primero: por ser poseedores de una verdadera riqueza nacional en cuanto a conocimientos e instrucción, producto de un intensivo y exitoso programa educativo ejecutado en las últimas décadas.
Segundo: por estar inconformes con los resultados económicos y productivos logrados en nuestras organizaciones empresariales, lo que dice a las claras que estamos desaprovechando esa riqueza de la que presumimos.
¿Por qué tan evidente falta de correlación entre el nivel de desempeño de nuestras empresas y el alto nivel educacional y profesional de los trabajadores y especialistas que en ellas trabajan? La respuesta a esta pregunta es compleja y difícil, más difícil aún si lo que hace falta son evidencias, más que una u otra explicación.
El programa de perfeccionamiento empresarial que el país está implementando desde el año 2007, al calor del Decreto 281 modificado en el 2014, es una vía para comenzar a brindar esas evidencias y demostrar que:
• Sí podemos tener empresas eficientes en Cuba
• Sí podemos tener empresarios exitosos
• Sí podemos tener niveles de productividad por trabajador, semejantes a los de cualquier otro país
• Sí podemos utilizar mejor nuestros conocimientos
• Si podemos contar con empresas innovadoras
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