El Poder En La Toma De Decisiones

“La decisión certera para triunfar”

Nosotros somos los dueños de nuestra propia vida incluyendo con quien y como queremos llevarla, todo es fruto de las decisiones que sembramos a lo largo de nuestra existencia.

En primera instancia, se expondrá una sinopsis de lo que se puede ver cotidianamente de la mano de la decisión, seguido de una breve descripción de la vida de Paulo Coelho, finalmente resaltar el significado de que nuestros pensamientos se convierten en actos y que ello nos lleva a una ruta de actuación.

“un hombre tiene que escoger. En esto reside su fuerza: en el poder de sus decisiones” (Coelho, 1996)

Mantener un hogar, ser reconocido como buen estudiante en el colegio y universidad, obtener un buen puesto en la compañía, ser un excelente esposa, ser admirados por la obras buenas que hacemos en la vida, son fases que se consiguen no por permanecer siempre con la misma actitud fría y sin sentido sino por la iniciativa positiva de cambiar y tomar buenas decisiones que lleven a la satisfacción de nuestros deseos y anhelos e incluso al bienestar de los demás, casi siempre nos detenemos para analizar antes de realizar cualquier acto ya que es la manera más adecuada de no arrepentirse de lo que ocurre luego de nuestras actuaciones, estos son algunos ejemplos en donde el tema central de la decisión se puede evidenciar.

Para empezar a formar una familia con la primicia de estar junto a otra persona comprensiva, hay que estar seguro con quien se piensa convivir el resto de la vida o por lo menos parte de esta; de lo contrario podemos pasar amargados y frustrados en ese tiempo, esta decisión es tomada por nosotros pues somos los únicos que pensamos autónomamente. Llegar a la casa y saludar con fervor a quienes se encuentren, agradecer por lo que hacen, estar siempre alegre o por lo menos seguros de que ellos no tienen la culpa de las pequeñas dificultades que vivimos a diario; es una opción que se puede tomar o por otro lado podemos renegar por todo, maltratar física o verbalmente, tirar las cosas, estar con cara de piedra esperando que sea el día siguiente para continuar igual, esta son decisiones que se toman por sí mismo; y de cada quien depende estar así o ser la persona receptora de estos tipos de afectos. Ahora bien cuando se elige uno de los dos caminos anteriores, optamos por tener hijos para alegrar aún más el ambiente del hogar o contrario tenerlos por accidente para hacerlos sufrir o maleducarlos, aquí sigue otra cara de las decisiones que se toman, ya que ese fruto del amor o violencia que nace, hará parte de este ciclo de vida.

El nuevo miembro de la familia estará divido en dos mundos para seguir la secuencia de las ilustraciones, por un lado; recibe amor, mucho afecto, atención, es educado en un vínculo fraternal, por otra parte; el hijo solo es un problema, no se atiende como debería ser, se descuida, recibe maltrato y se le da un mal vivir. Estas situaciones son resultado de la toma de buenas o malas decisiones.

Cuando el hijo crece, y es consciente de sus actos tiene la postura de decidir por lo que le conviene, es aquí donde en ocasiones lo que se vive en casa no repercute en las consecuencias de este, ya que a pesar de lo que hayan recibido en el hogar puede tomar un rumbo disímil derivado de la decisión que quiere en su trayectoria. Por consiguiente; esta etapa, que si se ve desde otro punto de vista, puede ser el primero del ciclo de vida que se menciona, en donde la toma de decisiones empieza, es la cimienta de una serie de pensamientos abstractos que no se completan hasta alcanzar la mayoría de edad para algunos pero que si va evolucionando. Cuando uno decide triunfar y ser reconocido o en su defecto no muy alejado, de alcanzar un estado bastante satisfactorio y pleno; todo tiene su inicio desde pequeño aunque la vida estuviese frustrada y trajinada ya que eso no interviene en la forma de actuar y pensar de cada quien, por eso como precedentemente se trataba, uno escoge el sendero que aspira por encima de los obstáculos que aparezcan y ante cualquier adversidad.

Si Paulo Coelho hubiera tomado la absurda decisión de ser ingeniero como quisieron sus padres de pronto no estuviera en estos momentos en el lugar en el que está. Este estado de vida que adopto Coelho no lo obtuvo de la noche a la mañana ni

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