El comportamiento humano y los factores de transformación de su contexto

El comportamiento humano y los factores de transformación de su contexto

Introducción

“La palabra comportamiento está formada con raíces latinas y significa: “resultado de la manera de con llevarse con otros”. Sus componentes léxicos son: el prefijo con- (completamente, globalmente), portare (llevar) más en sufijo -miento (instrumento, medio o resultado). (Radicación de La Palabra Comportamiento, 2020).

De esta definición se puede observar que no existe el comportamiento sino a través de acciones que se desarrollan en presencia de o con otras personas, esto significa, de facto, que para encontrarnos con un comportamiento debe existir interacción con espacios, con cultura, con el medio ambiente, con un entorno o con un lenguaje emitido o recibido.  

Desarrollo

Galarsi, Medina, Ledezma, Zanin (2011) señalan que el comportamiento de los animales es derivado de la evolución, además de estímulos y respuestas y de condicionamiento operativo; señala, además, que la etología explica que el comportamiento de los animales se encuentra en los genes aunque también pueden existir comportamientos adquiridos; como ejemplo de este tipo de comportamientos se puede señalar cuando una pequeña mascota canina doméstica, al escuchar la llegada de su amo o su ama, inclusive a través del sonido de su vehículo automotor, se apronta hacia la puerta o hacia la ventana para recibirle con lo que se podría mencionar muestras de cariño; tomando el mismo ejemplo de una mascota canina se puede observar, un ejemplo de comportamiento instintivo, y que al terminar su necesidad biológica de defecar, se voltea un poco y utiliza sus patas traseras para “echar tierra” encima de sus heces y ese comportamiento lo hace a pesar de quizás haber defecado sobre una superficie dura como cemento. La sociobiología, por otra parte, explicaría cómo algunas razas de caninos domésticos ya no hacen el comportamiento de “echar tierra” con sus patas después de defecar; esta misma disciplina expondría cómo el entorno y la experiencia modifican el comportamiento de los niños; aquellos quienes despilfarran horas y horas de sus tardes en videojuegos, son, en su mayoría, aquellos a quienes sus primeras consolas de videojuegos fueron acercadas y motivadas por sus propios padres, aquellos quienes dedican unos minutos diarios a estudiar o leer, son aquellos quienes observaron dicho comportamiento en sus padres. Cuenta un amigo que unas casas frente a su domicilio, se encuentra, sobre la banqueta, un nutrido naranjo y que es común, por las noches, ver ambular un grupo de entre 10 y 15 niños no mayores a 12 años, provenientes de otras colonias y quienes sin razón aparente, ya que no hay relación alguna con ellos, arrancan algunas de estas naranjas y las lanzan ferozmente contra ventanas y puertas de otras casas, para enseguida echarse a correr; aunque quizás esto no es un comportamiento directo observado de sus padres o de sus mayores, es un comportamiento derivado de otros que sí han observado o escuchado desde el comportamiento de ellos, quizás robaron o maldijeron a quienes dado su trabajo, tienen una calidad de vida ligeramente mayor. Llamo a estos “comportamientos derivados transcendentales”, ya que, además de modificar su entorno actual, está modelando su entorno futuro. Galarsi et al., 2011 concluye que al hombre le cuesta aceptar que también es un animal; concluyo que quizás, en ciertos círculos sociales, esto, más que aceptado, está asimilado.

Morresi (2007) señala cómo la obra de Simmel tiene su valor en los efectos que el desarrollo de la economía monetaria tiene en la cultura. A pesar de que este artículo contiene reflexiones no actuales, derivadas de ensayos de hace más de más de 100 años, rescato las formas de experiencia y de acceso a la cultura que identifican y conceptualizan al hombre culto y al hombre cultivado y que hacen pensar que realmente, en la actualidad y dado que todos nosotros estamos dentro de una economía monetaria diseñada y trazada desde altísimos círculos de poder, realmente, ¿quién podría llamarse un hombre culto en los términos originales y propios de esta palabra? Quizás en realidad lo que se diferencia entre hombre con cultura y hombres con contracultura simplemente son dos tipos de hombres cultivados; pero con diferente afán o con un fin diferente.

Vivas (2013) explica el comportamiento humano a través de principios conceptuales de la psicología ambiental y señala cómo sus comportamientos están influenciados altamente por el entorno, por el espacio; que éste marca normas sociales que se deben cumplir para cada caso o situación particular  y nos denomina a nosotros como un espacio también y debido a esta razón transformamos y reconstruimos continuamente nuestro medio ambiente social, que incluso ha llegado a extenderse a grado que nosotros, como espacios, somos móviles nómadas. Más es importante señalar que la percepción utilización del espacio depende inicialmente de cómo está mediatizado o filtrado a través de una percepción, de forma tal que vivimos inmersos en versiones de la realidad, en filtros de interpretación que dan lugar a representaciones sociales que construyen realidades consensuadas grupales o llamaría yo, subculturales; se pueden distinguir como ejemplos de esto los grupos con las mismas afiliaciones políticas, musicales, de vestido y, en resumen, filiaciones espaciales comportamentales que actualmente han derivado en las llamadas subculturas urbanas.

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