El espíritu emprendedor es tener la motivación y el gusto de comenzar un nuevo proyecto para el beneficio de uno y de otros.

El espíritu emprendedor es tener la motivación y el gusto de comenzar un nuevo proyecto para el beneficio de uno y de otros.

La persona que inicia éste, se llama emprendedor, es quien percibe la oportunidad que ofrece el mercado, y ha tenido el impulso y habilidad de movilizar recursos con el fin de apropiarse de dicha oportunidad; esta persona debe tener confianza en sus ideas y en sí mismo, tiene que tener la capacidad de convocatoria y convención que la demás gente, algo que es muy importante y necesario es que sepa vender las ideas y sobre todo, tener la capacidad de ofrecer resultados.

Se menciona en el libro de texto Desarrollo de Habilidades Empresariales, que, existen factores que favorecen al nacimiento del espíritu emprendedor, estos son la libertad que es puesta en acción cuando todo emprendedor necesita investigar y asumir riesgos, todo eso es posible si la persona está en un ambiente de libertad, sin tener límites y ver otras oportunidades. Otro sería la educación, ya que es donde se forman los emprendedores, en la escuela se permite que tengamos un panorama más amplio. Y, el último sería nuestro entorno, como dice el dicho “Dime con quien te juntas y te diré quien eres”, el medio en donde nos disolvemos es muy importante porque de ahí obtenemos diferentes opiniones, costumbres y principios, esto siempre se vincula al desarrollo de un negocio.

La juventud es la época en la vida en donde podemos tener sueños y esperanzas sin saber cual será el final. Cuando somos jóvenes tenemos la oportunidad de realizar cualquier cosa que nos propongamos, ya que tenemos interminables oportunidades. Todas las personas que están forjando la historia del día de hoy, soñaron en grande cuando eran jóvenes. Las metas y visiones son como el timón del barco que hace a la mar, en donde si se va sin rumbo el riesgo es perderse, ya que existirá desorientación y confusión.

Siempre que pensamos en la palabra “trabajo” se nos viene a la cabeza la idea de ser mandado por alguien, pero, en realidad existen muchas opciones de cómo ser un trabajador, como, el trabajador independiente, que según dice el MSC. José A. Peña Maranges, lo define como “el modio de organización del proceso dirigido a la formación de la independencia”, se refiere a que el objetivo es tener la libertad de manejarse a sí mismo.

El trabajo personal es algo parecido al independiente, se trata del crecimiento propio, las actividades realizadas aquí son con propios objetivos y no se depende de jefes ni horarios. Este es un poco más difícil y lleva más tiempo alcanzar las metas propuestas.

Otro sería el trabajo dependiente, que es la persona la cual brinda sus servicios a cierta institución o empresa que le da un horario y sueldo determinado.

El ultimo y poco usado es el trabajo social, las personas que lo realizan destinan su tiempo para realizar labores

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