El estado de la industria del calzado en Мéxico
Enviado por yufrania • 12 de Septiembre de 2013 • Trabajo • 9.780 Palabras (40 Páginas) • 393 Visitas
Maestría en desarrollo organizacional y humano
Universidad del Valle de Atemajac
Diagnostico organizacional y propuesta de mejora
Consultoría de procesos
Profesor. Mtra. Laura Estrada Chávez.
Por
Víctor Acosta Hernández
León Guanajuato. 23 de septiembre de 2011.
ANTECEDENTES.
La industria del calzado en México se encuentra entre las diez más grandes del planeta, sin embargo, no tiene relevancia como exportadora.
México es consumidor de calzado de cuero que representa el 65% del consumo, el calzado de plástico representa el 20% y el textil el 15%. La proporción de calzado de cuero que se consume en el país es muy alta y superior a la que se encuentra en economías con niveles parecidos de PIB per cápita.
En un estudio de campo elaborado por el Centro de Capital Intelectual Competitividad (CECIC) se obtuvo información relevante respecto a la situación competitiva de la cadena productiva para las empresas ubicadas en Guanajuato (estado que contribuye con la mayor parte de la producción del país) por lo que se puede tomar como una muestra representativa de la situación de la cadena en el resto de las principales regiones productoras (Jalisco, Estado de México y Distrito Federal).
Las principales importaciones son partes para calzado, el calzado con suela de caucho o cuero y el calzado impermeable con suela de plástico. El efecto de la globalización en las industrias de curtiembre y calzado y la inclusión de nuevos proveedores al mercado internacional ha provocado la participación de un mayor número de competidores.
Para México, China y la India representan una fuerte competencia por sus bajos precios, así como España e Italia por sus diseños. Este sector en México ofrece ventajas comparativas importantes como son: Concentración de la Industria del Calzado. México cuenta con agrupamientos industriales del sector cuero, piel y calzado, en la ciudad de León, Guanajuato (50%), seguido por Jalisco (18%), y el Distrito Federal y Estado de México (12%).
Esta concentración es única en México y se repite en muy pocas regiones del mundo lo que permite un fuerte grado de especialización regional que es útil para consolidar cadenas productivas cuya eficiencia permite competir en el mercado interno y aumentar la oferta exportable.
Entre las empresas registradas en este sector predominan las de tamaño micro (hasta 15 trabajadores), con el 75% del total; le siguen en orden de importancia las pequeñas (de 16 a 100 trabajadores) con poco más del 20%; y las medianas (101 a 250 trabajadores) que representan el 2.7%. Las empresas clasificadas como grandes (por tener más de 250 trabajadores) representan sólo 1.4% del total muestreado.
Dentro de esta concentración industrial existe una abundante fuente de mano de obra calificada con excelentes capacidades para fabricar productos de piel, cuero y calzado de alta calidad, a costos competitivos en el mercado internacional. México cuenta con distintas capacidades adicionales a la mano de obra para mantener una posición competitiva. Sin embargo, esto no se aplica a fondo en la realidad.
Dentro de los costos totales de producción en la industria, en el proceso de curtido, México tiene una posición altamente competitiva. En la elaboración de calzado de piel, la mano de obra y los insumos resultan ser factores determinantes para su competitividad internacional, además de su alta calidad. Acceso preferencial a terceros mercados. México ofrece la posibilidad de obtener ventajas arancelarias en su acceso a 32 países con los que ha suscrito TLCs, lo que es un factor adicional al considerar la instalación de plantas productivas en el territorio nacional.
De acuerdo con la Canaica, en México la producción es de 240 millones de pares de calzado y los principales productores son Guanajuato, que produce 60 por ciento del total nacional, y Jalisco, que participa con 15 por ciento. El restante 25 por ciento está distribuido en entidades como el Distrito Federal, Estado de México, Yucatán, Veracruz, Michoacán, Nuevo León y Chihuahua.
Se espera que para alrededor del año 2015 el consumo de calzado de cuero represente el 45% del consumo de calzado total y el de plástico constituya el 40% del consumo nacional.
•En cuanto a volumen de producción, el mercado del calzado en México creció 9.1 por ciento entre 2004 y 2008, generando 273.5 millones de pares. Se espera que aumente a 366.3 millones de pares al final del 2013.
Sin embargo, estas cifras no son suficientes para acercar la realidad en competitividad a la baja y poca innovación y menos apuesta por el capital humano de estas empresas medulares en la economía estatal.
Muestra de este fenómeno, es la ocupación irregular de muchos trabajadores en edad productiva.
En Guanajuato los trabajadores que se encuentran en condiciones críticas de ocupación son el 9.9% y en León el 5.5%, según datos del INEGI al segundo trimestre del 2011.
La Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO) se refiere a la población ocupada que trabaja menos de 35 horas semanales por razones ajenas a su voluntad; los que trabajan más de 35 horas con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo; o los que laboran más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos.
En calzado Cielo, como en muchas otras fábricas de León, los trabajadores tienen que descansar algunos días horas de la semana pues no hay la suficiente producción y últimamente los pedidos vienen reducidos.
Ramsés Segura, gerente de la empresa que fabrica calzado escolar principalmente para el mercado del centro del país, platicó que hace medio año producían mil 300 pares a la semana y ahora están sobre la mitad, además de múltiples problemas para poder cobrar.
“En el mercado falta liquidez, compran pero no tienen dinero para pagar, si tú no me pagas yo no le puedo pagar a mi proveedor, es un círculo, y el mercado se contrae”, y además anotó que: “El zapato chino viene subsidiado por su gobierno y a nosotros el gobierno no nos apoya, todo es pagar impuestos y servicios y medio sacar la nomina”.
Lupe, cortador, habló de cómo impacta la baja de productividad pues son tiempos que tienen que descansar hasta tres medios días por semana, sin paga.
“Perjudica en cuanto a los trabajadores tener que salir temprano, menos horas de trabajo, no tenemos un nivel de producción fijo, hoy son 100, mañana 300 y pasado 50. Entonces hay algunos que no se esperan y cuando ven
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