El papel de la mujer en la empresa

Las mujeres han trabajado durante toda la vida, principalmente en el campo. A partir de 1789, con la Revolución Industrial y bajo el lema francés de Igualdad, Fraternidad y Libertad es cuando empiezan a tener valores similares. Es desde ese momento cuando la mujer empieza a desempeñar el trabajo en las fábricas junto a niños.

El trabajo que realizaban las mujeres durante esa época estaba definido por largas jornadas de trabajo. En 1909, se produce en EEUU, un levantamiento de las mujeres conocido como las huelgas de las camiseras, que revindicaban las condiciones laborales. Un año más tarde, consiguieron mejoras en el salario, debido a este levantamiento. En esta época, la mujer tenía derecho a poder trabajar. No obstante, si estaban casadas, necesitaban la autorización de su marido para poder hacerlo. En 1926, la ley cambió y ya podían cobrar directamente por su trabajo sin necesidad de la aprobación de su marido aquellas que estuvieran casadas.

La primera y segunda guerra mundial provocan que las mujeres ocuparan empleos “no tradicionales”, mientras que los hombres iban a la guerra. Esto amplío la visión del papel de la mujer en sociedad y cambió la perspectiva de que las mujeres podían empeñar otro tipo de trabajos. Principalmente las fábricas donde trabajaban eran de municiones y aviones. Tejían calcetines, eran enfermeras de militares que regresaban heridos de la guerra… En Estados Unidos esta figura de la mujer fue simbolizada por Rosie “La remachadora”, que realizaba trabajos de hombres. En la actualidad esta mujer es símbolo del empoderamiento de la mujer.

En España, a principios de los años 30, con el bando republicano, las mujeres disponían de los mismos derechos que el hombre gracias a la constitución de 1931. Podían trabajar en la administración, de diputadas, abogadas, etc. Se hizo un gran paso reconociendo el derecho a la no discriminación laboral. Se torció a finales de los años 30 y principios de los años 40, a consecuencia de la guerra civil. El bando franquista negó totalmente a las mujeres el derecho a trabajar si estaban casadas. El fuero del trabajo (1938) determinó que liberaba a la mujer casada del trabajo en el “taller y la fábrica”.

En los años 50, seguían sin tener derecho a trabajar en talleres o industrias si estaban casadas. Además, no podían firmar un contrato de trabajo o sacarse el carnet de conducir. Se retrocedió en 20 años tras todo lo conseguido en los años 30.

En 1961 se promulgó la ley sobre los derechos políticos, profesionales y laborales de la mujer, que las permitió trabajar fuera de casa si estaban casadas. La cosa mejoró a partir de la Constitución de 1978, cuando se les dio el derecho a no ser discriminadas por ser mujeres.

A partir de 1980, hace unos 40 años, se empezaron ya a crear políticas enfocadas hacia la igualdad en torno a la empresa donde se garantizasen una igualdad de oportunidades tanto para el hombre como para la mujer.

Una gran polémica, que surge con el tema de la mujer es el embarazo.  En el año 2017, una mujer embarazada de 25 semanas recibió la invitación para acudir a un evento laboral muy prestigioso. Cuando se lo comentó a una compañera de trabajo ésta le preguntó extrañada si iba a acudir porque consideraba que al estar embarazada ofrecía "una imagen poco profesional". Esta polémica, salió en casi toda la prensa española y se debatió mucho sobre el tema.

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