“Ensayo – Como la Vida Imita al Ajedrez”.

Alumna: Cenobio Osorio Lucero Berenice.

Matricula: 12085246

[pic 1]Especialidad en Mercadotecnia.

Primer Cuatrimestre.

Materia: Administración de Marketing.

Prof. Enrique Gómez.

“Ensayo – Como la Vida Imita al Ajedrez”.

05 – diciembre – 2015.

INTRODUCCIÓN.

Como dicen los pedagogos, junto a los matemáticos más sesudos de las teorías de optimización: la vida es un gran juego en el cada cual trata de alcanzar sus objetivos en función a cada una de sus normas. En el ajedrez podemos encontrar grandes paralelismos entre nuestras necesidades técnicas, la combinación de la vida diaria y las armas intelectuales o emocionales con que es precios resolverlas.

Y como ejemplo de lo anterior, el campeón del mundo, Garry Kasparov, nos relata sus experiencias en “Cómo la vida imita al ajedrez”, es una e obra en la que nos describe las características e historia de la estrategia del ajedrez, buscando semejanzas entre lo que necesita un maestro para ser campeón del mundo y lo que necesita una persona cualquiera para salir exitosa de sus retos en otras facetas de la vida, como la empresa o la política: tenacidad, estrategia clara, capacidad de análisis y dinamismo intelectual, intuición, toma de decisiones, etc. Y se detalla y propone: sabiendo en todo momento a dónde va, qué quiere contarnos en el texto y qué quiere transmitirnos entre líneas.

En las tres partes del libro del presente trabajo se trato de ejemplificar  el estilo de diferentes campeones del mundo hablando de virtudes como la tenacidad, la paciencia, la agresividad, y fundamentalmente de la necesidad de seguir una estrategia predefinida en la que los cambios que sobrevienen modifiquen el modo de actuar, pero nunca los objetivos que se pretenden alcanzar. 

La mejor defensa es siempre la defensa que mejor pueda funcionar en el momento y circunstancias. Responder “un buen ataque” es propio de gente anquilosada mentalmente.

Como la vida imita al ajedrez es un a través del cual se trata de buscar la raíz de las facetas que se dirigen a una táctica del ajedrez, como la posibilidad de cambiar tiempo por material y material por tiempo.

PRIMERA PARTE.

• LA LECCIÓN.

En esta lectura se relata la historia de un jugador de ajedrez, el cual comienza s triunfar en el juego desde sus 21 años de edad, como en todo juego en algunas ocasiones perdía algunas partidas pero tras varias jugadas llego a ser el campeón. Sus primeros juegos se prolongaban meses y meses, y su oponente (Karpov) cada vez estaba más frustrado y agotado tras varias partidas. Después de más de 30 partidas nuevamente ganó, se decía que nunca un juego había durado tanto, y karpov cada vez se sentía más presionado, los organizadores del juego decidieron darles un descanso a los jugadores para días después continuar con la partida pero aun así obtuvo una victoria más, pero al mismo tiempo la Federación Internacional de Ajedrez decidió dar por terminado el juego sin obtener ningún ganador.

Aquel buen jugador comenzó en ese momento a relacionar el juego con su vida cotidiana, supe identificar sus errores y él porque los cometía, a consecuencia de ello aprendió a evitarlos y mejoro en la toma de decisiones.

Karpov le brindo lecciones relacionadas con el juego y hasta de sus propias debilidades personales, aquel largo torneo le dio la llave ale éxito, había que tener talento pero principalmente estar consciente del método para la toma de decisiones, conocerse así  mismo era la clave para mayor rendimiento, el combinar la sabiduría, la experiencia y el talento era la forma para ser mejor.

• LA VIDA IMITA AL AJEDREZ.

El. Ajedrez es considerado universalmente como un símbolo de intelecto, complejidad, sofisticación y astucia, pero aun así el jugador  de dichas partidas es considerado un excéntrico e incluso psicótico. Se menciona a “el ajedrez en Hollywood” esto debido a que en varias películas se hace partícipe las jugadas de ajedrez en las cuales se aprecian ejecución de planes realizadas de manera brillante. Y es que son decenas de películas y/o novelas las que han usado el ajedrez para demostrar el talento y razonamiento estratégico del protagonista. El perfil del jugador también puede ser percibido como persona introvertida y obsesiva.

He aquí donde se explica el porqué el jugador de ajedrez tiende a ser juzgado de diferentes formas; por ejemplo, se cita que importantes jugadores del pasado padecieron conflictos psiquiátricos durante o al final de sus carreras, algunos se suicidaban, a otros les tocaba luchar contra enfermedades mentales o timidez e inestabilidad patológica, y en ocasiones otros simplemente se retiraban del juego y comenzaban a dedicarse a otras profesiones, como la abogacía, por mencionar un ejemplo. Es por estos casos, que tanto en la ficción como en la vida real, se propicia a que se ignore a jugadores de ajedrez absolutamente normales  y no se les reconozca su capacidad de sus excelentes partidas de ajedrez.

La técnica para las partidas de ajedrez con símbolo (escritura ajedrecística) hace posible que millones de jugadores disfruten y aprendan con las partidas de legendarios jugadores del pasado. Se dice que las normas desde aquella época a la actualidad son invariables, pero el estilo y las ideas principales son lo que ha cambiado.

El proyecto de “biografía del ajedrez” fue materializado en “Mis geniales predecesores” en el cual el objetivo era analizar los cambios de juego a través de las décadas y el estudiar a los doce campeones del mundo y sus rivales y el cómo llegaron hasta esa cima.

Los ajedrecistas piensas que la aptitud para el ajedrez es sinónimo de gran inteligencia, y por otra parte la percepción entre el gran público, considera que los jugadores son capaces de memorizar megabytes de información y de antemano calcular decenas de movimientos.

Cada partida es un laboratorio para el proceso de la toma de decisiones, cada jugador profesional tenía su propia teoría, por ejemplo, Emanuel Laker dijo: “El ajedrez es por encima de todo una batalla”, y la única cuestión es vencer; Marcel Duchamp, afirmaba que el juego: “Poesía toda belleza del arte, y mucha más”.

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