Ensayo Marry Teresa Barra, CEO de Nissan

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE HONDURAS

CAMPUS JUTICALPA

DIRECCIÓN DE POS GRADOS 

LIDERAZGO Y TEORIAS DE GRUPOS

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MSc. JULIO MURILLO CASTELLANOS

Septiembre, 2019

PRESENTADO POR: EDSON JOSUÉ BENITEZ MARTINEZ

Marry Teresa Barra

En el presente ensayo se expondrá la exitosa carrera de una líder mundial que destaca en el mundo de los automóviles, una industria que prácticamente tenía exclusividad para que sus empleados fueran hombres, estamos hablando de la carrera de Mary T. Barra, Gerente General de General Motors en EE.UU. Mary Teresa Barra una mujer de 57 años, nacida en las entrañas de Michigan una ciudad icono de los empresas de automóviles, es la primera mujer que logra llegar a ser la gerente general de una empresa de automóviles.

Mary Teresa Barra, hija de padres migrantes de Finlandia, nació en 1957 en Estados Unidos de américa, su padre trabajo por 39 años en la fábrica de autos Pontiac en Detroit, por esta razón desde muy temprana edad estuvo fuertemente relacionada con la fabricación de los autos. Mary comenzó a trabajar en General Motors a la edad de 18 años en un programa de educación cooperativa donde le tocaba revisar partes externas de los vehículos. Cursó sus estudios de Ingeniería Eléctrica en el antes llamado General Motors Institute, ahora Kettering University.

De acuerdo con Mohammed Torfeh, profesor universitario de Barra, en sus clases ella siempre resaltaba como líder delante de sus compañeros que en su mayoría eran hombres con grandes habilidades comunicativas y enorme conocimiento. Luego de culminar su licenciatura obtuvo una beca para continuar sus estudios de pos grado en la universidad de Stanford donde culmino su maestría en Administración de Empresas en 1990. Desde entonces la compañía ya empezaba a darse cuenta de su potencial

Cuando terminó su maestría, ascendió rápidamente en puestos relacionados a la ingeniería y administración. Fue nombrada Directora General de Comunicaciones para América del Norte y más tarde asumiría el mando de una planta de ensamblaje de Detroit/Hamtramck (Michigan). Su ascenso continuó al ser nombrada Vicepresidenta de Ingeniería de Fabricación Global en 2008.

Un año más tarde ocupó el puesto como Vicepresidenta de Recursos Humanos Globales, donde tuvo que ayudar a liderar una General Motors que estaba saliendo de una catastrófica bancarrota y que buscaba una profunda reestructuración para volver a ser competitiva en la industria automotriz. En este período se encargó de reducir considerablemente los informes de recursos humanos y flexibilizó el código de vestimenta en la empresa.

En 2011 fue nombrada Vicepresidenta Ejecutiva de Desarrollo de Producto Global, donde se encontraba encargada de supervisar el presupuesto para el desarrollo y diseño de automóviles a la venta en más de 130 países, y en 2013 se le añadieron responsabilidades referentes a compras globales y cadena de suministros, donde trató de cambiar el enfoque de la compañía para empoderar a sus empleados. En esta época se hizo famosa su frase de “no más autos asquerosos”.

Finalmente, para 2014 y tras una larga experiencia dentro de la compañía, fue nombrada Directora Ejecutiva (CEO), consolidándose de esta forma como la primera mujer en la historia en dirigir una empresa fabricante de automóviles.

Cuando Mary asumió el cargo, la empresa atravesaba una situación bastante difícil, desde hacia algunos años, varios de los modelos de automóviles más antiguos habían presentado inconvenientes que causaron la muerte de al menos 13 personas (se sospechaba que la cifra ascendía a más de 120). Esta situación llevó a que Barra fuera llamada a comparecer ante el Congreso de los Estados Unidos.

Las fallas estaban relacionadas al encendido de los vehículos, ya que el interruptor se encontraba mal fijado y mientras el conductor viajaba en el auto el interruptor se quedaba en posición de apagado, imposibilitando el funcionamiento de la dirección asistida, el sistema eléctrico, los frenos y la activación de las bolsas de aire en casos de emergencia.

Finalmente, la empresa se vio obligada a pagar 2.500 millones de dólares en compensación a las víctimas y a Barra se le vería pidiendo disculpas públicamente a todos los afectados. Al mismo tiempo, se retiraban del mercado para su revisión más de 6 millones de vehículos, con cuyos gastos corrió la empresa, los cuales se estiman que llegaron a ser de 800 millones de dólares. Entre las marcas afectadas estaban Chevrolet, Pontiac y Saturn.

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