Ensayo del que hacer ético relacionado a la ética profesional de un administrador de empresas

A través del tiempo, el concepto de empresa y su ejecución se han venido desarrollando alrededor de tres factores productivos: capital, horas – hombre y tecnología. La finalidad de las organizaciones en el ámbito empresarial son la minimización de los costos para lograr la máxima utilidad posible. Este objetivo se logra a través de la planeación eficiente de los factores mencionados, equilibrio del trabajo de los empleados y de las herramientas tecnológicas que están a disposición de la empresa, más el capital disponible para sostener sus funciones (Sennett, 2006). Por regla general, es más económico invertir en mano de obra (L), y luego, del capital incrementar el factor tecnológico; la inversión representada en la fuerza laboral influye en la calidad de vida del trabajador y de quienes lo rodean. Entonces, la siempre búsqueda de la maximización de los beneficios es el camino de felicidad para la corporación, así como lo debería ser al desarrollo personal de los trabajadores por medio su trabajo.

Ahora bien, ¿cómo se ven a sí mismas las organizaciones y sus integrantes? ¿cómo es la actual relación de la fuerza trabajadora y las organizaciones? ¿encuentra la fuerza laboral su desarrollo personal en la actividad del trabajo? Para comenzar, la característica más importante para la definición de sí mismos es la identidad. Con qué se identifican las personas es quien los hace ser, una investigación etnográfica, de una panadería italiana, documenta que la identidad étnica de los panaderos es la que les permite medir su nivel en la escala social (Sennett, 2006); es decir que pueden darse un lugar en el constructor de sociedad americana en el que estaban. La técnica aprendida y utilizada para la elaboración del pan los definía como trabajadores; “ser buen trabajador (panadero) significaba ser buen griego (su nacionalidad)” y esto lo destacaban porque tenían que cooperaban coordinando sus esfuerzos para entregar el producto con una alta exigencia de calidad.

Por su parte, continuando con la investigación mencionada, los propietarios cambiaban y con ella la gestión de la panadería también. Poco a poco se dejaron de contratar a los descendientes de los operarios ya que, los procesos se volvieron semiautomáticos y controlados desde equipos programados. No es posible afirmar que los aspectos como la calidad del producto y la eficiencia han desmejorado, porque ha sido todo lo contrario, pero los altos índices de rotación de personal son síntomas del bajo nivel de identidad y confusión que hay en este “nuevo” contexto laboral. Los panaderos que casi coreográficamente realizaban el pan ya se han ido, apretar botones es el método actual de producción, desechar el producto con errores es preferible que intentar corregirlo, cada persona de producción tiene más de un trabajo y sus obligaciones van hasta donde su jornada lo limiten. Finalmente, la claridad de los procesos ha oscurecido la mente y el rol de los empleados confundiéndolo y haciendo ilegible su función en la organización.

Al mismo tiempo, la corporación (conglomerado de empresas) tira en un mismo sentido y ejerce poder político para controlar los factores externos a ella que puedan influenciar en la obtención de su felicidad. La corporación se ve a sí misma como un medio de obtención de riqueza para sus accionistas, como un incrementador de la calidad de vida de la comunidad y un medio de desarrollo personal y profesional de los trabajadores         que están vinculados a ella. No obstante, en esta también hay disonancia entre la imagen interna y externa que ha causado tantas manifestaciones y revuelo en la sociedad internacional.

A través del documento visual “The Corporation”, se evidencian comportamientos que ponen en duda la veracidad del beneficio que traen las empresas a la sociedad. Un diagnóstico hecho en el documento demuestra a la corporación como una persona psicópata con comportamientos como sobre explotación del personal, daños físicos y psicológicos a los trabajadores, cruel indiferencia por los sentimientos de otros, incapacidad de mantener relaciones a largo plazo, destrucción del medio ambiente, creación de centros de producción masivos, experimentación, mentir y engañar a costa de recibir beneficios. Todos los anteriores, son síntomas de un psicópata. Una persona que no es apta para socializar e integrarse en las actividades cotidianas que se desarrollan en el día a día. Todas estas actividades, si se observan de cerca, presentan consecuencias de corto plazo que representarán mayores beneficios en el futuro cercano.

Así pues, la corporación, sus accionistas (shareholders) y grupos de interés (stakeholders) deben encontrar un equilibrio entre sus objetivos sin llegar considerar hacerse más o menos daño; es decir, en términos de construcción de democracia, bienestar social y ecológico. Entonces, se entendería que el principio fundamental de la ética económica es el beneficio para la humanidad, donde se realizan negocios, se dan relaciones comerciales, se compra y vende en todos los mercados legales posibles y las personas que lo hacen tienen valores que permiten alcanzar siempre el bien común (Naciones Unidas, 2009). Sin embargo, ¿cómo responder rápidamente frente a mercados que están en expansión y cambio constante? Para ello es necesario la aplicación de un marco global que de unas pautas de sostenibilidad económica con las cuáles se pueda suplir la demanda creciente de los bienes y servicios de necesidades fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y autorrealización (Maslow, 1943).

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