Ensayo sobre el paro camionero

PARO CAMIONERO

Desde el 6 de junio del año en curso, las agremiaciones de transporte de carga entraron en paro, el más largo de la historia colombiana (46 días) que deja graves resultados económicos para el país; al igual que en otras ocasiones, las exigencias que se le hacen al gobierno son las mismas de años atrás, con el agravante del crecimiento desbordado de la oferta transportadora y la poca planeación que se ha tenido para chatarrizar vehículos y que  causan abaratamiento en los fletes, adicionando la baja del precio del petróleo en el mercado internacional que ha descendido en más de un 50% pero que en los precios de la gasolina en Colombia no se ve reflejado y  solo representa una disminución de 300 pesos lo cual no tiene ninguna concordancia, además  los peajes han aumentado en más de un 300% perjudicando gravemente al gremio del transporte.

Actualmente, el  desequilibrio entre la demanda y la oferta en el transporte, a causa  de la reducción de la explotación de petróleo y la desactualización de las tablas tarifarias que desde el año 2011 se manejan las mismas cifras, hacen que los camioneros y el gremio en general, estén a disgusto puesto que cobran sus fletes con base en información de tarifas antiguas, creadas hace 6 o más años y tienen sus gastos con tarifas del 2016 lo cual no corresponde con el crecimiento adecuado de una economía en desarrollo.

Por otra parte, es una tarea dificultosa para el gobierno  poder regularizar los vehículos que no pertenecen a asociaciones o cooperativas y que son causantes de la desestabilización del valor de los fletes, quienes pueden reducir hasta en un 40% el valor de la tonelada movida. Los camioneros exigen un piso tarifario pero que el gremio de la producción no comparte, pues si se realiza este aumento, los sobrecostos recaerían en este último sector.

Entre las consecuencias que deja el paro camionero se puede mencionar el desabastecimiento de materia prima para la industria que causó serios dolores de cabeza a empresas que tuvieron que paralizar sus plantas de producción y enviar a sus empleados de vacaciones, lo cual a su vez implico el encarecimiento por la escases de los alimentos al ciudadano de a pie. En puertos como el de Buenaventura se visualizó un fenómeno importante, este fue la acumulación de carga causando retrasos en toda la operación y amenazando el descargue de mercancía de los buques, además las exportaciones de café se redujeron significativamente puesto que no se cumplieron las cuotas, generando déficit de hasta un 50% en los compromisos; se habla de pérdidas económicas billonarias en todos los sectores tanto los dependientes directos como los peajes y combustibles que han reducido sus cifras en cientos de millones de pesos, como también los sectores que brindan servicios,  restaurantes de paso, monta llantas y servitecas que se han visto muy afectados; por supuesto el mismo sector del transporte de carga ha dejado de percibir billones de pesos por el cese de las actividades.

Lamentablemente el gremio agrícola es uno de los más perjudicados en este paro por la cantidad de productos la mayoría de ellos básicos y perecederos de la canasta familiar y de consumo regular, que tuvieron que ser arrojados como frutas, verduras, productos lácteos, notablemente los precios incrementan y es el bolsillo del consumidor el que carga con las consecuencias. También las exportaciones y las importaciones se vieron implicadas pues los costos logísticos incrementaron notoriamente lo cual convierte al sector en menos competitivo.

        Entre tanto, el problema social  que ha presentado este paro debido a las manifestaciones que se han llevado en las carreteras del país es sin duda una molestia para toda la comunidad y aún más para las personas que se han visto envueltas en los trágicos accidentes donde existieron  riñas, daños y roturas de parabrisas, robo de mercancías, vehículos incinerados y hasta la muerte de una persona, esto lleva a pensar si las políticas que se tienen en esta materia y en seguridad son por lo menos las básicas, y si de así serlo  como se puede brindar un mínimo de confianza al ciudadano; no obstante, las carreteras fueron custodiadas por el ejército, la policía y grupos especiales para garantizar el orden, algo que fue casi imposible de lograr.

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