Estaba Aprovechando De El, Poco Después Se Da Cuenta De Que Vanderbilt Muere, Ahora Solo A Rockefeller Solo Le Quedaba Un Competidor Que Era Tom Scott, Rockefeller Ahora Era Dueño Del 90% Del Petróleo Del País. Después Los Trabajadores De Tom Scott D

La lectura enmarca los dos grandes problemas que las empresas han tenido siempre: el área de confort y la falta de definición en su producción.

Con los procesos de transformación e innovación y la ruptura de paradigmas de producción, muchas empresas han desaparecido por su falta de visión. La estabilidad que se alcanza una vez que se ha estado por un tiempo considerable dentro del mercado, dificulta la amplitud de la visión de los directivos y por lo tanto, se comienzan a crear obstáculos considerables a vencer desde el interior de la empresa. La adaptación al entorno resulta una condición suficiente para permanecer dentro del mercado.

La confianza del consumidor sólo es una condición necesaria para sobrellevar el volumen de ventas, sin embargo, la competencia empresarial no cesa ni un solo momento. La premisa anterior ofrece dos posturas constantes y al parecer un tanto contrapuestas: por su lado, el consumidor se encuentra mejor posicionado por la gran variedad de productos con la misma utilidad pero diferenciados en pequeñas características que les agrega un valor subjetivo, lo cual conlleva a la formación de diversos segmentos de mercado pertenecientes a la misma industria. Asimismo, el proveedor tiene la obligación de encontrarse en constante innovación y comenzar a ver los obstáculos del mercado como retos a superar, tomando a su favor la innovación tecnológica y el proceso de apertura comercial, de otro modo su rezago quedará demostrado y esto le ocasionará un desplazamiento de mercado.

En lo referente a la falta de visión en la producción, Levitt menciona aquellas empresas que desaparecieron por la ruptura de concepciones culturales y de innovación (como las empresas que fabricaban látigos para los carruajes guiados por caballos), mencionando también que con una simple ampliación de su visión en la producción y su propósito de fabricación dentro de la industria podrían haber permanecido en el mercado. Después de todo, ya tenían ganado un segmento del mismo y la confianza de su grupo de consumidores.

La conclusión podría sintetizarse en lo siguiente: la adaptación a un entorno de constante cambio es la que rige la permanencia de las empresas en la industria, su aceptación en el mercado dependerá de la forma en la que tomen ventaja de la ruptura de los paradigmas de producción.

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